Mucho se ha hablado del impacto nocivo del factor emocional sobre la operatoria bursátil, aunque es casi imposible poder despegarse de ese factor. Para que la operatoria en los mercados no se convierta en un juego de azar, uno debe contar con un sistema de trading, preferentemente con track record (historia) comprobable y que, además, sea rentable.

En el caso extremo, ¿cuál sería el sueño de cualquier inversor u operador?. Probablemente, el de encontrar un robot de trading que siempre funcione correctamente y no esté sujeto a los defectos humanos como el miedo, la avaricia y la impaciencia.

En la actualidad, mucho se está hablando de las oportunidades y de los desafíos o hasta incluso las amenazas que implican el “robo-trading” o los “robo-advisors”, es decir el uso de un robot de trading en un mundo cada vez más tecnológico, competitivo y con menores costos de entrada y salida al mercado.

¿Qué es un robot de trading? Es un programa de computación, un software, un algoritmo, una fórmula que hace que el sistema opere solo en los mercados en base a las premisas definidas por el usuario o el programador. Muchos robots de trading se usan bajo la forma online por internet y usan un software gratis, dado que el negocio para el que lo abre al público es transaccional, es decir que cobra comisiones a la compra/venta o se le devuelve una parte con un esquema de retroceso a un productor o a un administrador que maneja esas cuentas.

El software se puede programar para realizar automáticamente ciertos tipos de operaciones para los inversores, generalmente en el mercado más líquido y barato del mundo, el del forex o del trading de pares de monedas.

Muchas veces está controlado por un menú como si fuese un tablero de control y es fácil de usar por parte de los usuarios en una versión básica que generalmente es de uso gratuito. Además puede existir una versión más profesional, con más requisitos de entrada de variables y que tiene muchas características adicionales que no se encuentran en la versión básica.

Los programas incluso permiten decidir qué nivel de riesgo desea tener. Es decir con qué pares de monedas trabajar con qué stop loss actuar, una máxima pérdida tolerable muy estricta para inversores más aversos al riesgo o más amplia para inversores más tolerantes al riesgo.

En su caso extremo la discusión incluye a los high frequency systems (HFS) que son verdaderas “cajas negras” o robots de trading manejados por los principales bancos de Wall Street, importantes brokers o hedge funds cuya operatoria es totalmente automatizada y se deriva de la puesta en funcionamiento de un sistema de trading basado en algoritmos probados y perfeccionados totalmente automatizados. Operan con mucho margen de maniobra para cartera propia, es decir ahorrándose la mayor parte de los costos de transacción.

Personalmente creo que no se debería plantear la cuestión de robots contra humanos, sino robots y humanos trabajando juntos en función de un objetivo. Los dos tienen fortalezas y debilidades que es importante saber cuáles son.

Nunca se podrá prescindir de los humanos por sus características mismas como la interacción y el entendimiento del cliente, y sobre porque se trata de una industria de servicios en donde el valor agregado del ser humano es el de entender y traducir los miedos y los deseos en decisiones concretas de inversión, además de poder adaptarse en el tiempo a los nuevos deseos de los clientes pero sobre todo a los nuevos productos.

Siempre habrá espacio para lo virtual en este negocio. Pero así como existen pilotos de aviones que ya vienen con pilotos automáticos, los “pilotos de tormenta” nunca van a dejar de usarse en la industria aeronáutica por su capacidad de adaptarse a las circunstancias particulares de cada caso. Cada tormenta que se tiene que atravesar o falla técnica del avión es distinta.

a) ¿Cuáles son las fortalezas de los sistemas automatizados o digitales que acuden a herramientas como software de conformación y administración de portafolios?

-No son emocionales y se desapegan de la influencia de las decisiones en función de los gustos o preferencias emocionales.
-Eso implica que no son sesgados a la hora de elegir los instrumentos.
-Se aplican modelos que tienen consistencia y coherencia.
-Los mismos se basan en el uso de la matemática, análisis y procesamiento de datos.
-Inclusión de muchas variables en un modelo multidimensional.
-Velocidad y precisión.
-Disponibilidad 24hs para monitorear las inversiones.
-Son baratos, un modelo tiene costo marginal cero.

b) ¿Cuáles son las fortalezas de los asesores tradicionales?

-La posibilidad del cliente de poder tener una conversación real con su asesor financiero.
-Poder leer o adivinar los objetivos o necesidades de los clientes que no son revelados.
-Entender los objetivos en función de la estructura familiar y de su negocio comercial.
-Algo tan simple como hablar por teléfono y de poder derivar cualquier otra consulta relacionada (contador, abogado, turismo, tarjetas de crédito, etc…).
-Poder ejercer la influencia de ser un referente de mercado al que se lo escucha y se apega a su estrategia de inversión propuesta (por más que no sea la técnicamente más adecuada y represente mucho riesgo).

Existen soluciones intermedias entre lo virtual y lo presencial, ya que existe la alternativa de encontrar un asesor financiero online para evaluar posibles consultas técnicas en forma remota. Esta alternativa es parte de una industria que ha ido creciendo mucho y que se ha instalado a partir de la proliferación de la apertura de cuentas online en distintos brokers a los cuales se les ofrece apenas un espacio virtual (chat) de consultas operativas, no para el armado de un portafolio de inversión o su rotación.

Pero atención, que el asesoramiento online o externo se reduce a algo puramente técnico derivado muchas veces de un modelo de inversión ya comprobado que incluye como inputs las distintas variables como edad, objetivos de rentabilidad, tolerancia al riesgo y demás parámetros de los inversores. No es la intención de esos modelos automáticos de conformación de una cartera de inversión de saber cómo se reparte la riqueza entre los distintos hijos, si conviene comprar propiedades, temas de jurisdicciones impositivas o de qué trust o vehículo financiero crear para tener mayor confidencialidad de nuestras inversiones.

Es una realidad que los asesores de inversiones tienen que adaptarse a los cambios tecnológicos, como en cualquier otro trabajo. ¿Adaptarse o morir? Pero es aquí donde no se aplica la tradicional dicotomía, porque siempre habrá un determinado segmento de clientes que elegirán la alternativa tradicional de un family office o un asesor externo de inversiones de carne y hueso por motivos de confianza y sobre todo de confidencialidad, especialmente en los segmentos de muy altas rentas y riqueza. La incorporación de tecnología siempre será positiva si se entiende y se hace un buen uso de su valor agregado, pero ésta no será una industria en la que el robot reemplace al humano, no habrá esa disrupción tan temida como ocurre con los instrumentos tecnológicos mismos que se encuentran constantemente en la disyuntiva de adaptarse, o morir.