Arlette
15-07-2014, 12:00 AM
Hoy traemos los motivos por los que sigues dejando escapar tu dinero en la Bolsa.
Esperamos que cuando los leas, te decidas de una vez por todas a dejarlos atrás:
1.- No pones un stop loss absolutamente siempre que abres una posición
Por eso, cuando un buen porcentaje de tus operaciones te salen mal, pierdes mucho más dinero con ellas del que deberías.
Sabes que deberías colocar siempre un stop loss ¿Por qué no lo haces?
2.- Arriesgas demasiado en cada operación
Todos tenemos la misma sensación: “¡Esta operación no puede fallar!”
Pero esta operación acaba fallando también.
Hazte un favor y limita el tamaño de tu posición, de modo que nunca pongas en riesgo más del 2% de tu capital. A la larga, saldrás ganando.
3.- Sigues haciendo caso de las noticias, de los gurús y del vecino del quinto
Un día compras AIG, que según los de la CNBC, ya no puede bajar más. Otro día vas a por Terra, que todo el mundo se está forrando. Mañana te interesa Iberia, que se va a fusionar con British Airways. Ahora es el momento de Zeltia, que aprobarán el Yondelis en Nueva Guinea…
¿No estás harto de perder dinero en esas operaciones infalibles? Compra y vende según tu criterio. Sea cuál sea, será mejor que el de otro.
4.- Tardas demasiado en abandonar tus posiciones perdedoras
Lunes: Esta operación no puede fallar; aunque, de momento te está dando pequeñas pérdidas sin importancia. Seguro que mañana ya recupera.
Jueves: Pero no recupera. La cosa se pone poco peor ¿Y si no vuelve a subir? Probablemente sí. Tampoco hay que asustarse por tonterías. Hay que saber aguantar un poco. Esperaremos a mañana, a ver qué pasa. Últimamente, los viernes están siendo bajistas, tampoco hay que alarmarse…
Vuelve a ser lunes y tus acciones se están desplomando. El mercado ha entrado en pánico y tú las estás viendo caer en picado. Ahora sí. Ahora no pueden bajar más. Tienen que recuperar.
Martes: Virgencita ¡que me quede como estaba! En cuanto rebote hasta estar como el viernes, me salgo.
Miércoles: Parece que hoy rebota un poco. Seguro que mañana sube como la espuma, que ya está cogiendo fuerzas ¡Vengaaaa!
Jueves: Flechita roja, de momento ya va por -5.61%. Conectan en las noticias con la Bolsa de Madrid, por el batacazo que se está dando el IBEX. Con lágrimas en los ojos y un nudo en el estómago, cierras la posición.
¿De verdad era necesario sufrir tanto y perder tanto dinero? ¿No podías haber dejado que tu stop loss te sacase el segundo día con un 2% de pérdidas?
5.- Escoges tus operaciones según te las encuentras. Actúas por impulsos
Compra pullbacks, caza rupturas, opera a contracorriente, busca cruces de medias, vende antes de las presentaciones de resultados, compra aseguradoras en vacaciones o energéticas en invierno… En definitiva, invéntate un criterio o cópiaselo a alguien, pero haz las cosas siempre igual.
Planea lo que vas ha hacer y luego haz lo que habías planeado. Compara tus resultados con tus objetivos ¡Es la única forma de avanzar!
Esperamos que cuando los leas, te decidas de una vez por todas a dejarlos atrás:
1.- No pones un stop loss absolutamente siempre que abres una posición
Por eso, cuando un buen porcentaje de tus operaciones te salen mal, pierdes mucho más dinero con ellas del que deberías.
Sabes que deberías colocar siempre un stop loss ¿Por qué no lo haces?
2.- Arriesgas demasiado en cada operación
Todos tenemos la misma sensación: “¡Esta operación no puede fallar!”
Pero esta operación acaba fallando también.
Hazte un favor y limita el tamaño de tu posición, de modo que nunca pongas en riesgo más del 2% de tu capital. A la larga, saldrás ganando.
3.- Sigues haciendo caso de las noticias, de los gurús y del vecino del quinto
Un día compras AIG, que según los de la CNBC, ya no puede bajar más. Otro día vas a por Terra, que todo el mundo se está forrando. Mañana te interesa Iberia, que se va a fusionar con British Airways. Ahora es el momento de Zeltia, que aprobarán el Yondelis en Nueva Guinea…
¿No estás harto de perder dinero en esas operaciones infalibles? Compra y vende según tu criterio. Sea cuál sea, será mejor que el de otro.
4.- Tardas demasiado en abandonar tus posiciones perdedoras
Lunes: Esta operación no puede fallar; aunque, de momento te está dando pequeñas pérdidas sin importancia. Seguro que mañana ya recupera.
Jueves: Pero no recupera. La cosa se pone poco peor ¿Y si no vuelve a subir? Probablemente sí. Tampoco hay que asustarse por tonterías. Hay que saber aguantar un poco. Esperaremos a mañana, a ver qué pasa. Últimamente, los viernes están siendo bajistas, tampoco hay que alarmarse…
Vuelve a ser lunes y tus acciones se están desplomando. El mercado ha entrado en pánico y tú las estás viendo caer en picado. Ahora sí. Ahora no pueden bajar más. Tienen que recuperar.
Martes: Virgencita ¡que me quede como estaba! En cuanto rebote hasta estar como el viernes, me salgo.
Miércoles: Parece que hoy rebota un poco. Seguro que mañana sube como la espuma, que ya está cogiendo fuerzas ¡Vengaaaa!
Jueves: Flechita roja, de momento ya va por -5.61%. Conectan en las noticias con la Bolsa de Madrid, por el batacazo que se está dando el IBEX. Con lágrimas en los ojos y un nudo en el estómago, cierras la posición.
¿De verdad era necesario sufrir tanto y perder tanto dinero? ¿No podías haber dejado que tu stop loss te sacase el segundo día con un 2% de pérdidas?
5.- Escoges tus operaciones según te las encuentras. Actúas por impulsos
Compra pullbacks, caza rupturas, opera a contracorriente, busca cruces de medias, vende antes de las presentaciones de resultados, compra aseguradoras en vacaciones o energéticas en invierno… En definitiva, invéntate un criterio o cópiaselo a alguien, pero haz las cosas siempre igual.
Planea lo que vas ha hacer y luego haz lo que habías planeado. Compara tus resultados con tus objetivos ¡Es la única forma de avanzar!