Zona2
08-11-2019, 03:34 PM
El exdirigente soviético Mijail Gorbachov señaló ayer lunes en una entrevista que la tensión entre Rusia y las naciones de Occidente y la posibilidad de que alguna de las partes abandone los acuerdos para el control de armas nucleares, representa un «peligro colosal».
«Mientras las armas de destrucción masiva existan, principalmente las armas nucleares, el peligro es colosal», advirtió Gorbachov en entrevista con la BBC, al tiempo que dijo que «todas las naciones deberían anunciar la destrucción de las armas nucleares». «Deberían hacerlo para salvarnos y salvar nuestro planeta», agregó.
El antiguo mandatario y último líder de la Unión Soviética aseguró que la atmósfera entre Rusia y Occidente está «tranquila, pero aún en guerra».
«Mira lo que está pasando. En diferentes lugares hay peleas y disparos. Están enviando aeronaves y barcos aquí, allá y en todas partes. Esto no es lo que queremos», ha añadido.
Asimismo, afirmó que su objetivo, a finales de los noventa, durante el movimiento de Alemania Oriental que condujo a la caída del Muro de Berlín, fue que «no hubiera un derramamiento de sangre».
«No podíamos permitir eso en un tema de tal magnitud para Alemania, para nosotros, para Europa, para todo el mundo», ha asegurado. «Entonces, decidimos declarar que no interferiríamos», ha añadido.
«Mientras las armas de destrucción masiva existan, principalmente las armas nucleares, el peligro es colosal», advirtió Gorbachov en entrevista con la BBC, al tiempo que dijo que «todas las naciones deberían anunciar la destrucción de las armas nucleares». «Deberían hacerlo para salvarnos y salvar nuestro planeta», agregó.
El antiguo mandatario y último líder de la Unión Soviética aseguró que la atmósfera entre Rusia y Occidente está «tranquila, pero aún en guerra».
«Mira lo que está pasando. En diferentes lugares hay peleas y disparos. Están enviando aeronaves y barcos aquí, allá y en todas partes. Esto no es lo que queremos», ha añadido.
Asimismo, afirmó que su objetivo, a finales de los noventa, durante el movimiento de Alemania Oriental que condujo a la caída del Muro de Berlín, fue que «no hubiera un derramamiento de sangre».
«No podíamos permitir eso en un tema de tal magnitud para Alemania, para nosotros, para Europa, para todo el mundo», ha asegurado. «Entonces, decidimos declarar que no interferiríamos», ha añadido.