"Tú tienes el control sobre tus emociones, no lo pierdas. No se trata de no demostrar tu molestia, sino de hacerlo mesuradamente, sin después arrepentirte de una acción cometida en un momento de descontrol." Napoleón Hill El trading es una disciplina profesional increíble, llena de retos, exigente y extremadamente pasional. Me atrevería a decir que el reto de batir al mercado en cada sesión, es una experiencia vital sin parangón. Todo este flujo emocional es compartido por todos los operadores convirtiendo el mercado en mareas de euforia y pánico en forma de volatilidad.

Es por ello que la mentalidad es tan importante para tener éxito en el trading. Con el paso de los años, el trader se va distanciando del análisis conductual y enfocando más sus acciones hacia el autocontrol. No en vano, el trading se compone de tres pilares básicos; el análisis, la gestión monetaria y la psicología. El factor más determinante en los resultados es la psicología, que supone el 60% del resultado, por este motivo conocerse a sí mismo es clave para tener rentabilidad a largo plazo bajo cualquier tipo de operativa.

Esta conclusión nos lleva a plantearnos de qué manera podemos llegar al autocontrol, puesto que de algún modo podemos decir que controlar nuestros impulsos es controlar el mercado. Sin embargo, no es una tarea sencilla. Podemos estudiar técnicas de análisis y de gestión monetaria, ¿pero como podemos aprender a conocernos a nosotros mismos como traders? Creo que los primeros pasos para poder llegar a tener el control sobre nuestros impulsos es entender que la psicología lo es todo y hacer un acto de reflexión profundo sobre nuestros errores. Por este motivo voy a enumerar los principales rasgos emocionales que tanto perjudican al especulador.

No cortar las pérdidas


La primera obligación del trader es gestionar la pérdida. Si hay un rasgo común en todos los traders es la aversión a las pérdidas. Para poder controlar nuestras emociones debemos perder el miedo a las pérdidas y asumirlas con absoluta naturalidad. Tenemos que entender que la pérdida es el coste de nuestro objetivo; la tendencia. Las pérdidas forman parte de este negocio y hay que aceptarlas. La clave no está en las veces que perdemos dinero, sino en el % de capital que arriesgamos en cada operación y los ratios riesgo/recompensa que logramos a cambio. Por ello, es crucial tener políticas de gestión monetaria y un plan de trading en el que estudiar rigurosamente todas las operaciones para tener estadísticas claras sobre nuestro trading.

Contar el dinero

Como traders debemos tener un doble objetivo; analizar la sesión mientras los mercados permanecen cerrados para anotar en nuestro plan de trading las decisiones tomadas y ejecutarlas en el transcurso de la siguiente sesión. La hoja de ruta marca lo que queremos hacer en la próxima sesión. Una vez abre el mercado, no pensamos, ejecutamos nuestro plan y dejamos de tomar decisiones. Si pensamos en el dinero que ganamos o perdemos, haremos asociaciones de consumo que influirán emocionalmente en nuestras decisiones, lo que nos llevarán tarde o temprano, a tomar decisiones impulsivas. Erróneas en cualquier caso.

Hacer trampas

A veces el trader pierde la humildad tan necesaria ante las pérdidas y hace trampas en el mercado, como por ejemplo saltarse un stop loss o cambiar de escala temporal para justificar lo injustificable. El mercado es un flujo continuo de emociones y los precios fluctúan. No hay verdad absoluta alguna en los mercados, simplemente probabilidad. Dicha probabilidad se ve truncada en el momento que rompemos nuestra estrategia. Lo peor que puede pasar es caer en el auto sabotaje; cometer trampas y tener ganancias. Ello nos llevará a creernos más listos que el mercado y tarde o temprano, el mercado se cobrará esas ganancias con intereses.

Tratar de llegar a la certeza absoluta


Uno de los principales miedos del trader es apretar el gatillo. Las mejores operaciones suelen darse en contra de la tendencia dominante, eso implica ir en contra de la multitud. Por este motivo, muchos traders tratan de encontrar en el análisis un exceso de argumentos para tener la certeza de que su operación será ganadora. No se trata de leer muchos indicadores de análisis técnico, simplemente se trata de ejecutar el plan de trading y controlar muy bien la política de gestión monetaria.

El éxito lleva a la complacencia

A veces los mercados cotizan vigorosas tendencias que producen en el estado anímico del trader cierta arrogancia. Una buena racha hace que muchos operadores pierdan un poco la noción del riesgo, provocando una embriaguez de apalancamiento que tarde o temprano lleva a la aniquilación de sus cuentas. Siempre tengo presente que el mismo Jesse Livermore fue víctima de un exceso de complacencia, tras hacerse multimillonario en el crash de 1.929. El mercado es dinámico y jamás podremos tener el control sobre él. Lo que sí podemos hacer es tener el control sobre nosotros mismos.

Buscar justificación en los argumentos


En lugar de analizar los gráficos en base a la evidencia de los mismos, muchos traders tienen sesgadas sus interpretaciones y tratan de buscar argumentos analíticos que justifiquen sus decisiones. El arsenal de herramientas de análisis técnico es excesivo y siempre encontraremos en alguna escala temporal o en algún indicador, el argumento que justifique nuestra idea. El trader tiene que mirar con objetividad el mercado y basarse en la evidencia. Los indicadores sirven para complementar la información esencial que es sin lugar a dudas el precio. Este es el reflejo del consenso entre todos los participantes y estudiamos la batalla entre alcistas y bajistas, para estar del lado ganador. Cada día es una nueva oportunidad de ganar o perder dinero, por ello debemos actuar en base a lo evidente.

Formarse

Una de las cosas que más valor tiene en los mercados financieros son las conclusiones a las que se llega. Las conclusiones tienen un coste emocional y monetario muy elevado. Llegar a conclusiones requiere pasar por diferentes etapas y el mercado responde a ciclos económicos que tienen una longevidad de 5 años de media. Por ello se requieren 10 años de experiencia para poder vivir dos mercados alcistas y otros dos bajistas.

La formación implica un pequeño presupuesto para dotarse de conocimientos sólidos y poder empezar sabiendo las conclusiones que un operador experimentado puede tardar 10 años en llegar. Si se es avaricioso, no nos quedará más remedio que hacer la formación del mercado y la factura del mercado no hará más que incrementarse con el paso del tiempo.

No tener perjuicios

Mi primera tarea cuando enciendo mis monitores consiste en hacer un pequeño ejercicio de meditación y respiración. Posteriormente me digo a mi misma que hoy es un buen día para perderlo todo. Esta advertencia sorprende a nuestros alumnos, pero me sirve para recordar la amenaza del mercado si le pierdo el respeto. Posteriormente miro el plan de trading y me concentro para ejecutar la estrategia que he planificado durante el cierre del mercado. Con estos ejercicios y el plan de trading tengo la mente clara y eso no me produce angustia. Tener claro mi plan de trading me lleva a la claridad mental y ésta me lleva a evitar tomar decisiones impulsivas basadas en el libre albedrío del mercado.

El plan de trading

Uno de los peores errores que comete un trader principiante es buscar un sistema de entradas que sea el santo grial. El trading no consiste en tener un sistema de entradas perfecto. El trading consiste en ejecutar una estrategia consistente que se componga de los siguientes inputs:

1. Set up o entradas.

2. Stop loss o cortar la pérdida.

3. Money management o determinar el tamaño de la posición.

4. Stop break even o "ir gratis".

5. Stop profit o ilimitar la ganancia.

La correcta estructuración del plan de trading nos llevará a su ejecución durante la sesión y eso provocará que no seamos víctimas de los ticks.

Sobreoperar

Otro de los errores típicos del trader consiste en sobreoperar. Eso no supone necesariamente una crítica hacia el scalper. Hay sistemas de scalping perfectamente viables, sin embargo el scalping consiste en posiciones muy apalancadas y ratios riesgo/recompensa muy ajustados. Es una disciplina muy exigente y que lleva a la ruina a todos los novatos. La ganancia está en la tendencia y es mejor tener ratios de acierto menos exigentes, pero ratios riesgo/recompensa más elevados.

No por realizar más operaciones ganaremos más dinero. El bueno operador tiene la capacidad de permanecer inactivo y ver las fluctuaciones del mercado con mucha frialdad. Los presupuestos de riesgo son necesarios y tener objetivos de pérdidas y ganancias se antoja clave para evitar sobreoperar. Querer recuperar y querer ganar más, son lastres que perjudican a largo plazo nuestras rentabilidades como traders.