SuperPip
07-07-2014, 06:36 AM
Las reformas impulsadas en Cuba por el presidente Raúl Castro no acaban de traducirse en una mejora sustancial de la maltrecha economía nacional, que atraviesa un momento de "desaceleración" según reconoce el propio Gobierno.
En un discurso el pasado sábado ante la Asamblea cubana, el presidente Castro se declaró insatisfecho, aunque no desanimado, por el comportamiento económico del país en el primer semestre del año, que solo ha crecido un discreto 0,6 por ciento.
Se trata de una desaceleración motivada por factores internos como incumplimientos en las exportaciones, condiciones climatológicas adversas e insuficiencias de gestión, unido a condicionantes externos como la crisis internacional o el bloqueo de EE.UU. a la isla.
La situación ha obligado al Gobierno cubano a disminuir sus previsiones de crecimiento para 2014 hasta situarlas en un 1,4 por ciento frente al 2,2 que se estimó inicialmente, pero incluso para lograr ese objetivo Raúl Castro advierte que será necesaria mayor eficiencia y trabajar más y mejor.
La receta del octogenario mandatario cubano es "firmeza y optimismo" para recuperar ritmos de avance que permitan asegurar "el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles".
En un discurso el pasado sábado ante la Asamblea cubana, el presidente Castro se declaró insatisfecho, aunque no desanimado, por el comportamiento económico del país en el primer semestre del año, que solo ha crecido un discreto 0,6 por ciento.
Se trata de una desaceleración motivada por factores internos como incumplimientos en las exportaciones, condiciones climatológicas adversas e insuficiencias de gestión, unido a condicionantes externos como la crisis internacional o el bloqueo de EE.UU. a la isla.
La situación ha obligado al Gobierno cubano a disminuir sus previsiones de crecimiento para 2014 hasta situarlas en un 1,4 por ciento frente al 2,2 que se estimó inicialmente, pero incluso para lograr ese objetivo Raúl Castro advierte que será necesaria mayor eficiencia y trabajar más y mejor.
La receta del octogenario mandatario cubano es "firmeza y optimismo" para recuperar ritmos de avance que permitan asegurar "el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles".