El trading deja heridas. Algunas incurables. El trading no es una disciplina, es una forma de vida, una forma de entender la vida. De entender digo que solo hay que apostar a favor de aquello que a la larga te beneficie más de lo que perjudique. No importa acertar o fallar, importa la esperanza matemática positiva y diré más, si estás aprendiendo, importa sobrevivir. Sobrevivir en el sentido de no cometer un error irreversible que te aleje de las pantallas de por vida, de no cometer un error que perjudique a las personas que dependen del hipotético patrimonio perdido. Intenta, por tanto, si estás en las primeras etapas de aprendizaje asimilar que cuidar el capital es fundamental. Sin capital no podemos trabajar, es nuestra materia prima y por ello tenemos que cuidarlo y protegerlo.

El trading es totalmente diferente a la teoría que tanto se empeñan en enseñarnos con calzador en las universidades. La práctica es la clave de todo porque de nada sirve poseer muchos conocimientos teóricos si no hay detrás alguna potencial aplicación y por tanto beneficio en la vida real. El trading deja entrever las ineficiencias del sistema educativo, financiero y cultural. El trading es práctica, práctica y más práctica. Empezando por el plano técnico, pasando por la gestión de riesgos y terminando por la mental. Nunca olvides que si fuese fácil todo el mundo podría hacer trading y ganar consistentemente y afortunadamente para nosotros, los operadores, no es así. No tengas prisa que como decía Machado Despacito y buena letra que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas. No saltes de sistema en sistema, simplemente aprende, analiza lo que aprendes y lo que es más importante analizate a ti mismo como persona, como participante, que al igual que la masa, es irracional por naturaleza. Así que con estas simples pinceladas dedícate a trabajar, cuida tu capital ( aunque al principio perderás dinero ) y con el tiempo llegarán los resultados siempre que el trading no te haga heridas incurables debido a errores ireversibles.