La inflación se mantuvo muy por debajo del objetivo del BCE de "por debajo, pero cerca del 2 por ciento". Mientras tanto, la inflación subyacente, que excluye la energía volátil, los alimentos, el alcohol y el tabaco, subió de 0,9 por ciento en agosto a un máximo del 1 por ciento en tres meses. La tasa estuvo en línea con las expectativas.
El presidente saliente del BCE, Mario Draghi, anunció una serie de medidas de estímulo en su última sesión de septiembre. El banco redujo la tasa de interés de sus depósitos en 10 puntos básicos, hasta el -0,50 por ciento. Los funcionarios del Banco Central Europeo recortaron las previsiones de inflación de la Eurozona para este año al 1,2 por ciento desde el 1,3 por ciento y las previsiones para el próximo año se han reducido al 1 por ciento desde el 1,4 por ciento.