SuperPip
28-10-2014, 03:51 AM
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, alabó las reformas acometidas por Portugal en los últimos años y lo instó a no detenerse dados los desafíos que todavía afronta.
En una intervención en Lisboa junto a la ministra lusa de Finanzas, Gurría ensalzó los "progresos" conseguidos durante los últimos años, coincidiendo con el programa de asistencia firmado con la UE y el Fondo Monetario Internacional a cambio de su rescate.
"Portugal ha avanzado con reformas que le han convertido en uno de los reformadores por excelencia dentro de la OCDE (...) Aunque ya están dando resultado, sus ventajas continuarán haciéndose sentir en el futuro", aseguró.
El mexicano viajó hasta Lisboa para presentar el último informe elaborado por el organismo que dirige sobre Portugal en particular, y destacó los cambios registrados desde el anterior estudio, publicado en 2012, cuando el país vivía los momentos de mayor tensión por la crisis.
Gurría recordó los esfuerzos en consolidación presupuestaria, el brusco alivio de la presión ejercida por los mercados sobre la deuda, la caída del desempleo, el regreso a la senda del crecimiento y la notable subida de las exportaciones como principales puntos positivos.
"A pesar de los progresos, la recuperación de Portugal es un trabajo todavía en curso y quedan muchos retos por afrontar", advirtió el economista mexicano, quien consideró que al país le hace falta un "crecimiento más robusto".
El secretario general de la OCDE citó las dificultades de las empresas lusas para acceder a crédito, el elevado nivel de deuda (pública y privada), la necesidad de profundizar en una mayor "eficiencia" del sector estatal, la conveniencia de incentivar a los bancos a aumentar sus fondos propios y la continuidad de la mejora de sus exportaciones como los grandes retos del país.
Mención aparte hizo sobre los "elevados niveles de desigualdad y pobreza" que presenta Lisboa, agravados desde el comienzo de la crisis, y recomendó al Ejecutivo luso incrementar las ayudas a la población más vulnerable, aunque "sin desincentivar la actividad económica y el trabajo".
El estudio de la OCDE conocido hoy augura un crecimiento ligeramente inferior y un déficit mayor a lo estimado por el Gobierno luso, aunque su secretario general atribuyó esta disparidad de cifras a una "única diferencia fundamental, centrada en la evaluación del contexto externo".
El Ejecutivo portugués prevé una subida del PIB del 1 % para este año y del 1,5 % para el que viene, mientras que el organismo internacional reduce estas estimaciones en dos décimas.
Sobre el déficit, Lisboa confía en reducirlo en 2015 hasta el 2,7 % del PIB y la OCDE augura que se sitúe en el 2,9 %, aún así dentro de los límites exigidos por la UE.
En una intervención en Lisboa junto a la ministra lusa de Finanzas, Gurría ensalzó los "progresos" conseguidos durante los últimos años, coincidiendo con el programa de asistencia firmado con la UE y el Fondo Monetario Internacional a cambio de su rescate.
"Portugal ha avanzado con reformas que le han convertido en uno de los reformadores por excelencia dentro de la OCDE (...) Aunque ya están dando resultado, sus ventajas continuarán haciéndose sentir en el futuro", aseguró.
El mexicano viajó hasta Lisboa para presentar el último informe elaborado por el organismo que dirige sobre Portugal en particular, y destacó los cambios registrados desde el anterior estudio, publicado en 2012, cuando el país vivía los momentos de mayor tensión por la crisis.
Gurría recordó los esfuerzos en consolidación presupuestaria, el brusco alivio de la presión ejercida por los mercados sobre la deuda, la caída del desempleo, el regreso a la senda del crecimiento y la notable subida de las exportaciones como principales puntos positivos.
"A pesar de los progresos, la recuperación de Portugal es un trabajo todavía en curso y quedan muchos retos por afrontar", advirtió el economista mexicano, quien consideró que al país le hace falta un "crecimiento más robusto".
El secretario general de la OCDE citó las dificultades de las empresas lusas para acceder a crédito, el elevado nivel de deuda (pública y privada), la necesidad de profundizar en una mayor "eficiencia" del sector estatal, la conveniencia de incentivar a los bancos a aumentar sus fondos propios y la continuidad de la mejora de sus exportaciones como los grandes retos del país.
Mención aparte hizo sobre los "elevados niveles de desigualdad y pobreza" que presenta Lisboa, agravados desde el comienzo de la crisis, y recomendó al Ejecutivo luso incrementar las ayudas a la población más vulnerable, aunque "sin desincentivar la actividad económica y el trabajo".
El estudio de la OCDE conocido hoy augura un crecimiento ligeramente inferior y un déficit mayor a lo estimado por el Gobierno luso, aunque su secretario general atribuyó esta disparidad de cifras a una "única diferencia fundamental, centrada en la evaluación del contexto externo".
El Ejecutivo portugués prevé una subida del PIB del 1 % para este año y del 1,5 % para el que viene, mientras que el organismo internacional reduce estas estimaciones en dos décimas.
Sobre el déficit, Lisboa confía en reducirlo en 2015 hasta el 2,7 % del PIB y la OCDE augura que se sitúe en el 2,9 %, aún así dentro de los límites exigidos por la UE.