La caravana compuesta por varios miles de migrantes procedentes de países centroamericanos, principalmente de Honduras, con destino a Estados Unidos rompió la valla fronteriza y cruzó el límite entre Guatemala y México, pese a las amenazas de represalia por parte del presidente estadounidense, Donald Trump. Sin embargo, el avance fue contenido por la policía mexicana.
El canciller de México, Luis Videgaray, explicó en horas de la mañana que podrían ingresar a México aquellos migrantes que contaran con visado, quienes soliciten algún tipo de refugio, mientras que quienes ingresen sin documentos —por la razón que sea— serían rescatados y regresados a sus países, reseñó el portal web RT.
Por otra parte, este jueves el presidente de EEUU amenazó con enviar militares para sellar la frontera de ese país con México si el Gobierno mexicano no toma medidas para detener el avance de los migrantes.
En una serie de tuits, Trump acusó a los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador de permitir que una gran “caravana” de migrantes se dirija hacia EEUU sin control, y aseguró que el Partido Demócrata se opone a su política de un control más duro de la frontera.
A su vez, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, señaló que la migración en la frontera con México se “acerca a un momento de crisis”.
Por su parte, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este miércoles que su Gobierno ofrecerá empleo y visas de trabajo a los migrantes centroamericanos en el marco de un plan que ya ha sido entregado al presidente de EEUU y que está enfocado en atender las causas y no las consecuencias de la inmigración.
El mandatario considera que la única manera de “atemperar” el fenómeno migratorio es enfrentarlo “con desarrollo, con trabajo, con bienestar” y con pleno respeto a los derechos humanos, en vez del uso exclusivo de la fuerza. Por esa razón, adelantó que a partir del 1 de diciembre, su Gobierno dará a conocer la oferta de empleo para migrantes centroamericanos.