Las motos de segunda mano, como cualquier objeto susceptible de ser comercializado, tienen un precio. Habrá quién pida demasiado (siempre los hay) y alguno, despistado, que la venda en menos de lo que vale, aunque este caso, créeme, se da muy pocas veces. No pierdas tiempo buscándolo.

Por tanto, lo primero que debes hacer es mirar cuál es ese precio normal o lógico. A partir de ahí, busca información sobre qué puntos son críticos en esa moto. Internet puede ayudar mucho en esto, y conocidos que hayan tenido esa moto aún más. Si ya llevas tiempo en esto de las motos, seguro que tienes algún taller de confianza donde preguntar por el resultado de ese tipo de moto que te gusta.

Cuando ya lo tienes decidido, te has informado y has buscado la moto, llegas al punto donde los menos expertos se encuentran más solos: hay que ver la moto a comprar y verificar cómo está en términos generales.

Aquí tienes los puntos que siempre debes mirar antes de comprar una moto de segunda mano.

¿Tiene los kilómetros que me dicen?

Lo primero es descubrir cuántos kilómetros tiene la moto que vamos a comprar. Las primeras pistas te las dará el propio vendedor: ¿Fue suya desde el principio o no? ¿Se ha roto alguna vez el cable del cuentakilómetros? Una moto de un solo propietario, que no ha roto nunca un cable de cuentakilómetros, debe tener gomas de puños, pedales y reposapiés con unos desgastes determinados. ¿40.000 kilómetros y están nuevos? Los han cambiado, por caída, rotura o por desgaste. Y si el desgaste era tanto que ha habido que cambiarlos, quizá tenía unas cuantas decenas de miles de kilómetros más. Otro punto que te da idea del kilometraje son los discos de freno: un escalón importante en el borde de los discos indica muchos kilómetros. Los discos nuevos no tienen escalón y éste lo forman las pastillas al rozar con el disco en las frenadas.

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¿Cómo está de motor?

Uno de los puntos más difíciles de averiguar es el verdadero estado del motor. Lógicamente, salvo perdidas de aceite evidentes o roturas exteriores, no es fácil ver qué hay dentro del motor. No obstante, hay algunos consejos para tener en cuenta.

Una moto en buen estado general debe arrancar en frío con facilidad. Hay algunos trucos como tirar del aire, no tirar si no está muy fría o acelerar más o menos, pero tiene que arrancar. Si ya la han calentado antes de que llegues a verla, desconfía: algunas averías (reglajes de válvulas, carburación, batería, etc) pueden verse simplemente porque la moto no arranca bien en frío. Insiste en ver todo el proceso de arranque.

Tras ese arranque el motor tiene que estabilizar el ralentí. Las motos de inyección casi inmediatamente después del arranque estarán en la fase "fría", con el ralentí algo más alto. Tras unos minutos, debe bajar y estabilizarse. En las de carburación, esa fase la finalizas tú quitando el aire: cuando el motor ya ha cogido algo de temperatura, debe estabilizar también ese ralentí. En caliente comprueba que el radiador coge temperatura por igual, que se dispara el electro (si lo tiene) y que no aparecen fugas de aceite o agua.

En el escape, si la moto lleva tiempo parada pueden aparecer gotas de agua (condensación, normalmente), pero no tirar agua o manchas importantes de aceite. El humo debe ser transparente, prácticamente invisible. Un humo muy blanco en caliente indica que está quemando aceite (también se puede oler) y ello indica desgaste, al menos, de segmentos. Por supuesto, los sonidos también te dan una pista de qué elementos pueden tener desgaste, pero esto suele requerir un oído muy experimentado para distinguir qué suena mal y qué es normal.

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La parte ciclo

Como todos sabemos, el chasis y sus componentes son tan importantes para el buen funcionamiento de la moto como el motor, aunque suele ser más fácil de comprobar. Observa las soldaduras que puedas ver del chasis, que parezcan las de fábrica y no retocadas. Igual con la pintura, tanto de chasis como de otras partes metálicas, porque pueden darte una pista sobre posibles accidentes que te quieran ocultar. Si es así, desconfía del resto de lo que te cuenten.

Comprobar las ruedas es fácil. Si están desgastadas se ve a simple vista. Como te decía anteriormente, negocia el precio del cambio. Más difícil es ver deformaciones; en los neumáticos, pueden ser causadas por usarlas a una presión incorrecta, pero también puede ser signo de deformaciones de chasis o suspensiones en mal estado.

Para comprobar las suspensiones, comprímelas y suelta varias veces: deben ser capaces de sujetar la motor arriba, con algo de recorrido "muerto", pero no excesivo. Y si se quedan rebotando varias veces, están sin aceite o éste ya no trabaja, y habrá que cambiar bien aceite y retenes de horquilla o bien el (o los) amortiguadores traseros. Revisa bien las barras de la horquilla: si están muy marcadas o arañadas, puede que ni cambiando retenes soluciones posibles fugas de aceite.

En cualquier caso, todas estas averías pueden solucionarse. Infórmate de cuánto cuesta y negocia esa reparación. Lo mejor, casi siempre, es que te encargues tú de llevarla al taller y reparar, y que te descuenten del precio de la moto ese coste.

Para comprobar los frenos lo primero es ver recorrido de las maneta y del pedal. El color del líquido no debe ser negro o muy oscuro, prueba de que esta muy viejo. Cambiar pastillas no es caro, pero sí pueden serlo los discos si tienen un desgaste importante, que como te decía antes, debe concordar con el kilometraje de la moto.

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Transmisión

Transmisión es algo más que la cadena, correa o cardan. Es todo lo que va desde el motor a la rueda trasera, incluyendo embrague, caja de cambios y transmisión final, sea del tipo que sea. Comprobar el embrague se hace con el motor en marcha: después de comprobar el tacto en la maneta y que éste sea normal, mete una marcha alta e intenta salir. Debe calarse. Si no lo hace, patina. Está desgastado o, cuando menos, mal puesto a punto.

Para ver el estado de la cadena, fíjate en los tensores: deben estar en una posición intermedia y los piñones de la corona rectos y con las puntas paralelas, completas y sin afilar. Cuando el kit de transmisión está gastado, los tensores están al final. Si la corona está mal, los dientes están afilados, puede tener alguno más corto que otro y suelen inclinarse. Eso indica cambio de kit de transmisión completo.

En una correa es más difícil: que te enseñen cuándo se cambió, mediante factura o similar. Tienen una vida útil determinada y después deben cambiarse. El cardan también puede estropearse. Sobre el caballete, mete una marcha y escúchalo: si un rodamiento está mal, "canta" y se nota bastante. La caja de cambios también debe girar silenciosa (dentro de los parámetros normales de cada moto) y entrar todas las marchas con normalidad.

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Pruébala en marcha

No es fácil, en muchos casos, pero inténtalo siempre: hay motos que se han dejado de usar o que están en tiendas. Éstas no suelen tener seguro, lo que impide una prueba normal. En otros casos es normal que el dueño no te la quiera dejar: no sería el primer caso de robo de una moto durante una prueba. Ofrécete a dejar tu documentación o a dejar algo en prenda. Si al final puedes subirte en ella, en pocos metros puedes estudiar muchas cosas, como si el cambio hace ruidos, chasquidos o traqueteos de la transmisión, o que el embrague abre correctamente y sin "chillidos". Si tienes un poco más de espacio, prueba que a baja velocidad no se mueva hacia los lados: puede ser un chasis mal reparado o mal estado de rodamientos de basculante, de dirección o de ruedas. Entonces comprueba cada uno. Los de la dirección, empujando y tirando de la moto con el freno delantero tirado. Si hace un ruido en la dirección y se nota holgura, están mal. Los del basculante tirando de la rueda en perpendicular a la moto; no debe haber holguras. Y los de las ruedas, con ellas en el aire, con el caballete o con la pata de cabra sujetando la moto hacia un lado, haciéndolas girar no debe haber ruidos o puntos donde se queden frenadas.

También en marcha puedes comprobar el estado del motor. Busca una cuesta abajo, acelera y, en una marcha corta, deja que retenga todo lo posible. Si el motor está bajo de compresión, saldrá mucho humo blanco por el escape. En un scooter necesitarás más espacio y más cuesta para que retenga, pero la prueba es igual. Y, por supuesto, ya que estás, mira el alabeo de los discos. Frena suavemente y comprueba que las manetas no vibran. Si lo hacen, hay un disco doblado y habrá que cambiarlo, porque es peligroso.