Arlette
17-06-2014, 03:26 PM
Los agricultores son pacientes, son regulares cada año, conocen a fondo su cultivo, así como las condiciones óptimas que deben darse para que este se desarrolle de la mejor forma posible.
El tiempo
Los agricultores plantan su cultivo la semana y el día que toca, en la época del año en la que deben hacerlo, ni más tarde ni más temprano, lo hacen en el momento justo. De la misma manera para cuidar de su cultivo hacen las fases en el momento adecuado, echan el abono cuando tienen que echarlo, lo riegan en los momentos del día que haga falta y en la cantidad justa para que todo salga lo mejor posible.
El trader debe esperar a la oportunidad perfecta. Si quiere ser eficiente debe controlar el tiempo de la operación, cerrar antes de tiempo o más tarde de la cuenta puede que signifiquen unos pocos euros, pero eso operación tras operación marca la diferencia entre el trader profesional y el aficionado. El trader profesional es meticuloso, concentrado, tiene todos los factores controlados.
La especialización
El agricultor conoce muchos cultivos, pero especialmente el suyo lo conoce a la perfección. La experiencia año tras año le ha ido enseñando sus propios trucos para que sus cultivos tengan más calidad que los del resto.
El trader conoce los mercados financieros y todos los activos que tiene disponible, pero generalmente está especializado en un campo. Unos invierten con acciones, otros con índices, forex, materias primas…Ese activo que opera lo conoce mejor que nadie, tiene sus propios patrones, aquellos que no salen en los libros, aquellos que funcionan muy bien en ese activo en concreto, pero que ha conseguido tras muchos años de experiencia.
Las malas rachas
Hay años que todo va extraordinariamente bien, otros hay menos compradores, el precio baja o simplemente las condiciones meteorológicas destrozan el trabajo de todo un año. El agricultor se levanta, consigue sobrevivir y no deja su trabajo por ello. Al año siguiente vuelve más preparado y con más fuerzas que nunca, sigue y sigue luchando para sacar adelante su trabajo.
El trader tiene épocas de muchas pérdidas, entra en agujeros negros y lo pasa muy mal. Se plantea incluso dejarlo, necesita vivir e incluso se le pasa por la cabeza dejarlo. El trader pese a todo, sigue aplicando sus reglas a la perfección, los resultados al final llegan fruto de la preparación y todo comienza a levantarse.
El tiempo
Los agricultores plantan su cultivo la semana y el día que toca, en la época del año en la que deben hacerlo, ni más tarde ni más temprano, lo hacen en el momento justo. De la misma manera para cuidar de su cultivo hacen las fases en el momento adecuado, echan el abono cuando tienen que echarlo, lo riegan en los momentos del día que haga falta y en la cantidad justa para que todo salga lo mejor posible.
El trader debe esperar a la oportunidad perfecta. Si quiere ser eficiente debe controlar el tiempo de la operación, cerrar antes de tiempo o más tarde de la cuenta puede que signifiquen unos pocos euros, pero eso operación tras operación marca la diferencia entre el trader profesional y el aficionado. El trader profesional es meticuloso, concentrado, tiene todos los factores controlados.
La especialización
El agricultor conoce muchos cultivos, pero especialmente el suyo lo conoce a la perfección. La experiencia año tras año le ha ido enseñando sus propios trucos para que sus cultivos tengan más calidad que los del resto.
El trader conoce los mercados financieros y todos los activos que tiene disponible, pero generalmente está especializado en un campo. Unos invierten con acciones, otros con índices, forex, materias primas…Ese activo que opera lo conoce mejor que nadie, tiene sus propios patrones, aquellos que no salen en los libros, aquellos que funcionan muy bien en ese activo en concreto, pero que ha conseguido tras muchos años de experiencia.
Las malas rachas
Hay años que todo va extraordinariamente bien, otros hay menos compradores, el precio baja o simplemente las condiciones meteorológicas destrozan el trabajo de todo un año. El agricultor se levanta, consigue sobrevivir y no deja su trabajo por ello. Al año siguiente vuelve más preparado y con más fuerzas que nunca, sigue y sigue luchando para sacar adelante su trabajo.
El trader tiene épocas de muchas pérdidas, entra en agujeros negros y lo pasa muy mal. Se plantea incluso dejarlo, necesita vivir e incluso se le pasa por la cabeza dejarlo. El trader pese a todo, sigue aplicando sus reglas a la perfección, los resultados al final llegan fruto de la preparación y todo comienza a levantarse.