Durante las últimas dos semanas, hemos visto una drástica recuperación del euro. La divisa ha subido más de 4 centavos en un movimiento que llevó al par desde mínimos de un año de 1,13 hasta máximos de tres semanas en 1,1733. La recuperación fue impulsada por la caída del dólar, la mejora del interés por el riesgo, unos informes económicos de Estados Unidos más discretos, la mejora de los datos de Alemania y la cobertura corta. Sin embargo, ahora que el EUR/USD ha sobrepasado el nivel de 1,17 y está a 17 puntos de nuestro objetivo, 1,1750, podría ser hora de empezar a vender euros.
Sobre una base fundamental, los movimientos sin precedentes de las acciones de Estados Unidos impulsarán la confianza empresarial y de los consumidores. De hecho, según el Conference Board, la confianza de los consumidores de agosto alcanzó máximos de 17 años. Esta actitud positiva debe traducirse en un aumento del gasto, especialmente después de que el informe sobre la confianza indicara que hay más encuestados que se disponen a hacer grandes compras (casas, coches, electrodomésticos grandes) en los próximos seis meses. Cuando aumenta el gasto, aumenta el crecimiento y mejoran los datos de Estados Unidos. Los datos de Alemania han sido decentes como indica el informe del IFO de Alemania del lunes, pero el verdadero problema del euro es Italia. El rendimiento de los bonos italianos a 10 años registró máximos de cuatro años martes, lo que refleja las nuevas preocupaciones en torno al presupuesto del país. Ahora los inversores lo ven como un problema localizado pues vendieron bonos italianos pero no euros. El lunes, el primer ministro Luigi Di Maio dijo que el Gobierno podría superar el objetivo de déficit del 3% de la UE el año que viene y el mero riesgo de que esto sea así podría propiciar un deterioro de las previsiones o la rebaja de la calificación de las tres principales agencias de calificación las próximas semanas. El euro no va escapar a la caída si disminuye la calificación crediticia de Italia.