Las oportunidades de trading, tanto dentro como fuera de la bolsa de valores, son muy diversas. Existen numerosos mercados e instrumentos en los que operar. Por lo tanto, la gran pregunta es: ¿cuál elegir y cómo operarlos? Para aquellos que quieran obtener más de su capital, los contratos por diferencia, conocidos como CFDs son los más adecuados. Estos derivados apalancados tienen algunos rasgos específicos que son de particular interés para los traders, así como rasgos especiales que deben tenerse en cuenta al operar. A continuación, le brindaremos una descripción general y le guiaremos paso a paso hacia el éxito usando CFDs en su trading.

En este artículo, nos gustaría llevarlo a través del mundo de la operativa con CFDs para que se inicie con éxito. Seguiremos las huellas de nuestro aprendiz Jose, el cual siguió este camino. Jose tiene un capital inicial de 10.000 euros y quiere operar activamente en los mercados. En principio, las acciones le podrían ser de su interés, pero ¿cómo podría usar su capital de la manera más sensata y amplia posible? Durante su investigación, se encontró con los CFDs. Con ellos se puede apalancar para obtener un mayor rendimiento con las acciones, índices, divisas, productos básicos, etc. Una gran ventaja de los CFDs sobre las acciones es que puede mover posiciones mucho más grandes con la misma cantidad de capital. Gran instrumento, piensa Jose, pero ¿a qué se debe prestar especial atención al operar con CFD y cuáles son sus mitos? Recorramos junto con Jose este camino informativo.

Mayor diversificación con menor inversión de capital

Los CFDs representan al subyacente respectivo con una proporción de 1: 1. Jose primero se pregunta a sí mismo por qué tendría que usar CFDs. Después de todo, simplemente podría comprar acciones directamente en la bolsa de valores. Incluso tendría la ventaja de operar en un mercado "directo" sin estar expuesto a ningún posible riesgo de ejecución o riesgos de contraparte del agente de bolsa. Sin embargo, los CFDs ofrecen algunas ventajas claras que hacen que este instrumento sea particularmente interesante para los traders. La ventaja más importante es que Jose puede expandir sus operaciones de forma mucho más amplia debido al bajo margen requerido y así administrarlas de manera más eficiente. Con los CFDs, en lugar de pagar el valor total de la posición como en las operaciones bursátiles normales, es suficiente depositar solo una fracción del valor total de la inversión en forma de margen en el agente de bolsa. Lo cual depende del apalancamiento correspondiente. Por ejemplo, se debe depositar un margen del 10%, si el apalancamiento es del 10. Si el margen es del 5 %, el apalancamiento es del 20. Para proteger a los inversores, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha aplicado recientemente varias restricciones sobre el apalancamiento. Por ello, el apalancamiento se ha limitado a 30:1 para las operaciones de forex, 20:1 para los principales índices bursátiles y 5:1 para las acciones.

En general, se aplica la siguiente fórmula: apalancamiento = 100 / Margen en porcentaje

A continuación, le mostramos un ejemplo (Tabla 1): Jose compra 100 CFDs en la acción X, que actualmente cotiza a 100 euros. Su agente de bolsa ofrece un margen del 20 %. Lo cual significa que tiene que depositar el 20% de su posición total como garantía, es decir, 2000 euros (20 euros por CFD). A diferencia de la negociación bursátil, en la que se usarían 10.000 €, aquí podrá posicionarse en otro activo con los 8000 euros restantes. Sin embargo, se recomienda mucha precaución, porque el riesgo máximo verdadero es mayor. Finalmente, Jose de opera las acciones por un total de € 10,000 (€100 por CFD). Entonces, si la acción cae a $ 80, se llega al límite del margen y necesitará meter más dinero en su cuenta para mantener la posición. Si varias posiciones de CFDs caen al mismo tiempo y las pérdidas no están limitadas en el tiempo, podrán ser muy peligrosas. El caso extremo - en el que el cliente podría perder más dinero invertido del que tenga en su cuenta - no se ha dado desde que se implementó recientemente la CNMV. Al renunciar a la obligación de hacer pagos adicionales, el riesgo de operar con CFDs ha disminuido y se vuelve más interesante para algunos agentes de bolsa. Si se usa de forma adecuada, el trading con CFDs permite la operativa profesional incluso con cantidades relativamente pequeñas.

Si asumimos un escenario positivo para nuestro ejemplo, en el que la acción X se eleva a 130 euros, Jose obtiene una ganancia de 3000 euros, aunque solo tuvo que invertir 2000 euros como garantías. Lo cual nos da un retorno del 150 % sobre la inversión de capital, mientras que operando directamente las acciones solo habría obtenido un rendimiento del 30 % sobre el capital invertido, y Jose tendría que haber comprado todas las acciones con su capital. La razón es: en la negociación con acciones puras, Jose habría tenido que pagar el valor total de la posición, es decir, € 10,000, al realizar la compra (Tabla 1). Por otro lado, con los CFDs, todavía le quedaría algo de capital para diversificar su cartera. Además, con los CFDs, Jose podrá negociar una cierta cantidad del activo subyacente sin poseerlo físicamente, como sería el caso al comprar una acción. Esto significa que, por lo general, podrá operar los precios a la baja, lo que no es posible en las operaciones bursátiles normales. Sin embargo, como operador de CFDs, no tiene los mismos derechos que un accionista, por ejemplo, no tiene derecho de voto. Todo lo que concierne al operador es la compensación de la diferencia entre los precios al abrir y cerrar su posición, y esta diferencia debe ser lo más positiva posible.

Cuidado con el apalancamiento

El margen varía entre los agentes de bolsa y según el subyacente. Antes de la unificación de la ESMA, había casos extremos con un apalancamiento de hasta 400, que todavía existen entre los agentes extranjeros que no son supervisados. Pero cuidado: el apalancamiento ofrece grandes oportunidades, pero también implica enormes riesgos. Los traders que no son conscientes de ello ni de lo fácilmente que podrían tener pérdidas masivas. Incluso si ha depositado solo una fracción de la suma como garantía, ya que ello no significa que pueda sentarse y relajarse. Porque la responsabilidad real del trader siempre se extiende a todo el valor de la posición.

El efecto del apalancamiento proporciona beneficios desproporcionados en caso de éxito. Pero en el caso opuesto, la cuenta de operaciones quedar destrozada. Especialmente si las posiciones se mantienen durante la noche dado que, ocasionalmente, hay huecos masivos al día siguiente. Por lo que se debe definir claramente el riesgo máximo antes de entrar en una posición y si tiene sentido mantener una posición durante la noche. Pero, sobre todo, hay eventos extremos (cisnes negros) como la sorprendente decisión sobre el Brexit el 24 de junio de 2016, tras la que se convirtió rápidamente en pesadilla la posición de algunos traders que no tuvieron en cuenta ni riesgo ni la administración del dinero. Los operadores como Jose tienen que evitar por adelantado entrar en una operación en la que el tamaño de sus posiciones crezca por encima de sus posibilidades. Incluso en casos extremos, un operador que controle el riesgo no debería ir más allá de su margen de garantía ya que puede poner en peligro el capital restante. Por lo tanto, la participación en tales instrumentos solo debe llevarse a cabo delimitando el riesgo y teniendo una clara administración del dinero. Para ello, es importante tener en cuenta los siguientes pasos:

1. Capital de trading: puede no ser necesario para otros fines y determina el capital que se pone en riesgo.

2. Riesgo máximo general: ¿en qué umbral de pérdida máxima detendría usted la operación?

3. Riesgo máximo de todas las operaciones abiertas: por ejemplo, Jose ha definido que le gustaría no perder más del 10 % del capital de trading en la máxima pérdida de todas las posiciones.


4. Riesgo de trading (riesgo de posición): ¿qué porcentaje del capital de trading se arriesga por posición? Por ejemplo, Jose afirma que arriesga un máximo del 0.5 % por operación. En base a ello, y combinándolo con un límite de pérdidas específico, se podrá establecer el número correcto de CFDs que podemos operar. Sin embargo, es importante que el tamaño de la posición no sea demasiado alto para límites ajustados cuando las posiciones se mantengan durante la noche. Y también debe tenerse en cuenta la volatilidad (rango de fluctuación del precio) al establecer el límite de pérdidas.

Especialmente los recién llegados a este negocio deberían primero desarrollar un amplio sentido de los movimientos de precios de los derivados. Por lo tanto, debe comenzar con una cuenta demo y luego con apalancamientos moderados.

Negociación OTC

Jose también debe saber que los CFDs se operan fuera de bolsa de valores, directamente con el agente de bolsa. Solo el subyacente del CFD, que por ejemplo puede ser una acción con una relación de precios 1:1, se negocia en la bolsa de valores. En otras palabras, el agente de bolsa refleja el precio del subyacente en su CFD y lo ofrece a sus clientes para que lo operen. Él es su socio de trading, contratante del trader y responsable de proporcionar precios de forma continua para todos los CFD ofrecidos. Pero ello no es una desventaja, como se podría pensar. Las operaciones de venta en el mercado libre son muy valoradas por los traders de todo el mundo, ya que les facilita su trabajo diario. Como regla general, es más rápido que el mercado, lo que es una ventaja no solo para los traders diarios que usen un gran volumen. Debido a la intensa competencia, la negociación extrabursátil de hoy en día se basa en estándares muy altos que ya no son significativamente diferentes de las operaciones bursátiles. La negociación OTC también es más barata, ya que se elimina la comisión de corretaje.

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Costes en el trading con CFDs

Como es habitual en otros derivados, los creadores de mercado establecen precios para sus CFDs. Lo cual implica costes en forma de garantías, comisión, costes de financiación y desviación, que Jose debe tener en cuenta. El diferencial (distribuido entre los precios de oferta y demanda) está disponible para todos los valores y derivados. Sin embargo, la cantidad puede variar de un proveedor a otro. Como regla general, las garantías se basan en el mercado operado y su liquidez. Los agentes de bolsa que proporcionan CFDs con acceso directo al mercado (DMA) ofrecen al trader los precios originales del mercado respectivo. Por ejemplo, puede vender una acción X al mismo tiempo por 99.95 euros o comprarla por 100.05 euros, el cual se corresponde con el precio de referencia en la bolsa en ese momento.

Para la ejecución, los agentes de DMA también cobran comisiones (tarifas de compra y venta), especialmente en las acciones. Porque, aunque la horquilla surge directamente del mercado, el agente de bolsa también debe cobrar una tarifa por su servicio de ejecución. Por otro lado, los agentes de CFDs que actúan como creadores de mercado establecen su propio precio para el instrumento subyacente relevante a una desviación mínima del precio original. En la mayoría de los casos, los diferenciales son un poco más amplios que en el mercado de referencia; muchos de estos agentes renunciarán a tarifas adicionales como a las comisiones. En particular, los CFDs sobre índices, materias primas o divisas a menudo están libres de comisiones. A veces también hay modelos mixtos de tarifas. El tercer componente del coste es decisivo, sobre todo para periodos de tenencia más largos: los costes de financiamiento. Son causados por el trading con garantías, en donde el trader deposita solo una pequeña parte del valor de posición como garantía. El resto es financiado por el agente de bolsa el cual aplica un interés. Todo esto se puede comparar con un préstamo de seguridad a corto plazo, que el operador recibe del agente de bolsa por la duración de la operación.

Los costes de financiamiento generalmente se calculan a partir de una tasa de interés diaria de la moneda nacional respectiva y un recargo de 2 a 4 puntos porcentuales que depende del proveedor. En la zona euro, el EONIA (Promedio del índice Euro Overnight) generalmente se utiliza como la tasa a aplicar durante la noche. El último factor de coste es el deslizamiento. Ocurre especialmente en los mercados en el que los precios se mueven rápidamente y las órdenes solo se ejecutan un poco más allá del límite real o del precio final. A menudo, los límites de pérdidas sufren de costes de deslizamiento, mientras que las órdenes limitadas a veces incluso pueden obtener un deslizamiento positivo (mejor ejecución que el precio límite previsto).
Jose debe mirar cuidadosamente antes de entrar en una posición, luego debe preguntarse: ¿el agente de bolsa establece sus propias cotizaciones o utiliza las cotizaciones reales según los respectivos mercados de referencia? ¿El agente de bolsa está regulado, por ejemplo, por CNMV? ¿Cuáles son sus tarifas y costes de financiamiento? ¿Cómo de rápido ejecuta una orden? Si Jose se informa por adelantado, no debería experimentar sorpresas desagradables.