buscandopoder
02-08-2018, 03:51 AM
Donald Trump fue acusado varias veces de atribuirse logros ajenos, pero hay algo a lo que el presidente de Estados Unidos parece haber contribuido aún sin proponérselo: un nuevo impulso de integración entre los países de América Latina.
El fenómeno se reflejó la semana pasada, cuando los dos mayores bloques comerciales de la región, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), pactaron un"plan de acción"hacia una convergencia entre ambos.
El compromiso incluye medidas para eliminar barreras no arancelarias y explorar un acuerdo comercial entre las dos estructuras, que reúnen 80% de la población de Latinoamérica y 86% del PIB.
"Enviamos al mundo una clara señal de que juntos impulsamos la integración regional y el libre comercio", dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anfitrión en la cumbre de Puerto Vallarta.
Su par brasileño, Michel Temer, indicó al viajar al encuentro que "en un mundo de tendencias proteccionistas y aislacionistas, es emblemático que el Mercosur y la Alianza del Pacífico se reúnan para empuñar la bandera del libre comercio".
Esto sonó como una respuesta a Trump, quien tiene en jaque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA) y repiqueteó los tambores de una guerra comercial global al elevar aranceles de EE.UU.
Sobre la integración económica latinoamericana siempre se habló mucho más de lo que se hizo, pero esta vez el escenario internacional es visto como propicio para alcanzar lo que antes resultó esquivo.
"En las tensiones comerciales, es mejor que América Latina tenga al menos un mercado regional que le permita acceder a todos y construir escalas", dice Mario Cimoli, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
"Sí, ayudan en algún modo las tensiones comerciales", agrega Cimoli en diálogo con BBC Mundo, desde la sede del organismo en Santiago de Chile.
https://www.youtube.com/watch?v=aLuROhVDqCA
El factor Trump
Al acercamiento entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur se suman otras iniciativas bilaterales en la región.
Por ejemplo, México busca profundizar los acuerdos de complementación económica que tiene con Argentina y Brasil, que a su vez quiere cerrar este año un acuerdo de libre comercio con Chile.
Poco tiempo atrás habría sido difícil imaginar a los presidentes de las dos mayores economías latinoamericanas, Brasil y México, reunidos para promover una integración económica como pasó en Puerto Vallarta.
El camino se allanó, en parte, por el giro político de Sudamérica en los últimos años, con gobiernos más proclives al libre comercio en países como Brasil o Argentina, justo en el sentido contrario a EE.UU.
Y también fue clave que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, México se viera forzado a imaginar un futuro inmediato sin su preciado tratado NAFTA de libre comercio con EE.UU. y Canadá.
El fenómeno se reflejó la semana pasada, cuando los dos mayores bloques comerciales de la región, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), pactaron un"plan de acción"hacia una convergencia entre ambos.
El compromiso incluye medidas para eliminar barreras no arancelarias y explorar un acuerdo comercial entre las dos estructuras, que reúnen 80% de la población de Latinoamérica y 86% del PIB.
"Enviamos al mundo una clara señal de que juntos impulsamos la integración regional y el libre comercio", dijo el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anfitrión en la cumbre de Puerto Vallarta.
Su par brasileño, Michel Temer, indicó al viajar al encuentro que "en un mundo de tendencias proteccionistas y aislacionistas, es emblemático que el Mercosur y la Alianza del Pacífico se reúnan para empuñar la bandera del libre comercio".
Esto sonó como una respuesta a Trump, quien tiene en jaque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA) y repiqueteó los tambores de una guerra comercial global al elevar aranceles de EE.UU.
Sobre la integración económica latinoamericana siempre se habló mucho más de lo que se hizo, pero esta vez el escenario internacional es visto como propicio para alcanzar lo que antes resultó esquivo.
"En las tensiones comerciales, es mejor que América Latina tenga al menos un mercado regional que le permita acceder a todos y construir escalas", dice Mario Cimoli, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
"Sí, ayudan en algún modo las tensiones comerciales", agrega Cimoli en diálogo con BBC Mundo, desde la sede del organismo en Santiago de Chile.
https://www.youtube.com/watch?v=aLuROhVDqCA
El factor Trump
Al acercamiento entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur se suman otras iniciativas bilaterales en la región.
Por ejemplo, México busca profundizar los acuerdos de complementación económica que tiene con Argentina y Brasil, que a su vez quiere cerrar este año un acuerdo de libre comercio con Chile.
Poco tiempo atrás habría sido difícil imaginar a los presidentes de las dos mayores economías latinoamericanas, Brasil y México, reunidos para promover una integración económica como pasó en Puerto Vallarta.
El camino se allanó, en parte, por el giro político de Sudamérica en los últimos años, con gobiernos más proclives al libre comercio en países como Brasil o Argentina, justo en el sentido contrario a EE.UU.
Y también fue clave que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, México se viera forzado a imaginar un futuro inmediato sin su preciado tratado NAFTA de libre comercio con EE.UU. y Canadá.