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04-09-2018, 10:56 PM
El Reino Unido estará listo para abandonar la Unión Europea el próximo año "con o sin acuerdo" entre Londres y Bruselas, aseguró hoy el ministro británico para el Brexit, Dominic Raab, ante su Parlamento.
Cuando apenas quedan siete meses para que se haga efectiva la salida, prevista para el 29 de marzo de 2019, el ministro encargado de las negociaciones con Bruselas dio cuenta en la Cámara de los Comunes -que hoy reanudó su actividad- de los avances experimentados duramente el verano.
Raab, quien se ha reunido en el mes de agosto con su homólogo europeo, Michel Barnier, informó a los diputados de que las conversaciones han dado frutos en materias como protección de datos e información y seguridad aunque, matizó, aún tienen que trabajar "sobre detalles técnicos".
En otros asuntos como el de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, Londres y Bruselas continúan sin llegar a un acuerdo.
Sin embargo, Raab mostró hoy su confianza en que conseguirán limar asperezas y consensuar un pacto que "beneficie a ambas partes", al tiempo que afirmó que afrontan las conversaciones con "ambición, pragmatismo y energía".
Con todo, el ministro puntualizó que el Reino Unido estará listo para abandonar la Unión Europea (UE) bajo cualquier circunstancia y calificó de un ejercicio de "responsabilidad" los preparativos gubernamentales para un eventual salida sin el citado pacto.
El Ejecutivo de la primera ministra Theresa May publicó el pasado 23 de agosto 25 documentos técnicos -los primeros de un total de 80-, en los que preparan a empresas y ciudadanos para abandonar la UE bajo ese escenario.
Algo que, aunque Raab insistió en la escasa probabilidad de que se produzca, también podría traer "oportunidades" al país.
"Podríamos poner en práctica nuevos tratos de libre comercio de inmediato y recuperaríamos, también de inmediato, el control legislativo y regulatorio, incluida la política de inmigración", sostuvo.
Raab también informó en sede parlamentaria que en los últimos meses él y otros ministros se han reunido con más de 60 de sus homólogos europeos que les han transmitido "reacciones positivas" a los planes del Reino Unido respecto al Brexit.
Unos planes que cada vez encuentran una mayor oposición dentro del país, donde se alzan las voces que reclaman la celebración de un segundo referéndum para que los ciudadanos voten sobre el acuerdo final del Brexit.
A campañas como "People's Vote", que desde junio reclama esa segunda votación, se unió hoy el sindicato generalista GMB, uno de los más grandes del Reino Unido, que aseguró que la mayoría de sus más de 600,000 afiliados están a favor de regresar a las urnas.
Una posibilidad que May ha rechazado de forma rotunda alegando que supondría una "traición a la democracia y a la confianza que los votantes depositaron en su voto" y que hoy ratifico el ministro Raab.
A las críticas por la estrategia gubernamental del "brexit" se ha unido esta semana el exministro de Asuntos Exteriores Boris Johnson que calificó la propuesta que May ha presentado a las negociaciones con Bruselas -conocida como plan de Chequers- de "desastre".
Para el exministro, que dimitió el pasado mes de julio precisamente por no estar de acuerdo con ese borrador, la propuesta "dejara al Reino Unido sin nada" y supondrá "una victoria para la Unión Europea".
Un panorama poco alentador para los miembros del Gobierno que se han fijado el mes de octubre como plazo para concluir con éxito las conversaciones con Bruselas, previo paso a que el Parlamento vote su conveniencia con el acuerdo.
Una votación que supone otra gran amenaza para May, que no tiene garantizado el apoyo de los miembros de la Cámara Baja.
Cuando apenas quedan siete meses para que se haga efectiva la salida, prevista para el 29 de marzo de 2019, el ministro encargado de las negociaciones con Bruselas dio cuenta en la Cámara de los Comunes -que hoy reanudó su actividad- de los avances experimentados duramente el verano.
Raab, quien se ha reunido en el mes de agosto con su homólogo europeo, Michel Barnier, informó a los diputados de que las conversaciones han dado frutos en materias como protección de datos e información y seguridad aunque, matizó, aún tienen que trabajar "sobre detalles técnicos".
En otros asuntos como el de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, Londres y Bruselas continúan sin llegar a un acuerdo.
Sin embargo, Raab mostró hoy su confianza en que conseguirán limar asperezas y consensuar un pacto que "beneficie a ambas partes", al tiempo que afirmó que afrontan las conversaciones con "ambición, pragmatismo y energía".
Con todo, el ministro puntualizó que el Reino Unido estará listo para abandonar la Unión Europea (UE) bajo cualquier circunstancia y calificó de un ejercicio de "responsabilidad" los preparativos gubernamentales para un eventual salida sin el citado pacto.
El Ejecutivo de la primera ministra Theresa May publicó el pasado 23 de agosto 25 documentos técnicos -los primeros de un total de 80-, en los que preparan a empresas y ciudadanos para abandonar la UE bajo ese escenario.
Algo que, aunque Raab insistió en la escasa probabilidad de que se produzca, también podría traer "oportunidades" al país.
"Podríamos poner en práctica nuevos tratos de libre comercio de inmediato y recuperaríamos, también de inmediato, el control legislativo y regulatorio, incluida la política de inmigración", sostuvo.
Raab también informó en sede parlamentaria que en los últimos meses él y otros ministros se han reunido con más de 60 de sus homólogos europeos que les han transmitido "reacciones positivas" a los planes del Reino Unido respecto al Brexit.
Unos planes que cada vez encuentran una mayor oposición dentro del país, donde se alzan las voces que reclaman la celebración de un segundo referéndum para que los ciudadanos voten sobre el acuerdo final del Brexit.
A campañas como "People's Vote", que desde junio reclama esa segunda votación, se unió hoy el sindicato generalista GMB, uno de los más grandes del Reino Unido, que aseguró que la mayoría de sus más de 600,000 afiliados están a favor de regresar a las urnas.
Una posibilidad que May ha rechazado de forma rotunda alegando que supondría una "traición a la democracia y a la confianza que los votantes depositaron en su voto" y que hoy ratifico el ministro Raab.
A las críticas por la estrategia gubernamental del "brexit" se ha unido esta semana el exministro de Asuntos Exteriores Boris Johnson que calificó la propuesta que May ha presentado a las negociaciones con Bruselas -conocida como plan de Chequers- de "desastre".
Para el exministro, que dimitió el pasado mes de julio precisamente por no estar de acuerdo con ese borrador, la propuesta "dejara al Reino Unido sin nada" y supondrá "una victoria para la Unión Europea".
Un panorama poco alentador para los miembros del Gobierno que se han fijado el mes de octubre como plazo para concluir con éxito las conversaciones con Bruselas, previo paso a que el Parlamento vote su conveniencia con el acuerdo.
Una votación que supone otra gran amenaza para May, que no tiene garantizado el apoyo de los miembros de la Cámara Baja.