No es ninguna novedad que el mundo está en permanente cambio. Esto es válido para todo tipo de cuestiones, incluyendo temas como sociedad, cultura, economía, negocios y, por supuesto, tecnología. Sin embargo, un dato central es que la velocidad del cambio es cada vez más rápida, y resulta casi imposible predecir lo que nos depara el futuro a mediano y largo plazo. A continuación, algunos puntos clave a tener en cuenta para invertir en un mundo cambiante e impredecible.

Si viajamos en el tiempo hacia el pasado, por ejemplo en 1960, podía predecirse relativamente bien el futuro en los 10 años siguientes. Existían cambios en las tecnologías del transporte, la producción y las comunicaciones, pero esos cambios eran mucho más lentos y graduales que en la actualidad. Una compañía exitosa en 1960, con buena probabilidad seguiría siendo exitosa en los diez años siguientes.

En cambio, hoy en día resulta enormemente complejo evaluar cuáles son las compañías e industrias que tendrán éxito en la próxima década, y todo indica que los cambios serán incluso más veloces e impredecibles en el futuro.

Es un error muy común pensar que simplemente podemos apostar a las tendencias actuales como variables permanentes en el tiempo. El punto central es que la visibilidad que tenemos sobre el futuro, lo que algunos analistas llaman la ventana de predictibilidad, es cada vez más reducida y cambiante.

Podemos encontrar ejemplos de sobra en los mercados. Compañías como FedEx (FDX) sufrieron un duro golpe con la llegada del correo electrónico (email) y toda clase de comunicaciones en línea (online). Buena parte del material que transportaba esta empresa estaba relacionado con cartas, documentos y publicaciones periodísticas. Todas ellas en papel, y en buena medida reemplazadas por el email y las tecnologías web.

Muchos analistas vaticinaban hace algunos años que negocios como FedEx se encaminaban definitivamente hacia la quiebra. Sin embargo, con el boom del comercio online creció enormemente la cantidad de envíos a domicilio de productos comprados via web.

Si bien todavía está por ver cuál será el futuro de estas compañías, lo cierto es que las acciones de FedEx han ganado más de 85% en los últimos cinco años, superando al índice S&P 500 con una ganancia de 51% en el mismo período.

Entre 1998 y 2008 el precio del petróleo subió un 480%, marcando máximos históricos por encima de los 120 dólares el barril. En aquel entonces, el consenso dominante era que la demanda procedente de los mercados emergentes sería un impulso irrefrenable para los precios, lo cual se sumaba a la escasez de nuevos recursos y descubrimientos. Así las cosas, el único escenario posible para los precios del crudo parecía ser al alza.

Actualmente, el barril de petróleo cotiza por debajo de los 43 dólares gracias al gigantesco aumento de la producción basado en tecnologías no-convencionales. Esto fue un duro golpe para las acciones de muchas petroleras que estaban invirtiendo agresivamente en yacimientos de alto costo, las acciones de Petrobras (PBR) cotizaban cerca de los 70 dólares a principios de 2008, mientras que actualmente están por debajo de 5 dólares cada una.

Todo indica que el futuro será incluso más difícil de predecir. Las nuevas tecnologías médicas basadas en descubrimientos sobre la cadena de ADN pueden tener un impacto de magnitud en temas de salud, con enormes implicaciones de todo tipo. La inteligencia artificial y el boom de análisis de datos a gran escala probablemente van a modificar el mundo de los negocios en forma trascendental. Estos son solo algunos pocos ejemplos a tener en cuenta.

¿Cómo invertir entonces un un mundo cada vez más impredecible? Una buena idea es apostar siempre a un equipo directivo de alta calidad. En definitiva, son las personas quienes generan los cambios y pueden anticiparse a ellos. Una compañía dinámica y flexible siempre fue más valiosa que una empresa con una cultura rígida de negocios. En el futuro, esta diferencia será cada vez más determinante.

Cuando no sabemos qué nos depara el camino ni cuan abrupto será, puede ser más importante apostar al jockey correcto que al caballo más veloz. Son las compañías con líderes visionarios e innovadores las que tendrán mayores probabilidades de adaptarse a los cambios en un futuro demandante e impredecible.

También podría decirse que conviene apostar a compañías líderes en su mercado y con abundancias de recursos. Podemos decir que existen a grandes rasgos dos grandes tipos de estrategias de inversión: algunos inversores prefieren comprar a precios bajos acciones de compañías poco atractivas o atravesando momentos de dificultades, mientras que otros apuestan a la calidad y la solidez, incluso si esto implica pagar un precio por encima del promedio de mercado.

En un futuro difícil de predecir, puede ser conveniente apostar a los negocios más fuertes. En definitiva, estos son los que tienen los recursos financieros y estratégicos para tener éxito en un contexto cambiante. Cuando una tecnología novedosa puede destruir tu negocio, es una gran ventaja contar con el dinero y la escala de negocios para poder comprar a la competencia o desarrollar tus propias tecnologías en ese mercado.