Cuando vas al médico, ¿exageras la actividad física que haces? ¿Mientes sobre lo que comes? ¿Finges entender las explicaciones que te dan, aunque no sea así? No eres el único. Se trata de prácticas habituales de los pacientes en las consultas médicas.

Pero, ¿por qué mentimos, aunque seamos conscientes de que puede ser peligroso para nuestra salud? La mayoría de los 4.500 encuestados en un estudio de la Universidad de Utah aseguraron que mentían porque querían evitar ser juzgados.

Además, los pacientes no querían que les dieran lecciones sobre algunos comportamientos nocivos. Más de la mitad de los encuestados afirmaron que ocultaban información a su médico porque se sentían avergonzados.

La encuesta revela también que las personas que se identificaron como mujeres jóvenes y con mala salud eran las que tenían más tendencia a esconder información relevante a su médico.

"La mayoría de la gente quiere que su médico tenga una muy buena imagen de ellos", dice la autora principal del estudio, Angela Fagerlin, catedrática de ciencias de la salud de la Universidad de Utah, en la página del estudio.

Los problemas de no ser 100% honesto con el médico son evidentes. "Que un paciente oculte información sobre lo que come o sobre si se toma sus medicamentos puede tener consecuencias importantes para su salud. Especialmente si tienen una enfermedad crónica", dice Andrea Gurmankin Levy, coautora de la investigación.

Sin embargo, el estudio señala que los pacientes pueden no ser los únicos responsables de esta situación. "La manera en que los médicos se comunican puede provocar que los pacientes tengan dificultad para abrirse", dice Fagerlin. "Esto plantea una pregunta: ¿existe una manera de capacitar a los médicos para ayudar a sus pacientes a sentirse más cómodos?".

Levy and Fagerlin esperan llevar adelante una segunda parte del estudio para ahondar en estos factores y analizar, entre otras cosas, si los pacientes son más honestos con médicos que los trataron durante años.