SuperPip
25-11-2014, 04:41 AM
Líderes del Gobierno y el banco central de China están listos para reducir de nuevo los tipos de interés y aliviar las restricciones al crédito, ante el temor a que los débiles precios agudicen el incumplimiento del pago de deudas, quiebras de empresas y pérdidas de empleos, dijeron fuentes involucradas en el diseño de políticas.
El inesperado recorte en los tipos el viernes, el primero en más de dos años, refleja un cambio en el rumbo de Pekín y del banco central, que habían persistido con modestas medidas de estímulo antes de finalmente decidir la semana pasada que era necesaria una posición audaz en política monetaria para estabilizar a la segunda mayor economía del mundo.
El crecimiento económico se desaceleró a un 7,3 por ciento en el tercer trimestre y las autoridades temieron que estuviera a punto de caer por debajo del 7 por ciento -una tasa vista por última vez durante la crisis financiera global.
Los precios que pagan los productores a las puertas de las fábricas han estado cayendo durante casi tres años, aumentando la presión entre los fabricantes, mientras que la inflación al consumidor también es débil.
"Líderes importantes del Gobierno han cambiado sus perspectivas", dijo un destacado economista de un centro de estudios del Gobierno involucrado en discusiones de política interna.
El economista, que declinó ser mencionado, dijo que el Banco Popular de China ha cambiado su enfoque hacia medidas de estímulos de amplia base y que está abierto a nuevos recortes de los tipos de interés, así como a una rebaja en el ratio de requerimientos de reservas (RRR) de la industria bancaria, que efectivamente restringe la cantidad de capital disponible para financiar créditos.
China redujo el RRR de algunos bancos este año, pero no ha anunciado una reducción del ratio a nivel bancario general desde mayo del 2012.
La decisión del viernes, que redujo los tipos de interés referenciales a un año en 40 puntos base a un 5,6 por ciento, también surgió de las preocupaciones de que los Gobiernos locales están luchando por controlar fuertes cargas de deuda en medio de reformas a sus acuerdos de financiación, dijeron las fuentes.
El recorte ayudó a impulsar a las acciones en Asia el lunes.
Importantes líderes chinos se habían resistido a un recorte de tasas ante el temor de que pueda alentar burbujas inmobiliarias y de deuda, y afectar sus credenciales reformistas, pero eventualmente fueron persuadidos por las señales de deterioro en el crecimiento a medida que el sector inmobiliario se enfría.
Hasta entonces, las autoridades monetarias habían persistido con medidas políticas específicas, como recortes en los ratios de reserva de bancos seleccionados e inyecciones de liquidez al sistema bancario. Pero esas medidas no lograron reducir los costes de la deuda para el sector corporativo.
Muchos economistas chinos han instado a medidas más audaces de política monetaria, ya que datos recientes mostraron que la economía perdió más fuerza en el cuarto trimestre y que la inflación de precios al consumidor se sigue desacelerando.
El inesperado recorte en los tipos el viernes, el primero en más de dos años, refleja un cambio en el rumbo de Pekín y del banco central, que habían persistido con modestas medidas de estímulo antes de finalmente decidir la semana pasada que era necesaria una posición audaz en política monetaria para estabilizar a la segunda mayor economía del mundo.
El crecimiento económico se desaceleró a un 7,3 por ciento en el tercer trimestre y las autoridades temieron que estuviera a punto de caer por debajo del 7 por ciento -una tasa vista por última vez durante la crisis financiera global.
Los precios que pagan los productores a las puertas de las fábricas han estado cayendo durante casi tres años, aumentando la presión entre los fabricantes, mientras que la inflación al consumidor también es débil.
"Líderes importantes del Gobierno han cambiado sus perspectivas", dijo un destacado economista de un centro de estudios del Gobierno involucrado en discusiones de política interna.
El economista, que declinó ser mencionado, dijo que el Banco Popular de China ha cambiado su enfoque hacia medidas de estímulos de amplia base y que está abierto a nuevos recortes de los tipos de interés, así como a una rebaja en el ratio de requerimientos de reservas (RRR) de la industria bancaria, que efectivamente restringe la cantidad de capital disponible para financiar créditos.
China redujo el RRR de algunos bancos este año, pero no ha anunciado una reducción del ratio a nivel bancario general desde mayo del 2012.
La decisión del viernes, que redujo los tipos de interés referenciales a un año en 40 puntos base a un 5,6 por ciento, también surgió de las preocupaciones de que los Gobiernos locales están luchando por controlar fuertes cargas de deuda en medio de reformas a sus acuerdos de financiación, dijeron las fuentes.
El recorte ayudó a impulsar a las acciones en Asia el lunes.
Importantes líderes chinos se habían resistido a un recorte de tasas ante el temor de que pueda alentar burbujas inmobiliarias y de deuda, y afectar sus credenciales reformistas, pero eventualmente fueron persuadidos por las señales de deterioro en el crecimiento a medida que el sector inmobiliario se enfría.
Hasta entonces, las autoridades monetarias habían persistido con medidas políticas específicas, como recortes en los ratios de reserva de bancos seleccionados e inyecciones de liquidez al sistema bancario. Pero esas medidas no lograron reducir los costes de la deuda para el sector corporativo.
Muchos economistas chinos han instado a medidas más audaces de política monetaria, ya que datos recientes mostraron que la economía perdió más fuerza en el cuarto trimestre y que la inflación de precios al consumidor se sigue desacelerando.