SuperPip
05-01-2015, 05:43 AM
La campaña electoral en Grecia comenzó hoy con un duelo a distancia entre el primer ministro conservador, Andonis Samáras, y el líder de la oposición izquierdista, Alexis Tsipras, así como la escisión de los cogubernamentales socialdemócratas de Pasok.
Con pocos minutos de diferencia entre sus intervenciones, Samarás, desde la agrícola región de Tesalia, y Tsipras, desde un centro deportivo en Atenas, se reprocharon mutuamente basar sus respectivas campañas en mentiras.
Mientras el primer ministro aseguró que en la "agenda oculta" de Syriza continúa estando la salida del euro, el líder de la izquierda auguró que de ganar los conservadores, el Gobierno no solo no abandonará el plan de austeridad, como preconiza, sino que retomará las medidas de ajuste acordadas con los acreedores.
Lejos de ello Samarás anunció una "hoja de ruta" para bajar los impuestos y aseguró que, de ganar Syriza, los agricultores -a los que se dirigía mayoritariamente en ese momento, perderán buena parte de los subsidios europeos.
Además, advirtió de que con un Gobierno de Syriza no habrá acuerdo con los acreedores y los bancos griegos perderán, a partir de marzo, 15.000 millones de euros de liquidez, pues "quedará interrumpida la prestación de liquidez por el Banco Central Europeo (BCE)".
Con pocos minutos de diferencia entre sus intervenciones, Samarás, desde la agrícola región de Tesalia, y Tsipras, desde un centro deportivo en Atenas, se reprocharon mutuamente basar sus respectivas campañas en mentiras.
Mientras el primer ministro aseguró que en la "agenda oculta" de Syriza continúa estando la salida del euro, el líder de la izquierda auguró que de ganar los conservadores, el Gobierno no solo no abandonará el plan de austeridad, como preconiza, sino que retomará las medidas de ajuste acordadas con los acreedores.
Lejos de ello Samarás anunció una "hoja de ruta" para bajar los impuestos y aseguró que, de ganar Syriza, los agricultores -a los que se dirigía mayoritariamente en ese momento, perderán buena parte de los subsidios europeos.
Además, advirtió de que con un Gobierno de Syriza no habrá acuerdo con los acreedores y los bancos griegos perderán, a partir de marzo, 15.000 millones de euros de liquidez, pues "quedará interrumpida la prestación de liquidez por el Banco Central Europeo (BCE)".