En temas de economía, finanzas e inversiones, el tipo de cambio es una variable absolutamente clave. Existe una amplia variedad de factores que influyen sobre esta cotización, y siempre es saludable analizar su evolución desde una mirada integral que considere la evolución del tipo de cambio en relación con el resto de las variables económicas de un país. A continuación, señalamos algunos puntos importantes a tener en cuenta.

Un aspecto determinante del tipo de cambio es el nivel de inflación en un determinado país y su relación con las tasas de inflación en otros países. Después de todo, el tipo de cambio no es otra cosa que el precio de una moneda expresado en términos de otra divisa. Por ejemplo, un tipo de cambio de 15 pesos por dólar en la Argentina nos indica que necesitamos 15 pesos argentinos para comprar un dólar.

Ahora bien, la inflación es el aumento generalizado de precios en los bienes y servicios en un determinado país. Si aumenta sostenidamente el nivel de precios en todos los productos y servicios, lo que sucede es que la moneda nacional está perdiendo valor frente a estos bienes. Es decir, se necesita mayor cantidad de pesos para comprar productos porque esos pesos pierden valor en relación a los productos.

Resulta sencillo entender entonces que si la moneda en la Argentina pierde valor muy rápidamente contra los productos de la economía, es probable que también pierda valor frente al dólar de los Estados Unidos. En este caso, se van a necesitar más pesos para comprar un dólar, lo cual implica que aumenta el tipo de cambio, es decir, se deprecia el peso.

Los niveles de tasas de interés son otra variable importante a tener en cuenta. Si aumentan las tasas de interés en pesos, particularmente si este aumento es superior al aumento de la inflación, resulta más rentable invertir en pesos en comparación con las inversiones en dólares.

Asumiendo que el resto de las variables se mantienen estables, tasas de interés más altas en la Argentina implican que más inversores pueden estar dispuestos a vender sus dólares para comprar pesos e invertir en el país. Por lo tanto, una mayor tasa de interés en relación con otros países tiende a apreciar el valor de la moneda y reducir el tipo de cambio.

La evolución de la balanza comercial y de la cuenta corriente de un país también afectan fuertemente su tipo de cambio. Si aumentan las exportaciones de la Argentina, por ejemplo debido a las mayores ventas de granos en tiempos de cosecha, habrá mayor oferta de dólares en el país, lo cual reduce el precio del dólar en términos de pesos. En el caso de los países exportadores de commodities, los términos de intercambio pueden ser determinantes. Por ejemplo, si aumenta el precio de la tonelada de soja en dólares, esto significa que será mayor el ingreso de dólares a la Argentina, lo cual impulsa a la baja la cotización del tipo de cambio.

Lo mismo sucede cuando el ingreso de dólares se produce a causa de que los inversores internacionales venden dólares y compran pesos para invertir en el país. Más allá de los niveles de tasas de interés, que son importantes a la hora de atraer capitales financieros, un abanico más amplio de variables económicas incluye cuestiones como el crecimiento económico y la estabilidad del marco político-institucional. Por tal motivo, los países que cuentan con una trayectoria económica y política confiable suelen tener divisas más valiosas.

A mayor déficit fiscal, menor debería ser el valor de la moneda de un país. Muchas veces el déficit se financia emitiendo moneda local, esto significa que aumenta la oferta de esta divisa, lo cual implica subas en los niveles de inflación y aumentos en el tipo de cambio a causa de la pérdida de valor en la moneda local.

El nivel de endeudamiento de un país es otro factor importante a tener en cuenta. Si existe un amplio endeudamiento en moneda local, esto puede provocar que el gobierno necesite emitir dinero para cancelar estas deudas en el futuro, lo cual obviamente tiene efectos negativos sobre el valor de la moneda.

Un endeudamiento excesivo en divisa extranjera puede ser incluso más preocupante. Si el país no puede cumplir con los vencimientos en el futuro, esto puede llevarlo a una situación de default. Los mercados siempre intentan anticiparse a estos riesgos, y si la calidad crediticia de un determinado país se está deteriorando, es probable que se produzca una salida de capital, lo cual presiona a la baja sobre el valor de la moneda local.

Por supuesto, las decisiones de política económica pueden tener un impacto considerable sobre la cotización del tipo de cambio. No solo el gobierno impacta en esta cotización al tomar decisiones en temas como tasas de interés y déficit fiscal, sino que en ocasiones, el Banco Central de un país puede comprar o vender divisas con el objetivo de tener una influencia directa sobre el tipo de cambio.

Por otro lado, la historia demuestra que este tipo de intervenciones suelen tener un efecto transitorio sobre el valor del tipo de cambio. Si los fundamentos económicos empujan a una depreciación o apreciación de la divisa, es probable que la tendencia se vea materializada tarde o temprano en los precios. Mientras no se modifiquen las variables de fondo de la economía, las intervenciones del Banco Central no hacen otra cosa que suavizar las oscilaciones o simplemente posponerlas en el tiempo.