El mundo de las divisas se parece a un tablero de ajedrez, donde todos van al Rey. Y el Rey no son más que las buenas condiciones para su comercio: con acuerdos multilaterales o bilaterales, todos buscan una manera de llegar al Rey.

Estados Unidos inició la partida, y fue un poco con todo y contra todos. Pero hay otros más sabios y menos impulsivos que, en el medio de esta contienda por disputas alrededor de las tarifas comerciales, lo pueden aprovechar bien. Al parecer, Europa, con todos sus defectos, sí que se sabe mover en el tablero: así, de casilla en casilla va logrando sus acuerdos comerciales. Por ahora, el último fue solo un documento de buenas intenciones con los Estados Unidos.

En los últimos años, las relaciones con Turquía se enfriaron mucho, pero la Unión Europea (UE) sigue siendo el principal socio comercial de ese país: casi la mitad de sus exportaciones se destinan al mercado europeo.

La seria crisis que enfrenta Turquía obliga al presidente Recep Tayyip Erdogan a buscar nuevos socios. Qatar ya le dio la mano, con la intención de invertir unos 15 billones de dólares en su economía. ¿Será que Europa y Turquía van a aprovechar esta oportunidad para acercarse de nuevo?

La ayuda de Europa vendría en un buen momento para que Turquía se modernice como una economía abierta, en una democracia más estable y con valores más cercanos a los europeos. Al final de cuentas, Turquía sí que es un país euroasiático, donde los turcos, sobre todo los más jóvenes, están de acuerdo con esos valores europeos. Entonces, se pierde un socio pero se gana otro, en este tablero de ajedrez.

La cosa está seria: Europa volvió a sonreír ligeramente con la publicación de los números del crecimiento referente al segundo trimestre de este año, que fue del 2,2%, pero todavía algunos países como Italia siguen creciendo por debajo del promedio europeo, con el 1,1%. Alemania aportó un crecimiento del 2,00%, y países de la periferia como Portugal tuvieron un crecimiento por encima del promedio: del 2,3%.

Por eso, una crisis en Turquía sería una pesadilla no deseada para Europa, sobre todo en economías más débiles, como las de la periferia.

Los inversionistas se preocupan con el desarrollo de estos eventos, en gran medida debido a la fuerte exposición a la economía turca: el banco español BBVA, el italiano UniCredit, el holandés ING y el francés BNP Paribas tienen exposición a Turquía, y por eso, sus acciones ya sufrieron correcciones fuertes en Bolsa. El desplome de la lira turca (TRY) de cerca de un 40% este año, hace más difícil hacer frente al pago de la deuda externa e importar productos del exterior.

El contagio a otros países con economías emergentes y más expuestos a las dificultades de un dólar (USD) fuerte, son otra preocupación para los inversionistas. Y esta contienda por más proteccionismo muy probablemente va a hacer que la inflación suba, y las tasas de interés tendrán que acompañar esa tendencia, provocando una subida en el rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos y, muy posiblemente, genere una corrección en los mercados de acciones. Por ahora, aún es temprano.

Cuando vemos que la volatilidad implícita a un mes en algunas divisas subió en apenas tres días más del 15%, como en el caso del cruce dólar estadounidense-florín húngaro (USDHUF), donde subió exactamente un 15,51%; el par dólar estadounidense-peso mexicano (USDMXN), con un alza del 30,93%; y el cruce dólar estadounidense-rand sudafricano (USDZAR), con una suba del 52,70%, nos indica el nervosismo de los mercados financieros. Pero para los operadores de opciones en divisas, nos da una oportunidad para armar estrategias, ahora que estamos con la “volatilidad implícita rica”.

Cuando la volatilidad implícita menos la realizada es positiva, significa que la volatilidad es rica, y esto quiere decir que la volatilidad implícita negocia por encima de la realizada, y se considera barata cuando se da la situación inversa.

La página de mx.investing.com tiene una herramienta muy buena para medir la ponderación entre la volatilidad implícita y la realizada, dentro del menú “options” en los cruces de divisas:



En las opciones utilizamos un cuadro muy simple, sobre todo para iniciar las inversiones en este tipo de instrumento y cómo nos debemos posicionar en relación a la estrategia de opciones que queremos armar, ya sea comprar volatilidad o vender volatilidad:



Con este cuadro, nos posicionamos en relación a la volatilidad rica y barata, y utilizamos el “palo de hockey” para lograr diseñar la estrategia, ya sea simple direccional o combinada con volatilidad.

Con este principio básico y simple, debemos entonces, con las herramientas de análisis -financiero, de las noticias, de la volatilidad, de los gráficos y el riesgo- armar la estrategia.

De una manera muy simple, podemos afirmar que con esta volatilidad implícita rica, la estrategia sería vender opciones, y si esta volatilidad implícita aún se va a quedar más y más rica, no sería bueno comprar opciones: ahí entra el factor más importante de todos: el riesgo que estamos dispuestos a asumir en nuestra estrategia, sabiendo que volatilidad rica es mayor retorno y mayor riesgo, y que volatilidad barata es menor retorno y menor riesgo.

En las estrategias direccionales, donde normalmente utilizamos las llamadas “naked options” simples, tenemos riesgo limitado a la prima y ganancia ilimitada si compramos, mientras que si vendemos, tenemos riesgo ilimitado y ganancia limitada a la prima.

En las estrategias combinadas, tenemos desde las más simples hasta las más complejas:
covered call, bear call spread y bull put spread, long gamma y short gamma, straddle y strangle, mariposa, collar, iron condor, spread callendar, risk reversal… Como vemos, existe una cantidad y diversidad interesante de estrategias a aplicar con opciones en divisas.

Las griegas son ciertamente lo que nos va a definir qué tipo de estrategia queremos armar, ya sea delta, gamma, theta o vega.

Este es el momento de armar estrategias, o mejor dicho: en las últimas cuatro semanas, con la volatilidad implícita muy baja, salvo algunas pequeñas excepciones, la oportunidad de comprar volatilidad estaba en la mirada de los inversionistas en opciones de divisas. Aún tenemos tiempo, y creo que en los próximos meses y hasta fines de noviembre, esto se va a mover. Hacia dónde se moverá no lo sabemos, pero sabemos que con las opciones podemos invertir a la baja, al alza, y por movimientos fuertes y por movimientos planos.