Los conceptos de soporte y resistencia de precios son de vital importancia en lo que respecta al análisis técnico y la evaluación de la acción de precios en los mercados. A continuación, una breve explicación sobre estos conceptos tan importantes y el fundamento psicológico detrás de su funcionamiento.

¿Qué son los soportes y las resistencias?

Un soporte es básicamente un nivel de precios en el cual las cotizaciones suelen rebotar al alza, mientras que una resistencia es un nivel de precios en el cual las cotizaciones tienden a rebotar a la baja. Existen herramientas matemáticas de lo más sofisticadas para detectar soportes y resistencias, aunque una observación visual de los gráficos de precios muchas veces resulta suficiente.

Los niveles de soporte y resistencia pueden señalarse en un nivel puntual o en un rango más amplio determinado. Por ejemplo, en el gráfico de más abajo observamos con claridad que el rango comprendido entre 44,5-45 dólares por unidad ha resultado clave para los precios de la acción de Coca-Cola (KO) en los últimos años.

Durante todo el período comprendido entre junio de 2017 y febrero de 2018, el precio del activo testeó reiteradamente este nivel de soporte, rebotando siempre hacia el alza. Finalmente, en febrero de 2018, el soporte se rompió a la baja, y la zona en cuestión pasó entonces a funcionar como resistencia.

Este comportamiento refleja una de las características más importantes de los soportes y resistencias: que un soporte que se rompe a la baja suele pasar a funcionar como resistencia, mientras que una resistencia que es vulnerada hacia arriba suele pasar a funcionar como soporte de precios.

El fundamento psicológico detrás de los soportes y resistencias

En definitiva, el análisis del comportamiento de precios no es otra cosa que estudiar la oferta y demanda que hay por un activo determinado. Por lo tanto, los aspectos psicológicos detrás del comportamiento de los inversionistas resultan muy valiosos en este sentido.

Supongamos un activo que se encuentra en un rango lateral, con soporte en la zona de 100 dólares y una resistencia en la zona de 150 dólares por acción. Ante las fluctuaciones de precios, podemos diferenciar a grandes rasgos tres tipos de posturas:

El inversor que está comprado y desea que el precio suba
El inversor que está vendido (apuesta a la baja) y desea que el precio caiga
El inversor que está indeciso y no tiene posición ni de compra ni de venta en el activo

En un escenario alcista, el activo comienza a subir de precio, desde los 100 dólares camino a los 150, por ejemplo. En este caso, los inversores alcistas ganan confianza y desean comprar una posición mayor. Por otro lado, los inversores bajistas pierden confianza en la posición y se plantean la posibilidad de cerrarla para limitar las pérdidas. Los inversionistas indecisos, a su vez, comienzan a mirar al activo con buenos ojos para una posición alcista a medida que observan que los precios se mueven al alza.

Si luego se da un retroceso y el activo se acerca nuevamente a los 100 dólares por acción, los inversores alcistas consideran que es buen momento para aumentar posiciones. Los bajistas consideran que es un buen precio para cerrar la posición sin asumir grandes pérdidas, y los inversores indecisos empiezan a ver que el precio es atractivo para una posición de compra.

Por lo tanto, a medida que un activo se acerca a una zona que ha funcionado como soporte en el pasado, tanto los alcistas como los bajistas y los indecisos, tienen buenos incentivos para comprar el activo en cuestión. Un aumento en la cantidad de órdenes de compra cerca de los niveles de soporte fortalece a este soporte e incrementa la posibilidad de que los precios efectivamente reboten al alza en esa zona de precios.

Alternativamente, también puede suceder que los precios caigan por debajo de la zona de soporte en caso de que la presión vendedora supere al aumento de la demanda en los niveles clave de precios. Esto es claramente una victoria para los bajistas en su lucha de fuerzas contra los alcistas. Los bajistas ganan confianza cuando se rompe un soporte, mientras los alcistas se comienzan a dudar y los indecisos se inclinan hacia el lado bajista.

Cuando se rompe el soporte, la zona de 100 dólares que antes funcionaba como soporte puede pasar a funcionar como resistencia. Si el activo cae por debajo de los 100 dólares y luego vuelve a testear esta zona en un movimiento alcista se produce un aumento de la presión vendedora.

Muchos de los alcistas compraron cerca de los 100 dólares por acción y luego la posición pasó a terreno perdedor. Para estos operadores, una recuperación de los precios cerca de 100 dólares por unidad implica la posibilidad de cerrar la posición limitando las pérdidas potenciales. Adicionalmente, para los bajistas y los indecisos en busca de un buen punto de entrada para alguna posición bajista, la zona de antiguo soporte y ahora resistencia presenta un punto de entrada atractivo para nuevas posiciones bajistas.

Como vemos, no existen fórmulas mágicas ni comportamientos demasiado sofisticados detrás del funcionamiento de los soportes y resistencias en el mercado financiero. Se dice que los precios tienen memoria en el sentido de que tienden a rebotar al alza o a la baja en las zonas de soporte y resistencia, respectivamente. Sin embargo, en realidad, son los inversores quienes tienen memoria: un precio que se acerca a una zona de soporte presenta incentivos para comprar, y un precio que se acerca a la zona de resistencia presenta incentivos para vender.