Si quieres sacarle rentabilidad a tus ahorros, invertir en bolsa puede ser una buena opción. Eso sí: hay que hacerlo de manera correcta y siguiendo una estrategia de inversión que funcione. Para ello, no es necesario dedicarle mucho tiempo a la bolsa ni tener una formación superior en economía y/o finanzas.

Casi cualquier persona puede aprender a operar en bolsa y llegar a ganar dinero constante haciéndolo. Para muchos inversores particulares, la bolsa representa incluso una fuente de ingresos pasiva importante.

Sin embargo, no hay que perder de vista que la inversión en renta variable conlleva un riesgo, y, de la misma forma en que podemos ganar, también podemos perder. Y de hecho, lo más habitual es que tengamos pérdidas los primeros años como inversores.

Por eso, antes de empezar a invertir, todo aquel que haya recibido una formación bursátil adecuada debería plantearse la siguiente pregunta: ¿de qué dinero dispongo para abrir mi propia cuenta de valores?

La respuesta tiene que ir acompañada de otra cuestión, además de la cifra: ese dinero que destinaré a invertir, ¿lo necesito realmente para los próximos cinco o diez años?

Aunque esto último puede parecer una obviedad, muchas personas se lanzan a invertir en productos con riesgo usando el dinero que tienen guardado parta pagar su hipoteca o el colegio de sus hijos.

Una situación de ese tipo puede tener nefastas consecuencias para la vida de esa persona si la inversión le sale mal y pierde ese dinero, y no cuenta con otra fuente de ingresos adicional.

Al invertir en bolsa, hay que hacerlo con capital que no vayas a necesitar en muchos años, para darle así la oportunidad de crecer, de generar rentabilidades a largo plazo.

Lo ideal es conseguir que nuestras inversiones generen beneficios pasivos y que la cartera vaya aumentando progresivamente.