SuperPip
08-10-2014, 04:14 AM
La economía de Latinoamérica crecerá este año a la menor tasa desde 2009, un 1,3 %, siete décimas menos de lo previsto en julio por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que hoy presentó su informe semestral "Perspectivas Económicas Globales".
El organismo redujo también el crecimiento previsto para 2015, que ahora calcula en un 2,2 %, cuatro décimas menos de lo que preveía hace tres meses.
Panamá será el país que más crezca de toda Latinoamérica, un 6,6 % este año y un 6,4 % el próximo, seguido de Bolivia, con un 5,2 y un 5 %, respectivamente.
La otra cara de la moneda son Argentina y Venezuela, con crecimientos negativos en los dos años incluidos en el informe.
Según el FMI, la desaceleración de la economía de América Latina y el Caribe se explica por la ralentización de las exportaciones "a comienzos de 2014 y el deterioro de los términos de intercambio en algunos países", con los precios de las materias primas "estancados", sumado a "un crecimiento de la demanda más lento de lo que se esperaba".
Ante ese panorama, el FMI desaconsejó cualquier modificación en la política monetaria a largo plazo y advirtió de que no hay espacio para un mayor estímulo fiscal, "especialmente en los países con finanzas públicas débiles".
El organismo redujo también el crecimiento previsto para 2015, que ahora calcula en un 2,2 %, cuatro décimas menos de lo que preveía hace tres meses.
Panamá será el país que más crezca de toda Latinoamérica, un 6,6 % este año y un 6,4 % el próximo, seguido de Bolivia, con un 5,2 y un 5 %, respectivamente.
La otra cara de la moneda son Argentina y Venezuela, con crecimientos negativos en los dos años incluidos en el informe.
Según el FMI, la desaceleración de la economía de América Latina y el Caribe se explica por la ralentización de las exportaciones "a comienzos de 2014 y el deterioro de los términos de intercambio en algunos países", con los precios de las materias primas "estancados", sumado a "un crecimiento de la demanda más lento de lo que se esperaba".
Ante ese panorama, el FMI desaconsejó cualquier modificación en la política monetaria a largo plazo y advirtió de que no hay espacio para un mayor estímulo fiscal, "especialmente en los países con finanzas públicas débiles".