Arlette
30-07-2015, 09:28 PM
Leyendo algunas noticias, me encontré con esta pregunta, ¿el dinero compra la felicidad? Y encontré un artículo que me gustaría compartir.
De este articulo puedo resaltar algunos temas importantes que debemos tener en cuenta y nos puede ayudar a saber cómo la gente puede emplear su dinero de forma más inteligente y maximizar su felicidad.
1. Las experiencias valen más de lo que uno piensa
Numerosos estudios en los últimos 10 años han demostrado que las experiencias de la vida nos dan un placer más duradero que las cosas materiales y, sin embargo la gente prioriza los bienes tangibles.
Ryan Howell, profesor adjunto de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco. En un estudio publicado este año, halló que la gente piensa que las compras materiales ofrecen un mejor valor porque las experiencias son efímeras y los bienes duran más. Por lo tanto, si bien de vez en cuando gastan en grandes vacaciones o entradas para conciertos, cuando son más cuidadosos con el dinero se quedan con los bienes materiales
Thomas Gilovich, profesor de psicología de la Universidad de Cornell, ha llegado a conclusiones similares. “Las personas a menudo hacen un cálculo racional: tengo una cantidad limitada de dinero y puedo ir allí o puedo tener esto”, explica. “Si voy allí, será genial, pero acabará enseguida. Si compro esta cosa, al menos siempre la tendré. Objetivamente eso es verdad, pero no psicológicamente.
Muchas veces, las experiencias se comparten con otras personas, lo que nos da un mayor sentido de conexión, y forman una parte más amplia de nuestro sentido de identidad. Algo crucial es que no solemos comparar nuestras experiencias con las de otras personas, como sí lo hacemos con las cosas materiales, agrega. Además, la gente obtiene más placer a la espera de experiencias que de compras materiales, que parecen causar impaciencia.
2. No se adapte a lo que compra
Una de las principales razones por la que tener más cosas no siempre nos vuelve más felices es que nos adaptamos a ellas.
“Los seres humanos son excepcionalmente buenos al acostumbrarse a cambios en sus vidas, especialmente a cambios positivos”, dice Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside. “Si sus ingresos aumentan, les da un estímulo, pero luego sus aspiraciones también aumentan (...) Tratar de prevenir eso o frenarlo es un gran desafío”.
Un método que puede funcionar, afirma, es mantener un sentido de apreciación y gratitud por lo que uno tiene, ya que el proceso de adaptación proviene de dar por sentado lo que uno posee. La variedad, la novedad o la sorpresa también pueden ayudar a disfrutar más las posesiones. “Cuando las cosas no cambian, ahí es cuando uno se adapta a ellas”, asevera. Intente compartir sus objetos con otras personas y abra sus puertas a nuevas experiencias, recomienda.
De este articulo puedo resaltar algunos temas importantes que debemos tener en cuenta y nos puede ayudar a saber cómo la gente puede emplear su dinero de forma más inteligente y maximizar su felicidad.
1. Las experiencias valen más de lo que uno piensa
Numerosos estudios en los últimos 10 años han demostrado que las experiencias de la vida nos dan un placer más duradero que las cosas materiales y, sin embargo la gente prioriza los bienes tangibles.
Ryan Howell, profesor adjunto de psicología en la Universidad Estatal de San Francisco. En un estudio publicado este año, halló que la gente piensa que las compras materiales ofrecen un mejor valor porque las experiencias son efímeras y los bienes duran más. Por lo tanto, si bien de vez en cuando gastan en grandes vacaciones o entradas para conciertos, cuando son más cuidadosos con el dinero se quedan con los bienes materiales
Thomas Gilovich, profesor de psicología de la Universidad de Cornell, ha llegado a conclusiones similares. “Las personas a menudo hacen un cálculo racional: tengo una cantidad limitada de dinero y puedo ir allí o puedo tener esto”, explica. “Si voy allí, será genial, pero acabará enseguida. Si compro esta cosa, al menos siempre la tendré. Objetivamente eso es verdad, pero no psicológicamente.
Muchas veces, las experiencias se comparten con otras personas, lo que nos da un mayor sentido de conexión, y forman una parte más amplia de nuestro sentido de identidad. Algo crucial es que no solemos comparar nuestras experiencias con las de otras personas, como sí lo hacemos con las cosas materiales, agrega. Además, la gente obtiene más placer a la espera de experiencias que de compras materiales, que parecen causar impaciencia.
2. No se adapte a lo que compra
Una de las principales razones por la que tener más cosas no siempre nos vuelve más felices es que nos adaptamos a ellas.
“Los seres humanos son excepcionalmente buenos al acostumbrarse a cambios en sus vidas, especialmente a cambios positivos”, dice Sonja Lyubomirsky, profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside. “Si sus ingresos aumentan, les da un estímulo, pero luego sus aspiraciones también aumentan (...) Tratar de prevenir eso o frenarlo es un gran desafío”.
Un método que puede funcionar, afirma, es mantener un sentido de apreciación y gratitud por lo que uno tiene, ya que el proceso de adaptación proviene de dar por sentado lo que uno posee. La variedad, la novedad o la sorpresa también pueden ayudar a disfrutar más las posesiones. “Cuando las cosas no cambian, ahí es cuando uno se adapta a ellas”, asevera. Intente compartir sus objetos con otras personas y abra sus puertas a nuevas experiencias, recomienda.