SuperPip
21-10-2014, 01:13 AM
Berlín y París presentarán en diciembre un documento conjunto para fomentar las inversiones públicas y privadas que identificará sectores, modalidades y proyectos concretos para azuzar el crecimiento, mejorar la competitividad y crear empleo.
La iniciativa, que reactiva al eje franco-alemán cuando se especula con una tercera recaída consecutiva de la eurozona, pretende ser más una guía de opciones y oportunidades que una hoja de ruta de obligado cumplimiento, ya que proponen que cada gobierno actúe como crea conveniente y dentro de sus posibilidades financieras.
Así lo apuntaron hoy los ministros de Finanzas y Economía de Alemania, Wolfgang Schäuble y Sigmar Gabriel, tras reunirse en Berlín con sus homólogos franceses, Michel Sapin y Emmanuel Macron, respectivamente.
Invertir más es "el camino correcto", sentenció Schäuble, hombre de confianza de la canciller Angela Merkel, que no obstante desterró cualquier posibilidad de que, al menos en Alemania, cualquier inversión pública se financie vía déficit.
En el caso alemán, agregó Gabriel, el objetivo del gobierno es elevar la cuota de inversión (pública y privada) del actual 17 % del producto interior bruto (PIB) al 20 %, lo que supone unos 50.000 millones de euros.
Gabriel reconoció que Alemania debe aumentar sus inversiones, no sólo en "infraestructuras clásicas", sino también en "eficiencia energética", "banda ancha" y empresas incipientes.
Pese al esfuerzo por presentar un frente unido y coherente, las declaraciones de unos y otros dejaron entrever que Francia apuesta por que la administración sea el motor principal de la inversión, secundada por el sector privado, justo lo contrario de lo que propugna Berlín.
"Principalmente buscamos movilizar la inversión privada", subrayó Schäuble hablando por el Gobierno alemán, para reiterar que cada país debe en todo caso invertir "dentro de sus posibilidades" y "en el marco" de su política financiera.
Además, Macron dejó claro que no todas las economías pueden contribuir de igual forma en el ámbito de las inversiones y aseguró que "Alemania tiene más capacidad que" Francia.
El informe anunciado hoy será presentado en un Consejo de Ministros franco-alemán que se celebrará el 1 de diciembre.
París buscaba en este encuentro bilateral la complicidad de Berlín en la cuestión de las inversiones, a su juicio la clave para combatir la crisis, y a cambio concedió en algunas de las reivindicaciones clásicas de Alemania.
Macron aseguró que "la modernización de la economía francesa es una necesidad" y que el Gobierno francés asume su "responsabilidad" de introducir "reformas", mientras que Sapin destacó que "el déficit es demasiado alto" en su país y que hay que "reducir los gastos".
No obstante, ambos ministros franceses fueron tajantes a la hora de subrayar que la consolidación fiscal y las reformas estructurales del gobierno del primer ministro Manuel Valls son medidas decididas en París y no imposiciones de Berlín o Bruselas.
"En Francia hemos hecho pocas reformas. Hacemos reformas porque son buenas y necesarias para el país. No porque nadie nos obligue", señaló Sapin, que apuntó al mercado laboral.
Con respecto a la posibilidad de que Francia no logre atenerse a su límite de déficit para este año, Sapin afirmó que la intención de su Ejecutivo no es "romper las normas o cambiarlas".
Las reglas, añadió, "son necesarias" para la "coherencia", la "cohesión" y la "confianza" en la eurozona y "no se pueden cuestionar", aunque indicó que es preciso amoldarlas al ciclo económico.
Gabriel, en este punto, animó indirectamente a Francia a aprovechar la "flexibilidad" que contempla el pacto de estabilidad y crecimiento europeo, algo que ya ha sugerido con anterioridad Merkel.
Macron señaló que los cuatro coincidieron en que "cada uno haga en su casa lo que crea que es bueno" para su país, porque lo que es positivo para cada economía lo acaba siendo para el conjunto de Europa.
De fondo a este cita planeaba el empeoramiento de la coyuntura económica de la eurozona, con Francia e Italia estancadas, y que ha obligado a Alemania -la mayor economía de Europa- a revisar drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento para este año.
Sapin reconoció que la situación es "no tan buena como se esperaba" y Macron instó a trabajar en una "reacción concertada" a nivel europeo para lograr una "nueva dinámica" en el continente, empezando por sus dos mayores economías.
La iniciativa, que reactiva al eje franco-alemán cuando se especula con una tercera recaída consecutiva de la eurozona, pretende ser más una guía de opciones y oportunidades que una hoja de ruta de obligado cumplimiento, ya que proponen que cada gobierno actúe como crea conveniente y dentro de sus posibilidades financieras.
Así lo apuntaron hoy los ministros de Finanzas y Economía de Alemania, Wolfgang Schäuble y Sigmar Gabriel, tras reunirse en Berlín con sus homólogos franceses, Michel Sapin y Emmanuel Macron, respectivamente.
Invertir más es "el camino correcto", sentenció Schäuble, hombre de confianza de la canciller Angela Merkel, que no obstante desterró cualquier posibilidad de que, al menos en Alemania, cualquier inversión pública se financie vía déficit.
En el caso alemán, agregó Gabriel, el objetivo del gobierno es elevar la cuota de inversión (pública y privada) del actual 17 % del producto interior bruto (PIB) al 20 %, lo que supone unos 50.000 millones de euros.
Gabriel reconoció que Alemania debe aumentar sus inversiones, no sólo en "infraestructuras clásicas", sino también en "eficiencia energética", "banda ancha" y empresas incipientes.
Pese al esfuerzo por presentar un frente unido y coherente, las declaraciones de unos y otros dejaron entrever que Francia apuesta por que la administración sea el motor principal de la inversión, secundada por el sector privado, justo lo contrario de lo que propugna Berlín.
"Principalmente buscamos movilizar la inversión privada", subrayó Schäuble hablando por el Gobierno alemán, para reiterar que cada país debe en todo caso invertir "dentro de sus posibilidades" y "en el marco" de su política financiera.
Además, Macron dejó claro que no todas las economías pueden contribuir de igual forma en el ámbito de las inversiones y aseguró que "Alemania tiene más capacidad que" Francia.
El informe anunciado hoy será presentado en un Consejo de Ministros franco-alemán que se celebrará el 1 de diciembre.
París buscaba en este encuentro bilateral la complicidad de Berlín en la cuestión de las inversiones, a su juicio la clave para combatir la crisis, y a cambio concedió en algunas de las reivindicaciones clásicas de Alemania.
Macron aseguró que "la modernización de la economía francesa es una necesidad" y que el Gobierno francés asume su "responsabilidad" de introducir "reformas", mientras que Sapin destacó que "el déficit es demasiado alto" en su país y que hay que "reducir los gastos".
No obstante, ambos ministros franceses fueron tajantes a la hora de subrayar que la consolidación fiscal y las reformas estructurales del gobierno del primer ministro Manuel Valls son medidas decididas en París y no imposiciones de Berlín o Bruselas.
"En Francia hemos hecho pocas reformas. Hacemos reformas porque son buenas y necesarias para el país. No porque nadie nos obligue", señaló Sapin, que apuntó al mercado laboral.
Con respecto a la posibilidad de que Francia no logre atenerse a su límite de déficit para este año, Sapin afirmó que la intención de su Ejecutivo no es "romper las normas o cambiarlas".
Las reglas, añadió, "son necesarias" para la "coherencia", la "cohesión" y la "confianza" en la eurozona y "no se pueden cuestionar", aunque indicó que es preciso amoldarlas al ciclo económico.
Gabriel, en este punto, animó indirectamente a Francia a aprovechar la "flexibilidad" que contempla el pacto de estabilidad y crecimiento europeo, algo que ya ha sugerido con anterioridad Merkel.
Macron señaló que los cuatro coincidieron en que "cada uno haga en su casa lo que crea que es bueno" para su país, porque lo que es positivo para cada economía lo acaba siendo para el conjunto de Europa.
De fondo a este cita planeaba el empeoramiento de la coyuntura económica de la eurozona, con Francia e Italia estancadas, y que ha obligado a Alemania -la mayor economía de Europa- a revisar drásticamente a la baja sus previsiones de crecimiento para este año.
Sapin reconoció que la situación es "no tan buena como se esperaba" y Macron instó a trabajar en una "reacción concertada" a nivel europeo para lograr una "nueva dinámica" en el continente, empezando por sus dos mayores economías.