El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, expresó hoy su preocupación por la desregulación financiera que Donald Trump ha empezado a impulsar en Estados Unidos y defendió que Fráncfort no manipula divisas, como han apuntado miembros de la nueva Administración de Washington.
En su primera comparecencia tras los recientes movimientos en materia bancaria del nuevo inquilino de la Casa Blanca, cuyo equipo no ha escatimado críticas hacia la Unión Europea, el euro y el propio BCE, Draghi no ha vacilado en defender el papel de su institución y de Europa.