Martin Pring comenzó su andadura en los mercados financieros en 1969 y desde entonces se ha convertido en un referente en la comunidad inversora. Entre otras cosas, Martin Pring es conocido por idear un ‘barómetro’ que permite ver en qué etapa del ciclo económico estamos en función de la tendencia principal de los mercados.

Según la teoría de Pring, existen ciclos económicos que suelen durar aproximadamente 4 años (siendo la media 4,66 años). Estos ciclos económicos comprenden una expansión de la economía y una contracción, pudiendo ser esta contracción una recesión o simplemente una desaceleración del crecimiento.

Desde 1857 hasta el 2009 se podrían contabilizar 33 ciclos. El más largo de ellos iría desde julio de 1990 hasta marzo de 2001 (10 años y 8 meses) y el más corto desde agosto de 1918 hasta enero de 1920 (1 año y 5 meses)

Estos ciclos económicos constan de 6 etapas y en cada una de ellas existen determinadas categorías de activos se comportan mejor o peor. Utilizando herramientas intersectoriales y análisis técnico se puede reconocer la etapa del ciclo económico en el que nos encontramos, y de esta forma ir rotando los activos de nuestra cartera para intentar optimizar el resultado de esta.

Como comentaba anteriormente, y según la teoría de Martin Pring, un ciclo económico ideal estaría dividido en seis etapas que marcan la tendencia primaria de los mercados financieros (bonos, acciones y materias primas).

Ciclos económicos de Martin Pring

Etapa 1: Contracción
La economía se encuentra todavía en contracción, pero las acciones se encuentran cerca de hacer suelo y a las materias primas no les falta mucho. Los bonos han marcado un suelo y comienzan a ascender. Es buen momento para adquirir bonos, puesto que suelen anticiparse a las acciones y materias primas.

Etapa 2: Suelo de la contracción
En este punto la economía ha hecho suelo, y las acciones comienzan su movimiento ascendente detrás de los bonos. Las materias primas todavía se encuentran intentando marcar un suelo.

Etapa 3: Comienzo de la recuperación
Según la economía comienza a mejorar, la inflación empieza a hacer acto de presencia, lo cual es bueno para las subidas de las materias primas, que han marcado un suelo. Las acciones también se ven favorecidas por esta inflación incipiente. En esta etapa, tanto bonos, como acciones y materias primas marcan tendencias ascendentes.

Etapa 4: Expansión
En este punto la expansión económica comienza a decelerar y los tipos de interés comienzan a subir en un intento por controlar la inflación. Según los tipos suben, los precios de los bonos comienzan a caer. Es el momento de vender bonos, y aunque las acciones y las materias primas todavía se encuentran en tendencia ascendente, las acciones pronto comenzarán a formar un techo lastradas por el impacto de los tipos en los beneficios corporativos y los préstamos.

Existe una situación no contemplada en el ciclo de Martin Pring, y se produce cuando la bolsa sube y los bonos y las materias primas caen. En ese caso todo el dinero fluye hacia la bolsa, por lo que he decidido incluir este caso dentro de la expansión.

Etapa 5: Techo de la expansión
La expansión económica ha hecho techo, por lo que es tiempo de vender acciones. Las materias primas todavía se encuentran en ascenso, pero pronto marcarán su techo. Los bonos siguen su tendencia bajista.

Etapa 6: Caída
Los esfuerzos para controlar la inflación empiezan a dar resultado, pero la economía se está contrayendo y la tendencia bajista gana inercia. Es momento de vender materias primas. Los precios de las acciones siguen cayendo aunque los beneficios corporativos comienzan a mejorar. Los bonos todavía se encuentran en tendencia bajista intentando marcar un suelo.

Otra de las situaciones no contempladas en el ciclo de Martin Pring se produce cuando la bolsa cae y los bonos y las materias primas suben. En ese caso todo el dinero sale de la bolsa, por lo que he decidido incluir este caso dentro de la caída.

Conclusión
En esBolsa siempre decimos que los patrones estacionales están ahí para ofrecer una visión orientadora (que no operativa) de los mercados. Estos datos están bien para ampliar nuestra cultura financiera y saber cómo han reaccionado los grandes inversores ante el mercado, pero a la hora de operar lo importante siempre serán los aspectos técnicos que muestren tanto los mercados, como los sectores y los valores.