El concepto de occidente tal como lo conocimos, fue probablemente el suceso político más grande del planeta, inicialmente utilizado para identificar una región en Europa, y con el pasar de los años se caracterizó por denominar regiones del mundo, como los países occidentales o la cultura occidental.



Se podría decir que Estados Unidos era, hasta la semana pasada, el líder de los países occidentales. El aparecimiento de un cisne negro (acontecimiento extremo, imprevisible y que deshace las reglas y costumbres establecidos) a finales de 2016 está creando una nueva dinámica en las relaciones políticas y comerciales en el mundo occidental.



¡¿Será que Occidente como concepto político está roto?!



La semana pasada hubo reuniones de emergencia de miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) con el presidente estadounidense, Donald Trump, que provocó a sus “amigos “europeos. El fin de semana ya fue más apasionante: pudimos ver dos partidos de futbol de muy buena calidad de la final de la Copa Mundial y el tercer puesto.



Regresando a la realidad, el FMI (Fondo Monetario Internacional) recortó sus estimados de crecimiento económico para la eurozona del 2,4% al 2,2% este año, y la de 2019 la llevó al 1,9%, México también vio recortadas sus estimativas de 3% al 2,7% en 2019. Los expertos del FMI aun avisan que en esta contienda de disputas comerciales, el Reino Unido, China y la India también se verán afectadas.



Estados Unidos, que lidera el crecimiento de las economías desarrolladas, estará protegido de algo que el país mismo está imponiendo a sus socios económicos. El tiempo nos dirá si este cisne negro será beneficioso para todos o si estamos caminando hacia una tormenta perfecta en los mercados financieros.



Mientras tanto, en Europa, por las declaraciones de la canciller de Alemania, Angela Merkel, todo indica que los europeos ya entendieron que su camino ahora lo van a recorrer solos: es la fatalidad de su destino. El Reino Unido se está despertando de la realidad del Brexit.



En el medio de esta confusión de declaraciones, Trump hoy debe estar un poco molesto, y es que el déficit comercial de los Estados Unidos con Europa sube otra vez entre enero y mayo de este año. Así es la realidad: los países de la Unión Europea (UE) exportaron cerca de 163 mil millones de euros hacia sus amigos de EE. UU., un 2,1% más que el año pasado. A su vezm Estados Unidos exportó 108 mil millones de euros, un 3,1% menos. Y con China, su déficit creció a 28,97 mil millones en el mes de junio, un récord: en el mes anterior había sido de 24,58 mil millones. En resumen, China señala que sus exportaciones crecieron un 5,7% y sus importaciones crecieron un 4% con los Estados Unidos.



El concepto que tanto defendíamos, el de “occidente”, a donde todos los días llegan humanos de otras regiones con la esperanza de una vida mejor, está roto. El populismo, el proteccionismo y una tendencia a los regímenes autocráticos está cambiando la senda internacional, mientras China cortejó a la UE como un aliado en su conflicto comercial con los EE. UU., ofreciendo mejorar el acceso de las empresas extranjeras y trabajar con la UE en la reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Estrategias con opciones para operar en el escenario actual

¿Y los inversionistas dónde están? O no están prestando ninguna atención a estos eventos o están interpretando mal el riesgo geopolítico. Estamos en la temporada de resultados corporativos del segundo trimestre, y tenemos a los índices de acciones tocando máximos: el tecnológico Nasdaq 100 alcanza los 7.400 puntos, y la volatilidad está cerca de 12% en el VIX. Por otro lado, el oro cotiza a 1.240 dólares por onza troy, y el cruce de divisas dólar estadounidense-yen japonés (USDJPY) se encuentra por encima de los 112,00 yenes por billete verde.

Por ahora me pregunto qué debo hacer en este mercado de capitales, donde vislumbro una cierta apatía y conformismo por parte de los inversionistas. Por eso, me inclino hacia estrategias con opciones y busco puntos interesantes de volatilidad, sea baja o alta. Las estrategias de opciones pueden ser aplicadas de dos maneras: estrategias simples direccionales y o sofisticadas con combinación de opciones y apostando en la volatilidad.

Leyendo la volatilidad implícita en las divisas, veo que está neutra/rica: los cruces euro-dólar (EURUSD), dólar-yen (USDJPY) y dólar estadounidense-dólar canadiense (USDCAD) están con volatilidad implícita a un mes por debajo del 7%, y el cable libra esterlina-dólar (GBPUSD) por debajo de 8%.

Cómo lo analizo y cómo armo la estrategia: como se verifica en la tabla de aquí abajo, la volatilidad implícita está por encima de la realizada, pero sigue en niveles bajos; el 25 delta risk reversal es negativo para los tres primeros cruces de monedas y positivo para el cuarto. Como estamos con poca volatilidad implícita, voy por dos estrategias más conservadoras: recibimos prima por la combinación de las dos opciones, por eso son dos estrategias positivas en valor de prima que recibo y pago, y limito así mis pérdidas y ganancias:



En el Bull Put Spread, para una estrategia donde buscamos una tendencia neutra/alcista, el objetivo es que el precio de la divisa no baje de un determinado precio. Es una estrategia combinada con dos opciones put (venta), una de ellas comprada (ATM), y la otra vendida (ITM), con la misma fecha de vencimiento.

Utilizamos las opciones put (venta), el precio de ejercicio más alto (ITM) dentro del precio, vendemos la opción y obtenemos una prima mayor; la segunda opción put (venta) es más barata (ATM), está al precio de mercado y la compramos.

En el Bear Call Spread, de igual modo que armamos el Bull Put Spread, buscamos una tendencia neutra/bajista, y el objetivo es que el precio de la divisa no suba de un determinado precio. Es una estrategia combinada con dos opciones call (compra), una de ellas comprada (OTM), y la otra vendida (ATM), con la misma fecha de vencimiento.

Utilizamos las opciones call (compra), el precio de ejercicio más alto (OTM), por encima del precio, compramos la opción y pagamos una prima menor; la segunda opción call (compra) es más cara (ATM), está al precio de mercado y la vendemos.