SuperPip
17-11-2014, 04:07 AM
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, llamó hoy a luchar contra la evasión fiscal en el inicio de la cumbre del G20, tres días después de distanciarse del escándalo fiscal LuxLeaks.
"La evasión de impuestos es una asunto muy importante para todos nosotros. La evasión a veces pasa por la interacción de normas fiscales muy divergentes. Esto puede crear una situación de baja tasación y debe evitarse", dijo Juncker en rueda de prensa en Brisbane, donde se organiza la cumbre del G20 este sábado y mañana, domingo.
"Estoy a favor de la competencia fiscal pero también de una competitividad fiscal que sea justa", añadió el dirigente.
Juncker reiteró su apuesta en favor de un plan europeo que pasa por una mayor armonización impositiva que dificulte las maniobras evasivas de las empresas.
Para ello dijo que ha propuesto elevar la directiva europea relacionada con el intercambio de información, iniciativa que, si bien no ha podido terminarse a tiempo para ser incluida en las conclusiones de la cumbre del G20, aseguró que sigue su curso.
Preguntado por si el escándalo LuxLeaks le incapacita para defender las propuestas europeas de reforma fiscal, Juncker se defendió recordando que en 1997 el Ecofin aprobó bajo su presidencia un código de buena conducta contra la competición fiscal injusta.
"Bajo esas reglas muchas legislaciones nacionales, más o menos la de todos los países europeos, tuvieron que ser cambiadas y este proceso todavía no ha terminado", aseguró el político.
Junker rechazó su implicación directa en los acuerdos secretos entre Luxemburgo y casi 340 empresas alcanzados cuando él encabezaba el Gobierno y que permitieron a estas sociedades rebajar drásticamente sus impuestos.
Durante la cumbre del G20, la OCDE presentará a los participantes el plan contra la erosión de la base tributaria y el movimiento de beneficios (BEPS, siglas en inglés).
El documento, que en septiembre fue asumido por los ministros de Finanzas del G20, persigue evitar que las multinacionales dejen de pagar impuestos donde generan ganancias al reubicar de forma artificial el origen de su actividad en países que ofrecen un mejor trato fiscal.
Los ministros de Economía del G20 comenzaron esta mañana su reunión y los líderes del grupo lo harán en unas horas, con el objetivo de impulsar el crecimiento de la economía mundial y crear puestos de trabajo, aunque hay presiones de varios sectores y organizaciones para que sean más ambiciosos.
"La evasión de impuestos es una asunto muy importante para todos nosotros. La evasión a veces pasa por la interacción de normas fiscales muy divergentes. Esto puede crear una situación de baja tasación y debe evitarse", dijo Juncker en rueda de prensa en Brisbane, donde se organiza la cumbre del G20 este sábado y mañana, domingo.
"Estoy a favor de la competencia fiscal pero también de una competitividad fiscal que sea justa", añadió el dirigente.
Juncker reiteró su apuesta en favor de un plan europeo que pasa por una mayor armonización impositiva que dificulte las maniobras evasivas de las empresas.
Para ello dijo que ha propuesto elevar la directiva europea relacionada con el intercambio de información, iniciativa que, si bien no ha podido terminarse a tiempo para ser incluida en las conclusiones de la cumbre del G20, aseguró que sigue su curso.
Preguntado por si el escándalo LuxLeaks le incapacita para defender las propuestas europeas de reforma fiscal, Juncker se defendió recordando que en 1997 el Ecofin aprobó bajo su presidencia un código de buena conducta contra la competición fiscal injusta.
"Bajo esas reglas muchas legislaciones nacionales, más o menos la de todos los países europeos, tuvieron que ser cambiadas y este proceso todavía no ha terminado", aseguró el político.
Junker rechazó su implicación directa en los acuerdos secretos entre Luxemburgo y casi 340 empresas alcanzados cuando él encabezaba el Gobierno y que permitieron a estas sociedades rebajar drásticamente sus impuestos.
Durante la cumbre del G20, la OCDE presentará a los participantes el plan contra la erosión de la base tributaria y el movimiento de beneficios (BEPS, siglas en inglés).
El documento, que en septiembre fue asumido por los ministros de Finanzas del G20, persigue evitar que las multinacionales dejen de pagar impuestos donde generan ganancias al reubicar de forma artificial el origen de su actividad en países que ofrecen un mejor trato fiscal.
Los ministros de Economía del G20 comenzaron esta mañana su reunión y los líderes del grupo lo harán en unas horas, con el objetivo de impulsar el crecimiento de la economía mundial y crear puestos de trabajo, aunque hay presiones de varios sectores y organizaciones para que sean más ambiciosos.