Arlette
05-06-2018, 11:28 PM
No se puede negar la exageración irresistible que rodea a la cripto-locura. La moneda digital ha capturado la imaginación de inversionistas, periodistas y el público en general, en la medida en que algunos incluso lo consideran un digno pretendiente al trono ocupado actualmente por dinero fiduciario. Entonces, ¿cuáles son las posibilidades de que cryptos derroque dinero fiduciario para convertirse en el sistema dominante de la moneda?
Han pasado casi 50 años desde que la economía mundial pasó de las monedas respaldadas por materias primas al sistema de dinero fiduciario. Preocupado por la menguante influencia económica de los Estados Unidos y los crecientes costos de la Guerra de Vietnam, el entonces presidente Richard Nixon desacopló el dólar de las reservas de oro de los Estados Unidos y puso fin al Acuerdo de Bretton Woods. Los entusiastas de los criptogramas nos harían creer que el aumento estratosférico de diferentes monedas digitales como Bitcoin, Ethereum y Ripple suena como una resonante sentencia de muerte para el dinero fiduciario. Se argumenta que, después de medio siglo de estricta regulación financiera por parte de los gobiernos y los bancos centrales, es hora de que las personas recuperen el control total de su dinero: un objetivo elevado que se puede alcanzar si la moneda digital se convierte en el status quo económico.
Entonces, ¿qué ventajas ofrecen las criptomonedas como Bitcoin sobre las monedas fiduciarias?
Para empezar, son convenientes. Las criptomonedas tienen el potencial de ahorrar a las empresas y las empresas de servicios financieros una cantidad significativa de tiempo y dinero al eliminar al intermediario de las transacciones; los honorarios por estas transacciones tienden a ser significativamente más bajos también. Y eso no es todo: una gran crítica del sistema de fiat es la forma en que el valor de la moneda de un país puede cambiar fuera de las fronteras nacionales.
El Naira nigeriano es un excelente ejemplo de esto: su valor cae un 30% tan pronto como se saca de Nigeria. Las monedas digitales, en su mayor parte, no son emitidas por ninguna nación o estado y, por lo tanto, no están sujetas a las mismas fluctuaciones geográficas.
Luego, está el mantenimiento de registros infalible y el anonimato proporcionado por blockchain. Un registro de transacciones criptográficamente salvaguardado en continuo crecimiento, Blockchain fue desarrollado junto con Bitcoin por el misterioso Satoshi Nakamoto.
Blockchain es una valiosa defensa contra el fraude, ya que los registros no se pueden modificar una vez procesados; también permite la descentralización total, una característica de las criptomonedas que se valora más que ninguna otra. La descentralización significa que los criptos no están regulados por ningún gobierno o autoridad financiera y, por lo tanto, no están sujetos a las políticas y agendas de los bancos centrales. En cambio, las criptomonedas se autorregulan a través de sus propias redes de igual a igual.
Hasta aquí todo bien. Desafortunadamente para la legión de cripto-devotos, hay una gran cantidad de razones imperiosas para no reemplazar el dinero fiduciario con moneda digital. El principal de ellos es el frenesí especulativo actual impulsado por monedas de gran nombre como Bitcoin y Ripple. Es demasiado pronto para ver si los máximos vertiginosos alcanzados por Bitcoin a finales de 2017 constituyen una auténtica burbuja financiera, pero no hay forma de evitar el hecho de que BTC y criptos en general disfrutan de un nivel de exageración sin precedentes. ¿Y por qué no? Las criptomonedas son innovadoras, tecnológicas e innegablemente futuristas; cualidades que los hacen irresistibles tanto para los medios como para el público en general. El problema con semejante algarabía es que a menudo conduce a un 'descuido' de preocupaciones prácticas y fundamentales, que incluyen:
Blanqueo de dinero y descentralización:
Las iniciativas contra el lavado de dinero (ALD) son una preocupación importante de la industria de servicios financieros, ya que los bancos y las empresas gastan grandes cantidades de dinero para garantizar el cumplimiento normativo. Si las monedas digitales reemplazan el fiat, el anonimato permitido por la tecnología como blockchain haría que AML sea extremadamente difícil, costoso y lento. Muchos bancos y otras organizaciones financieras serían reacios a adoptar cryptos por este motivo. Un problema similar surge de la naturaleza "descentralizada" muy aclamada de las monedas digitales. Es muy poco probable que los gobiernos y las autoridades financieras aprueben ninguna moneda sobre la cual no ejerzan influencia o control.
Seguridad:
Mientras que blockchain garantiza que las transacciones de criptografía se registran de forma segura, la misma seguridad rara vez se aplica a las 'monedas'. Los Cryptos son vulnerables a piratería, problemas de suministro de energía, problemas de software y errores humanos anticuados. Algo tan inofensivo como una taza de café o un accidente de disco duro podría resultar en la pérdida de millones de dólares en Bitcoin. Lástima que el inversor que accidentalmente tiró una computadora portátil que contiene 7.500 bitcoins y pasa sus días recorriendo los vertederos (historia real); perder su tarjeta de crédito no vuelve los fondos de su cuenta permanentemente inaccesibles.
Escala:
El límite del mercado para las diversas monedas fiduciarias del mundo es de aproximadamente $ 81 billones. Podría reunir todas las criptomonedas del mundo y la capitalización combinada del mercado no superaría los 127.500 millones de dólares. Las monedas digitales tienen un largo camino por recorrer antes de que el sistema fiat comience a mirar por encima del hombro. El costo, el tiempo y el esfuerzo necesarios para revisar el sistema fiduciario y reemplazarlo por uno puramente digital es astronómico: las economías nacionales, las empresas, las instituciones financieras y los consumidores tendrían que hacer una transición del sistema que han utilizado durante casi medio siglo.
En última instancia, las monedas digitales probablemente se conviertan en una especie de dinero fiduciario si quieren alcanzar la aceptación general. Las instituciones financieras y los gobiernos están tomando conciencia de la proliferación de criptomonedas, y algunos, como Suecia y Rusia, ya están en camino de desarrollar sus propias altcoins nacionales. Buscan aprovechar la aplicación eficiente de intereses, la facilidad de imposición y el ahorro de costos que ofrece la moneda digital, sin los problemas de seguridad, las instalaciones de lavado de dinero y la falta de supervisión central. Esto significa que las criptomonedas del futuro casi seguramente existirán según los términos de los bancos centrales, las instituciones financieras y los organismos gubernamentales. Disculpen los idealistas: ¡el hombre ataca de nuevo!
Han pasado casi 50 años desde que la economía mundial pasó de las monedas respaldadas por materias primas al sistema de dinero fiduciario. Preocupado por la menguante influencia económica de los Estados Unidos y los crecientes costos de la Guerra de Vietnam, el entonces presidente Richard Nixon desacopló el dólar de las reservas de oro de los Estados Unidos y puso fin al Acuerdo de Bretton Woods. Los entusiastas de los criptogramas nos harían creer que el aumento estratosférico de diferentes monedas digitales como Bitcoin, Ethereum y Ripple suena como una resonante sentencia de muerte para el dinero fiduciario. Se argumenta que, después de medio siglo de estricta regulación financiera por parte de los gobiernos y los bancos centrales, es hora de que las personas recuperen el control total de su dinero: un objetivo elevado que se puede alcanzar si la moneda digital se convierte en el status quo económico.
Entonces, ¿qué ventajas ofrecen las criptomonedas como Bitcoin sobre las monedas fiduciarias?
Para empezar, son convenientes. Las criptomonedas tienen el potencial de ahorrar a las empresas y las empresas de servicios financieros una cantidad significativa de tiempo y dinero al eliminar al intermediario de las transacciones; los honorarios por estas transacciones tienden a ser significativamente más bajos también. Y eso no es todo: una gran crítica del sistema de fiat es la forma en que el valor de la moneda de un país puede cambiar fuera de las fronteras nacionales.
El Naira nigeriano es un excelente ejemplo de esto: su valor cae un 30% tan pronto como se saca de Nigeria. Las monedas digitales, en su mayor parte, no son emitidas por ninguna nación o estado y, por lo tanto, no están sujetas a las mismas fluctuaciones geográficas.
Luego, está el mantenimiento de registros infalible y el anonimato proporcionado por blockchain. Un registro de transacciones criptográficamente salvaguardado en continuo crecimiento, Blockchain fue desarrollado junto con Bitcoin por el misterioso Satoshi Nakamoto.
Blockchain es una valiosa defensa contra el fraude, ya que los registros no se pueden modificar una vez procesados; también permite la descentralización total, una característica de las criptomonedas que se valora más que ninguna otra. La descentralización significa que los criptos no están regulados por ningún gobierno o autoridad financiera y, por lo tanto, no están sujetos a las políticas y agendas de los bancos centrales. En cambio, las criptomonedas se autorregulan a través de sus propias redes de igual a igual.
Hasta aquí todo bien. Desafortunadamente para la legión de cripto-devotos, hay una gran cantidad de razones imperiosas para no reemplazar el dinero fiduciario con moneda digital. El principal de ellos es el frenesí especulativo actual impulsado por monedas de gran nombre como Bitcoin y Ripple. Es demasiado pronto para ver si los máximos vertiginosos alcanzados por Bitcoin a finales de 2017 constituyen una auténtica burbuja financiera, pero no hay forma de evitar el hecho de que BTC y criptos en general disfrutan de un nivel de exageración sin precedentes. ¿Y por qué no? Las criptomonedas son innovadoras, tecnológicas e innegablemente futuristas; cualidades que los hacen irresistibles tanto para los medios como para el público en general. El problema con semejante algarabía es que a menudo conduce a un 'descuido' de preocupaciones prácticas y fundamentales, que incluyen:
Blanqueo de dinero y descentralización:
Las iniciativas contra el lavado de dinero (ALD) son una preocupación importante de la industria de servicios financieros, ya que los bancos y las empresas gastan grandes cantidades de dinero para garantizar el cumplimiento normativo. Si las monedas digitales reemplazan el fiat, el anonimato permitido por la tecnología como blockchain haría que AML sea extremadamente difícil, costoso y lento. Muchos bancos y otras organizaciones financieras serían reacios a adoptar cryptos por este motivo. Un problema similar surge de la naturaleza "descentralizada" muy aclamada de las monedas digitales. Es muy poco probable que los gobiernos y las autoridades financieras aprueben ninguna moneda sobre la cual no ejerzan influencia o control.
Seguridad:
Mientras que blockchain garantiza que las transacciones de criptografía se registran de forma segura, la misma seguridad rara vez se aplica a las 'monedas'. Los Cryptos son vulnerables a piratería, problemas de suministro de energía, problemas de software y errores humanos anticuados. Algo tan inofensivo como una taza de café o un accidente de disco duro podría resultar en la pérdida de millones de dólares en Bitcoin. Lástima que el inversor que accidentalmente tiró una computadora portátil que contiene 7.500 bitcoins y pasa sus días recorriendo los vertederos (historia real); perder su tarjeta de crédito no vuelve los fondos de su cuenta permanentemente inaccesibles.
Escala:
El límite del mercado para las diversas monedas fiduciarias del mundo es de aproximadamente $ 81 billones. Podría reunir todas las criptomonedas del mundo y la capitalización combinada del mercado no superaría los 127.500 millones de dólares. Las monedas digitales tienen un largo camino por recorrer antes de que el sistema fiat comience a mirar por encima del hombro. El costo, el tiempo y el esfuerzo necesarios para revisar el sistema fiduciario y reemplazarlo por uno puramente digital es astronómico: las economías nacionales, las empresas, las instituciones financieras y los consumidores tendrían que hacer una transición del sistema que han utilizado durante casi medio siglo.
En última instancia, las monedas digitales probablemente se conviertan en una especie de dinero fiduciario si quieren alcanzar la aceptación general. Las instituciones financieras y los gobiernos están tomando conciencia de la proliferación de criptomonedas, y algunos, como Suecia y Rusia, ya están en camino de desarrollar sus propias altcoins nacionales. Buscan aprovechar la aplicación eficiente de intereses, la facilidad de imposición y el ahorro de costos que ofrece la moneda digital, sin los problemas de seguridad, las instalaciones de lavado de dinero y la falta de supervisión central. Esto significa que las criptomonedas del futuro casi seguramente existirán según los términos de los bancos centrales, las instituciones financieras y los organismos gubernamentales. Disculpen los idealistas: ¡el hombre ataca de nuevo!