El Mundial de fútbol Brasil 2014 comienza mañana en medio de huelgas de los empleados de los aeropuertos de Río de Janeiro y de conductores de autobús de la ciudad de Natal.
Si bien los trabajadores del metro en Sao Paulo y Río desistieron de paralizar el transporte mañana, los empleados de los aeropuertos de esta última ciudad anunciaron una huelga de 24 horas a partir de la medianoche de este miércoles.
La paralización, para presionar por aumentos salariales, afectará el aeropuerto internacional de Galeao, la terminal para vuelos nacionales Santos Dumont y el aeródromo de Jacarepaguá, según el Sindicato Municipal de los Trabajadores del Sector Aéreo de Río de Janeiro (Simarj).
"Tras nueve meses de negociaciones frustradas y ante la intransigencia de los sindicatos patronales, el sindicato de los trabajadores del sector aéreo del municipio de Río de Janeiro confirma la huelga que ocurrirá el 12 de junio a partir de las 0:00 horas en los aeropuertos Santos Dumont, Galeao y Jacarepagúa", informó el Simarj en su portal de Internet.
También la sede mundialista de Natal, capital del estado de Río Grande do Norte, vivirá una jornada de huelga. Los conductores de autobuses de dicha ciudad convocaron una paralización el jueves en demanda de mejoras salariales y solo mantendrán el 30 % de la flota en funcionamiento, informó el Sindicato de Trabajadores de Transporte de Carreteras de Pasajeros de Río Grande do Norte.
Por otra parte, también los agentes de circulación de Fortaleza, otra de las doce sedes del Mundial, se sumaron a las huelgas y realizarán paros durante los días en los que haya partidos en la ciudad, anunciaron hoy fuentes sindicales.
El estadio Castelão de Fortaleza será sede de cuatro partidos durante la fase de grupos (Uruguay-Costa Rica, Brasil-México, Alemania-Ghana, Grecia-Costa de Marfil), uno en octavos de final y uno en cuartos.
En las últimas semanas, diferentes sindicatos han aprovechado la inminencia y expectación mediática del Mundial para fortalecer sus reivindicaciones y convocar huelgas.
Además de estas paralizaciones, también han sido convocadas manifestaciones contra la organización del Mundial y los elevados gastos de este evento, aunque las autoridades esperan que la afluencia a las protestas sea menor que el pasado año, cuando millones de personas salieron a las calles coincidiendo con la celebración de la Copa Confederaciones en el país.