Arlette
02-10-2015, 09:05 PM
Los mercados globales están afrontando un considerable aumento de la volatilidad en los últimos meses. El índice Dow Jones tuvo una caída de más del 3% en el mes de septiembre, y acumula en los primeros nueve meses de 2015 una baja del 9,2%.
En general, los analistas suelen poner bastante atención a esta clase de comportamientos, ya que una baja de más del 10% es lo que se conoce oficialmente como un “ajuste” de mercado. Esto tiene algunas implicancias importantes desde el punto de vista de la psicología de los inversores, por lo cual conviene prestar atención a los niveles de precios a mediano plazo.
Si bien la historia no se repite con exactitud, analizar el comportamiento histórico del mercado puede ayudarnos a poner el escenario en contexto y cuantificar mejor las diferentes posibilidades. A continuación, analizamos los anteriores ajustes de 10% o más en el Dow Jones en los últimos 30 años.
En primer lugar, esto nos retrotrae al Lunes Negro (Black Monday) en 1987, cuando este indicador estadounidense tuvo un repentino ajuste del 29,6% en unos pocos días. De hecho, el 19 de octubre de 1987 fue la mayor caída histórica del Dow Jones para un solo día, con un colapso del 22,6% durante la jornada de operaciones.
Evidentemente, este fue un evento muy particular, el cual estuvo relacionado con una serie de factores extraordinarios. Los contratos de futuros y otros derivados eran instrumentos relativamente novedosos en aquel entonces. Muchos operadores utilizaban estrategias de venta automáticas en caso de caídas, y esto tuvo un efecto devastador sobre los precios.
A medida que los mercados rompían soportes en su camino bajista, se disparaban nuevas órdenes de venta, lo cual aceleraba las caídas de precios. En base a esta experiencia, se crearon nuevas regulaciones y dispositivos con el objetivo de evitar que se repita esta clase de episodios en los mercados.
El Black Monday es también considerado el primer caso de pánico financiero global, ya que las caídas comenzaron por la madrugada en Japón, atravesando el continente europeo y expandiéndose hacia los Estados Unidos con el correr de las horas.
Fue la primera vez que los operadores presenciaron por TV en tiempo real los colapsos bursátiles en todo el mundo, lo cual tuvo como resultado una exacerbación de los temores.
El ajuste de 1987 fue el más pronunciado en los últimos 30 años, y los mercados demoraron 419 días hábiles en recuperarse completamente.
El default de Rusia en 1998 produjo un ajuste del 12% en el Dow Jones, y los precios recuperaron sus valores previos en un período de 48 días hábiles. Este fue un ajuste relativamente suave sobre este indicador de acciones estadounidenses, aunque tuvo un impacto considerablemente mayor en muchos mercados emergentes.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 coincidieron con la etapa de la explosión de la burbuja tecnológica y la recesión subsiguiente en los EE.UU..Esto implicó una caída del 14,3% para el Dow Jones, y los precios se mantuvieron por debajo de los niveles máximos por un período de 40 días hábiles.
Teniendo en cuenta la gravedad de los episodios, la magnitud del ajuste fue bastante moderada. Por otro lado, conviene tener en cuenta que los precios de activos relacionados al sector tecnológico, los cuales tienen una baja representación en el Dow Jones, sufrieron caídas considerablemente más pronunciadas.
La crisis financiera de 2008 provocó un ajuste del 18% en el Dow Jones, y los precios demoraron 304 días hábiles en recuperar sus valores. Esta fue claramente una de las peores recesiones en la historia económica de los Estados Unidos, y el impacto sobre este índice fue especialmente pronunciado debido al peso que tuvieron instituciones financieras como Citigroup (C) y Bank of America (BAC).
En 2011, debido a los problemas de deuda en Europa y el downgrade crediticio de los EE.UU., el índice tuvo un ajuste del 10,9%, demorando 62 días en recuperar sus valores. Tanto en cuanto a la magnitud de la caída como en cuanto al plazo de ajuste, este fue un evento comparativamente liviano desde la perspectiva histórica.
Por supuesto, el Dow Jones es uno de los índices bursátiles más estables debido a que se enfoca en compañías grandes de alta calidad, esto significa que pueden esperarse movimientos mucho más abruptos en los indicadores de mercado más volátiles.
Sin embargo, a grandes rasgos puede decirse que una caída de más del 15% en el Dow Jones es un ajuste de magnitud, y el único ajuste mayor al 20% que ha tenido el índice en los últimos años fue el del Black Monday. En cuanto a los tiempos de recuperación, una recuperación veloz suele darse entre los 40 y 60 días, mientras que los procesos más lentos pueden tardar 300 o incluso más de 400 días.
Para los inversionistas que estén a la búsqueda de aprovechar oportunidades en base a los ajustes recientes, tener en cuenta estos datos puede resultar valioso en términos de evaluar los riesgos a los que se exponen y los plazos a tener en cuenta para planificar la operación.
En general, los analistas suelen poner bastante atención a esta clase de comportamientos, ya que una baja de más del 10% es lo que se conoce oficialmente como un “ajuste” de mercado. Esto tiene algunas implicancias importantes desde el punto de vista de la psicología de los inversores, por lo cual conviene prestar atención a los niveles de precios a mediano plazo.
Si bien la historia no se repite con exactitud, analizar el comportamiento histórico del mercado puede ayudarnos a poner el escenario en contexto y cuantificar mejor las diferentes posibilidades. A continuación, analizamos los anteriores ajustes de 10% o más en el Dow Jones en los últimos 30 años.
En primer lugar, esto nos retrotrae al Lunes Negro (Black Monday) en 1987, cuando este indicador estadounidense tuvo un repentino ajuste del 29,6% en unos pocos días. De hecho, el 19 de octubre de 1987 fue la mayor caída histórica del Dow Jones para un solo día, con un colapso del 22,6% durante la jornada de operaciones.
Evidentemente, este fue un evento muy particular, el cual estuvo relacionado con una serie de factores extraordinarios. Los contratos de futuros y otros derivados eran instrumentos relativamente novedosos en aquel entonces. Muchos operadores utilizaban estrategias de venta automáticas en caso de caídas, y esto tuvo un efecto devastador sobre los precios.
A medida que los mercados rompían soportes en su camino bajista, se disparaban nuevas órdenes de venta, lo cual aceleraba las caídas de precios. En base a esta experiencia, se crearon nuevas regulaciones y dispositivos con el objetivo de evitar que se repita esta clase de episodios en los mercados.
El Black Monday es también considerado el primer caso de pánico financiero global, ya que las caídas comenzaron por la madrugada en Japón, atravesando el continente europeo y expandiéndose hacia los Estados Unidos con el correr de las horas.
Fue la primera vez que los operadores presenciaron por TV en tiempo real los colapsos bursátiles en todo el mundo, lo cual tuvo como resultado una exacerbación de los temores.
El ajuste de 1987 fue el más pronunciado en los últimos 30 años, y los mercados demoraron 419 días hábiles en recuperarse completamente.
El default de Rusia en 1998 produjo un ajuste del 12% en el Dow Jones, y los precios recuperaron sus valores previos en un período de 48 días hábiles. Este fue un ajuste relativamente suave sobre este indicador de acciones estadounidenses, aunque tuvo un impacto considerablemente mayor en muchos mercados emergentes.
Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 coincidieron con la etapa de la explosión de la burbuja tecnológica y la recesión subsiguiente en los EE.UU..Esto implicó una caída del 14,3% para el Dow Jones, y los precios se mantuvieron por debajo de los niveles máximos por un período de 40 días hábiles.
Teniendo en cuenta la gravedad de los episodios, la magnitud del ajuste fue bastante moderada. Por otro lado, conviene tener en cuenta que los precios de activos relacionados al sector tecnológico, los cuales tienen una baja representación en el Dow Jones, sufrieron caídas considerablemente más pronunciadas.
La crisis financiera de 2008 provocó un ajuste del 18% en el Dow Jones, y los precios demoraron 304 días hábiles en recuperar sus valores. Esta fue claramente una de las peores recesiones en la historia económica de los Estados Unidos, y el impacto sobre este índice fue especialmente pronunciado debido al peso que tuvieron instituciones financieras como Citigroup (C) y Bank of America (BAC).
En 2011, debido a los problemas de deuda en Europa y el downgrade crediticio de los EE.UU., el índice tuvo un ajuste del 10,9%, demorando 62 días en recuperar sus valores. Tanto en cuanto a la magnitud de la caída como en cuanto al plazo de ajuste, este fue un evento comparativamente liviano desde la perspectiva histórica.
Por supuesto, el Dow Jones es uno de los índices bursátiles más estables debido a que se enfoca en compañías grandes de alta calidad, esto significa que pueden esperarse movimientos mucho más abruptos en los indicadores de mercado más volátiles.
Sin embargo, a grandes rasgos puede decirse que una caída de más del 15% en el Dow Jones es un ajuste de magnitud, y el único ajuste mayor al 20% que ha tenido el índice en los últimos años fue el del Black Monday. En cuanto a los tiempos de recuperación, una recuperación veloz suele darse entre los 40 y 60 días, mientras que los procesos más lentos pueden tardar 300 o incluso más de 400 días.
Para los inversionistas que estén a la búsqueda de aprovechar oportunidades en base a los ajustes recientes, tener en cuenta estos datos puede resultar valioso en términos de evaluar los riesgos a los que se exponen y los plazos a tener en cuenta para planificar la operación.