Richard J. Dennis, también conocido como el “Principe del Pit” fue uno de los grandes traders de materias primas, y su historia es de lo más interesante (aún está vivo pero ya no se dedica al trading). Comenzó a trabajar a los 17 años en el Chicago Mercantile Exchange llevando órdenes en papel de un lado a otro, hasta que en 1970 pidió prestado la irrisoria cantidad de $1600, con la que adquirió la licencia para especular en “The MidAmerica Commodity Exchange” por $1200, utilizando los $400 restantes para financiar su cuenta. Al cabo de unos años, esos $400 se habían convertido en nada más y nada menos que 200 millones de dólares.

Aunque esta hazaña es muy interesante en sí, lo que me parece más interesante aún es el experimento que llevó a cabo con un grupo de personas, a los que más tarde se conoció como “Las Tortugas”, Pero antes, situémonos en contexto.

¿El trading puede enseñarse? El nacimiento de “Las Tortugas

Tras haber amasado una inmensa fortuna con el mercado de la soja, se planteó si el trading podía enseñarse a raíz de una conversación con su amigo y compañero de inversiones William Eckhardt. Richard se encontraba completamente convencido de que así era, mientras que su colega no compartía la idea en absoluto. Esta discusión desencadenó en una apuesta que dio lugar a uno de los experimentos más interesantes y representativos de la historia del trading. Habían nacido las Tortugas.

Corría el año 1983 cuando Richard se puso manos a la obra y seleccionó a 21 hombres y 2 mujeres que se habían presentado a su anuncio en el periódico. Se trataba de un grupo de lo más variopinto, entre los que se podían encontrar contables, un pianista, creadores de videojuegos o algún que otro novato de los mercados. Dennis se comprometió a entrenar a este grupo de personas sin formación alguna en trading durante dos semanas, y otorgarles una cuenta real a la finalización del periodo de formación para poner a prueba sus conocimientos y demostrar así que tenía razón. Decidió llamar a este grupo “Las Tortugas” porque observó que las tortugas eran criadas de una manera similar durante un viaje a Asia del que había vuelto hace poco tiempo.

Tras este curso express – ¡dos semanas son muy poco tiempo para operar en cuenta real!- en el que todos los miembros recibieron exactamente la misma formación y aprendieron exactamente el mismo sistema de trading, se le otorgó a cada participante una cuenta con dinero del propio Richard, cuya cantidad variaba entre $250 000 y $2 millones en función de los resultados obtenidos durante el curso.

Uno de las tortugas más famosas de Richard fue Curtis M. Faith, quien con 19 años consiguió transformar su cuenta de $2 millones en más de $30 millones en 4 años. CUATRO.

Observando este resultado puede parecer lógico pensar que Richard ganó la apuesta fácilmente, sin embargo los resultados de los demás traders no aportan una conclusión tan clara.

A pesar de utilizar un mismo sistema, seguir el mismo aprendizaje y trabajar en el mismo lugar, los resultados fueron bastante heterogéneos. Si bien Curtis Faith ganó una barbaridad de dinero, otros traders ganaron una suma considerable y algunos incluso ¡PERDIERON!, con su consecuente expulsión del programa.

Curtis explica en su libro “La Estrategia de las Tortugas” cómo consiguió ser la tortuga con mejores resultados. La respuesta es muy clara. NO PENSABA. Simplemente se dedicaba a ejecutar el sistema al pie de la letra, sin preguntarse si la operación iba a ser perdedora o ganadora, él hacía lo que le habían enseñado, ni más, ni menos. Es interesante resaltar su actitud cuando entraba en rachas de operaciones perdedoras: aparte de modificar la cantidad a arriesgar en cada operación, condición incluida en el sistema, continuaba ejecutando el sistema como si no hubiera perdido ni un céntimo. Ahí radica su éxito. No quiso inventar nada nuevo, se limitó a seguir un sistema ganador y aunque a veces daba pérdidas (muchas), en el largo plazo era ganador, lo que le llevó a generar más de 30 millones de dólares.

Sistema de Trading de “Las Tortugas”

En este apartado vamos a ver el sistema que utilizaron las tortugas para generar una increíble cantidad de dinero, como veremos a continuación, la clave del sistema no era el sistema en sí, sino la gestión monetaria que hacían, ya que el sistema es de lo más simple que vas a ver en tu vida.

Sistema 1:

Entradas: Comprar cuando el precio supera el máximo de 20 días anteriores. Vender cuando el precio supera el mínimo de 20 días anteriores.
Salidas: Si estamos en largo, salir cuando el precio rompa el mínimo de 10 días anteriores. Si estamos en corto, salir cuando el precio rompa el máximo de 10 días anteriores.



Sistema 2:

Entradas: Comprar cuando el precio supere el máximo de 55 días anteriores. Vender cuando el precio supere el mínimo de 55 días anteriores.
Salidas: Si estamos en largo, salir de la operación cuando el precio supere el mínimo de 20 días anteriores. Si estamos en corto, salir cuando el precio supere el máximo de 20 días anteriores.



Gestión Monetaria de “Las Tortugas”

Por fin llegamos a las claves del éxito de las tortugas, su gran gestión monetaria. Aunque avanzada, la gestión monetaria de las tortugas es muy simple y puede ser aplicada a cualquier sistema.

Stops: como ya hemos visto los puntos de entrada en el apartado anterior, lo lógico sería saber dónde ponían los stop loss. Las tortugas basaban su stop loss en la volatilidad del mercado, por lo que cuando el mercado era muy volátil el stop era mayor y cuando el mercado era menos volátil el stop era menor. Concretamente utilizaban el ATR o “Average True Range” para colocar sus stops, que se colocaban a una distancia de 2xATR de la entrada, o lo que es lo mismo, a una distancia el doble a la lectura que nos da el ATR en el precio de entrada.

Tamaño de la posición: las tortugas no podían arriesgar más del 2% de la cuenta en cada operación, así de simple, pero ahora viene lo interesante, repartían ese 2% en 4 entradas.
Si el sistema les deba una señal de entrada, ponían la orden de compra o venta en el punto indicado anteriormente con un tamaño del 0.5% de la cuenta. El stop 1 se colocaba basándonos en lo dicho en el punto anterior.
Si el precio se movía a su favor una distancia de 0.5xATR entraban de nuevo con otro 0.5%de la cuenta. El stop 2 se ponía a una distancia de 2xATR de la entrada 2 y el stop 1 se movía al mismo nivel del stop 2.
Si el precio continuaba a su favor otro 0.5xATR volvían a entrar con un 0.5% de la cuenta, poniendo el nuevo stop 3 a una distancia de 2xATR de la nueva entrada y moviendo el Stop 1 y 2 al nivel del stop 3.
Si el precio se volvía a mover otro 0.5xATR en su dirección repetían el proceso por última vez.



Ajustando el tamaño de la posición en periodos de pérdidas largos

Si nuestra cuenta disminuye un 10%, actuaremos como si nuestra cuenta hubiera disminuido un 20%. Esto es, que si perdemos $10 000 de una cuenta de $100 000, operaremos como si nos quedaran $80 000.
Esto no es que tenga un trasfondo psicológico, sino que lo vamos a utilizar para medir el tamaño de nuestras posiciones. Es decir, que aunque tengamos una cuenta con $90 000 y el 2% de esa cuenta equivalga a $1 800, haremos como que nuestra cuenta es de $80 000 y el 2% que arriesgaremos en la siguiente operación será de $1 600, reduciendo así las perdidas en rachas muy negativas aliviando la carga emocional.

Conclusiones

Las conclusiones que podemos sacar del experimento de las tortugas son bastante claras: por mucho que nos den un sistema ganador nuestra mente siempre va a jugar en nuestra contra. Lo que debemos de hacer es seguir el sistema al pie de la letra y no desviarnos ni un ápice, ya que cuando intentamos ser creativo y reinventar la rueda es cuando las cosas se tuercen y entramos en una espiral de pérdidas continuas. Como todo sistema, el de las tortugas daba pérdidas, la clave de su éxito radica en seguir el sistema incluso en los tiempos de pérdidas continuas, ya que en el largo plazo, la estadística jugaba a su favor y saldrían victoriosos.

Como podemos ver, el experimento de Richard Dennis con “Las Tortugas” es más que interesante y a nivel personal podemos sacar varias conclusiones que nos pueden ayudar con nuestro trading:
  • Es posible aprender a ser un trader rentable, para eso vamos a necesitar un sistema ganador, gestión monetaria de excelente calidad y mucha fuerza psicológica para seguir nuestro sistema en rachas perdedoras.
  • No hay que reinventar un sistema que es ganador, se puede hacer uno o dos retoques pero no modificarlo de tal manera que cambie su esencia.
  • Un sistema simple puede generar beneficios si sabemos gestionar el riesgo.
  • La gestión monetaria es de vital importancia en el trading.
  • Tenemos que conocer nuestro sistema a fondo para no caer en desgracia en rachas de pérdidas.