Arlette
11-07-2014, 03:05 PM
Brian Schreck es el músico terapeuta que ha llegado a aliviar el dolor de los familiares de niños desahuciados en el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati, Estados Unidos. Schreck ha grabado los laditos de 20 niños en los últimos seis meses.
Este peculiar personaje había escuchado sobre musicoterapeutas que realizaban registros de los latidos desde el útero de la madre para incrementar el vínculo con el futuro bebe.
Pero la idea surgió cuando vio una noticia que destacaba la respuesta de una madre al escuchar el corazón afligido de su hija. Entonces se dio cuenta que a través de un micrófono estetoscopio improvisado podía capturar la esencia rítmica de los pacientes y agregarle la música preferida de estos.
Eso sumado a testimonios como el de una madre que le dijo “Me temo que voy a olvidar la voz de mi hija”, lo incentivaron para volver tangible su proyecto.
Uno de los casos más recientes fue el de Dylan, un adolescente de 14 años que estaba internado y llevaba un pronóstico no favorable. Shreck logró registrar sus latidos.
Más tarde, el terapeuta incorporó este sonido a la música favorita de Dylan y entregó la grabación a los padres, quienes la oyen a diario para hacer frente a la pérdida, según consignó el Huffington Post.
Para Schreck esta es una forma de eternizar una parte de sus pacientes.
Este peculiar personaje había escuchado sobre musicoterapeutas que realizaban registros de los latidos desde el útero de la madre para incrementar el vínculo con el futuro bebe.
Pero la idea surgió cuando vio una noticia que destacaba la respuesta de una madre al escuchar el corazón afligido de su hija. Entonces se dio cuenta que a través de un micrófono estetoscopio improvisado podía capturar la esencia rítmica de los pacientes y agregarle la música preferida de estos.
Eso sumado a testimonios como el de una madre que le dijo “Me temo que voy a olvidar la voz de mi hija”, lo incentivaron para volver tangible su proyecto.
Uno de los casos más recientes fue el de Dylan, un adolescente de 14 años que estaba internado y llevaba un pronóstico no favorable. Shreck logró registrar sus latidos.
Más tarde, el terapeuta incorporó este sonido a la música favorita de Dylan y entregó la grabación a los padres, quienes la oyen a diario para hacer frente a la pérdida, según consignó el Huffington Post.
Para Schreck esta es una forma de eternizar una parte de sus pacientes.