Andy Forex
31-08-2018, 07:49 PM
La tasa de desempleo en Brasil subió al 13,1 por ciento en el primer trimestre del año, lo que representó cerca de 13,7 millones de personas y el mayor nivel desde mayo de 2017, informó el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).
La entidad señaló en un cumunicado que la tasa de desempleo en el trimestre finalizado en marzo aumentó en comparación con el trimestre acabado en febrero (12,6 por ciento).
Registró así el tercer trimestre seguido con un aumento del desempleo tras nueve trimestres seguidos de baja.
La entidad indicó en su reporte que el índice fue inferior al del primer trimestre de 2017, cuando la desocupación se situó en el 13,7 por ciento.
Según el IBGE, la población sin empleo en Brasil (13,7 millones) creció en el primer trimestre del año un 11,2 por ciento con relación al trimestre anterior (12,3 millones).
Respecto a igual trimestre (enero-marzo) del año pasado, cuando había 14,2 millones de desempleados en Brasil, la cantidad de desocupados bajó un 3,4 por ciento.
El número de personas sin trabajo aumentó en poco más de 1,3 millones con relación al trimestre finalizado en diciembre, cuando 12,3 millones no tenían empleo.
A su vez, la población ocupada totalizaba 90,6 millones de personas, un 1,7 por ciento menos que en el trimestre finalizado en diciembre (92,1 millones de personas).
Según el Ibge, se trata del menor nivel de personas con empleo formal desde julio, cuando fue de 90,6 millones de trabajadores.
De acuerdo con el informe del Ibge, el ingreso promedio de los trabajadores brasileños en el trimestre finalizado en marzo fue de 2.169 reales (623 dólares) mensuales.
Esta cifra es exactamente igual a la registrada en el mismo período del año pasado y 8 reales (2,29 dólares) menos que en el trimestre finalizado en diciembre, reseñó la agencia Xinhua.
El aumento del desempleo refleja la lenta recuperación económica de Brasil, que en los últimos años sufrió la peor recesión de su historia, al contraerse su economía 3,8 por ciento en 2015 y 3,6 por ciento en 2016, situación superada apenas en 2017, cuando creció 1 por ciento.
La crisis provocó un aumento del desempleo y con ello, una caída del consumo interno, uno de los motores de la mayor economía de América Latina.
Para este año, las previsiones del mercado financiero apuntan que la economía brasileña crezca un 2,75 por ciento.
La entidad señaló en un cumunicado que la tasa de desempleo en el trimestre finalizado en marzo aumentó en comparación con el trimestre acabado en febrero (12,6 por ciento).
Registró así el tercer trimestre seguido con un aumento del desempleo tras nueve trimestres seguidos de baja.
La entidad indicó en su reporte que el índice fue inferior al del primer trimestre de 2017, cuando la desocupación se situó en el 13,7 por ciento.
Según el IBGE, la población sin empleo en Brasil (13,7 millones) creció en el primer trimestre del año un 11,2 por ciento con relación al trimestre anterior (12,3 millones).
Respecto a igual trimestre (enero-marzo) del año pasado, cuando había 14,2 millones de desempleados en Brasil, la cantidad de desocupados bajó un 3,4 por ciento.
El número de personas sin trabajo aumentó en poco más de 1,3 millones con relación al trimestre finalizado en diciembre, cuando 12,3 millones no tenían empleo.
A su vez, la población ocupada totalizaba 90,6 millones de personas, un 1,7 por ciento menos que en el trimestre finalizado en diciembre (92,1 millones de personas).
Según el Ibge, se trata del menor nivel de personas con empleo formal desde julio, cuando fue de 90,6 millones de trabajadores.
De acuerdo con el informe del Ibge, el ingreso promedio de los trabajadores brasileños en el trimestre finalizado en marzo fue de 2.169 reales (623 dólares) mensuales.
Esta cifra es exactamente igual a la registrada en el mismo período del año pasado y 8 reales (2,29 dólares) menos que en el trimestre finalizado en diciembre, reseñó la agencia Xinhua.
El aumento del desempleo refleja la lenta recuperación económica de Brasil, que en los últimos años sufrió la peor recesión de su historia, al contraerse su economía 3,8 por ciento en 2015 y 3,6 por ciento en 2016, situación superada apenas en 2017, cuando creció 1 por ciento.
La crisis provocó un aumento del desempleo y con ello, una caída del consumo interno, uno de los motores de la mayor economía de América Latina.
Para este año, las previsiones del mercado financiero apuntan que la economía brasileña crezca un 2,75 por ciento.