Arlette
12-11-2015, 07:17 PM
China es un mercado muy difícil de entender. Con muchas trabas para el inversor a la hora de entrar, pero que poco a poco se van levantando como parte de una estrategia de apertura al capital extranjero por parte del Partido Comunista.
Existen las acciones serie “A” del mercado estrictamente chino, o bien continental, que cotizan en los mercados de Shanghai y Shenzen, entre otras bolsas menores. Las acciones serie 'A' son aquellas de compañías chinas locales denominadas en renminbis (la moneda local, también conocida por yuan), y negociadas principalmente entre inversores locales en esas bolsas. Los inversores institucionales extranjeros calificados que han obtenido un permiso especial del Gobierno chino también pueden participar en este mercado.
Las acciones serie ‘B’ están representadas por compañías chinas con un valor nominal en renminbis, pero registradas para transacciones principalmente a inversores internacionales en dólares en la Bolsa de valores de Shanghai, o dólares de Hong Kong en la Bolsa de Shenzhen. Los inversores de China continental también pueden negociar con acciones serie ‘B’ mediante cuentas legales en monedas extranjeras.
También se puede invertir en el mercado chino a través de compañías que cotizan en Hong Kong: son las denominadas “H”. Están registradas en Hong Kong y son negociadas en dólares de Hong Kong (por eso razón se llaman acciones serie H). También se las conoce como las “red chips” representan a compañías constituidas en Hong Kong, pero cuyos intereses comerciales primarios están en China continental. Casi todas las empresas estatales con posiciones líderes en sectores estratégicos como las telecomunicaciones o el transporte están presentes en ese panel.
Compañías que pueden no estar constituidas en China pero que tienen su negocio principal allí, son conocidas como las acciones serie L, las cuales son negociadas en la Bolsa de Londres.
Las acciones serie N se negocian en la Bolsa de Nueva York (NYSE), el NASDAQ o la American Stock Exchange.
Por último, hay empresas chinas que están directamente listadas en los Estados Unidos (únicamente o adicionalmente a las dos plazas anteriores). Pueden tener cotización como acción A o H, como Petrochina, o bien estar listadas en los EE.UU. como Alibaba (y en otras plazas europeas también).
Las acciones “A” son las de mayor volatilidad y las más pequeñas medidas por el tamaño de su capitalización bursátil. Su volatilidad además se ve magnificada por el hecho de la predominancia de inversores minoristas en estos mercados, que representan un 80% del volumen total y suelen ser muy cortoplacistas, generando burbujas y ventas masivas, profundizando las subidas y las caídas con un comportamiento poco profesional. Además, en estos mercados locales coexisten un buen número de valores de baja calidad, incluyendo una vasta representación de negocios controlados por el estado.
El Shanghai Composite Index es un índice que está compuesto por grandes empresas en su mayoría del sector estatal, mientras que el índice Shenzhen Composite está más que nada conformado por pequeñas y medianas empresas. La divergencia de rendimiento entre ambos índices se explica porque el Shenzhen está compuesto mayormente por compañías tecnológicas y logró capitalizarse gracias al buen desempeño de ese sector.
Ambos índices están agrupados alrededor del CSI 300, el índice más amplio y representativo de las acciones domésticas.
Existen empresas que cotizan bajo las tres modalidades: empresas grandes como Petrochina pueden operarse desde las tres plazas distintas.
El mercado doméstico de acciones clase A estuvo históricamente muy cerrado a los inversores institucionales internacionales y la única forma que tenía hasta ahora un extranjero de participar en este mercado es alistarse en el programa QFII (Qualified Foreign Institutional Investor) o hacerlo a través de una gestora que tenga una cuota en este programa. Se otorgaron muy pocas licencias del programa QFII.
Todos los demás valores coexisten en China con acciones no negociables o privadas que se otorgaban a los equipos directivos y empleados de compañías estatales que cotizaban en bolsa: hasta el año 2005 no se permitía que estas acciones se negociaran en el mercado bursátil. Gradualmente se habilitó dicho proceso para que los dueños de esas acciones efectúen una venta gradual en el mercado.
Por lo general, las acciones chinas serie H o “red chips” que cotizan en Hong Kong reflejan una mayor transparencia y tienen un mejor gobierno corporativo debido a un marco regulatorio más estricto.
El mercado de acciones serie A en los últimos años ha tendido a ser más caro que el de serie H porque son compañías de gran capitalización. Pero incluso si hay una empresa listada como A y H no están nunca arbitradas: dependerá para el arbitraje el premio en función de la facilidad para arbitrar dicha diferencia. El spread, o diferencia de cotización porcentual, suele ser tomado como un indicador de qué tan deseadas son las acciones A. Hace no mucho tiempo atrás, existía un descuento, pero hoy tenemos que hablar de un premio (sobreprecio).
Por otro lado, el mercado de acciones serie A poseen un número mucho mayor de empresas que cotizan en la bolsa que los otros mercados y la representación por sectores es más equilibrada y diversificada, con presencia además de empresas pequeñas y sectores que no están disponibles a través de acciones serie H. Es el caso de empresas de internet, bebidas alcohólicas, turismo, productos farmacéuticos chinos o relacionadas con la agricultura.
La principal manera de invertir en acciones chinas es a través de los ETFs o a través de los ADRs de las principales compañías. La ventaja de los ETFs es que son fáciles de operar y dan acceso a una muestra diversificada de empresas. Pero el mundo de las acciones chinas es mucho más amplio y lleno de oportunidades. Otra manera de invertir en acciones chinas es a través de fondos comunes de inversión listados en los mercados en forma directa.
China es una inversión muy diferente a las demás en materia bursátil partiendo de la base de que el gobierno aún ejerce un fuerte control sobre las empresas, la economía en general y los medios de difusión. No es un mercado muy aceitado o líquido para bonos o incluso de tipo de cambio, ya que el Yuan aún no es una moneda convertible, no puede ser operada en los mercados de futuros ni considerada como reservas de monedas internacionales por parte de los bancos centrales.
Pero en materia bursátil en los últimos años China se ha mostrado muy dinámica, con un esfuerzo grande en dirección de una mayor interconexión con los mercados satélites como los de Hong Kong. El programa SH/HK Stock Connect tendrá dos direcciones: inversiones dirigidas hacia el mercado chino o Northbound, e inversiones de chinos hacia el mercado de Hong Kong (Southbound). El acuerdo supone un paso más en el proceso de liberalización de los mercados financieros emprendido en los últimos años por el Gobierno chino al permitir un acceso más directo de los capitales extranjeros.
Varios factores juegan a favor de la inversión en acciones chinas: menores restricciones para la apertura de cuentas por parte de los propios chinos, mayor poder adquisitivo y menores restricciones para la compra de acciones por parte de inversores extranjeros. A eso tenemos que agregar que la administradora de los índices MSCI ha iniciado los trámites para incluir en su índice de Mercados Emergentes parte de las acciones A chinas. Aún no lo ha hecho, pero MSCI ya incluye ahora a los ADRs de empresas chinas en su Índice de Mercados Emergentes.
Existen las acciones serie “A” del mercado estrictamente chino, o bien continental, que cotizan en los mercados de Shanghai y Shenzen, entre otras bolsas menores. Las acciones serie 'A' son aquellas de compañías chinas locales denominadas en renminbis (la moneda local, también conocida por yuan), y negociadas principalmente entre inversores locales en esas bolsas. Los inversores institucionales extranjeros calificados que han obtenido un permiso especial del Gobierno chino también pueden participar en este mercado.
Las acciones serie ‘B’ están representadas por compañías chinas con un valor nominal en renminbis, pero registradas para transacciones principalmente a inversores internacionales en dólares en la Bolsa de valores de Shanghai, o dólares de Hong Kong en la Bolsa de Shenzhen. Los inversores de China continental también pueden negociar con acciones serie ‘B’ mediante cuentas legales en monedas extranjeras.
También se puede invertir en el mercado chino a través de compañías que cotizan en Hong Kong: son las denominadas “H”. Están registradas en Hong Kong y son negociadas en dólares de Hong Kong (por eso razón se llaman acciones serie H). También se las conoce como las “red chips” representan a compañías constituidas en Hong Kong, pero cuyos intereses comerciales primarios están en China continental. Casi todas las empresas estatales con posiciones líderes en sectores estratégicos como las telecomunicaciones o el transporte están presentes en ese panel.
Compañías que pueden no estar constituidas en China pero que tienen su negocio principal allí, son conocidas como las acciones serie L, las cuales son negociadas en la Bolsa de Londres.
Las acciones serie N se negocian en la Bolsa de Nueva York (NYSE), el NASDAQ o la American Stock Exchange.
Por último, hay empresas chinas que están directamente listadas en los Estados Unidos (únicamente o adicionalmente a las dos plazas anteriores). Pueden tener cotización como acción A o H, como Petrochina, o bien estar listadas en los EE.UU. como Alibaba (y en otras plazas europeas también).
Las acciones “A” son las de mayor volatilidad y las más pequeñas medidas por el tamaño de su capitalización bursátil. Su volatilidad además se ve magnificada por el hecho de la predominancia de inversores minoristas en estos mercados, que representan un 80% del volumen total y suelen ser muy cortoplacistas, generando burbujas y ventas masivas, profundizando las subidas y las caídas con un comportamiento poco profesional. Además, en estos mercados locales coexisten un buen número de valores de baja calidad, incluyendo una vasta representación de negocios controlados por el estado.
El Shanghai Composite Index es un índice que está compuesto por grandes empresas en su mayoría del sector estatal, mientras que el índice Shenzhen Composite está más que nada conformado por pequeñas y medianas empresas. La divergencia de rendimiento entre ambos índices se explica porque el Shenzhen está compuesto mayormente por compañías tecnológicas y logró capitalizarse gracias al buen desempeño de ese sector.
Ambos índices están agrupados alrededor del CSI 300, el índice más amplio y representativo de las acciones domésticas.
Existen empresas que cotizan bajo las tres modalidades: empresas grandes como Petrochina pueden operarse desde las tres plazas distintas.
El mercado doméstico de acciones clase A estuvo históricamente muy cerrado a los inversores institucionales internacionales y la única forma que tenía hasta ahora un extranjero de participar en este mercado es alistarse en el programa QFII (Qualified Foreign Institutional Investor) o hacerlo a través de una gestora que tenga una cuota en este programa. Se otorgaron muy pocas licencias del programa QFII.
Todos los demás valores coexisten en China con acciones no negociables o privadas que se otorgaban a los equipos directivos y empleados de compañías estatales que cotizaban en bolsa: hasta el año 2005 no se permitía que estas acciones se negociaran en el mercado bursátil. Gradualmente se habilitó dicho proceso para que los dueños de esas acciones efectúen una venta gradual en el mercado.
Por lo general, las acciones chinas serie H o “red chips” que cotizan en Hong Kong reflejan una mayor transparencia y tienen un mejor gobierno corporativo debido a un marco regulatorio más estricto.
El mercado de acciones serie A en los últimos años ha tendido a ser más caro que el de serie H porque son compañías de gran capitalización. Pero incluso si hay una empresa listada como A y H no están nunca arbitradas: dependerá para el arbitraje el premio en función de la facilidad para arbitrar dicha diferencia. El spread, o diferencia de cotización porcentual, suele ser tomado como un indicador de qué tan deseadas son las acciones A. Hace no mucho tiempo atrás, existía un descuento, pero hoy tenemos que hablar de un premio (sobreprecio).
Por otro lado, el mercado de acciones serie A poseen un número mucho mayor de empresas que cotizan en la bolsa que los otros mercados y la representación por sectores es más equilibrada y diversificada, con presencia además de empresas pequeñas y sectores que no están disponibles a través de acciones serie H. Es el caso de empresas de internet, bebidas alcohólicas, turismo, productos farmacéuticos chinos o relacionadas con la agricultura.
La principal manera de invertir en acciones chinas es a través de los ETFs o a través de los ADRs de las principales compañías. La ventaja de los ETFs es que son fáciles de operar y dan acceso a una muestra diversificada de empresas. Pero el mundo de las acciones chinas es mucho más amplio y lleno de oportunidades. Otra manera de invertir en acciones chinas es a través de fondos comunes de inversión listados en los mercados en forma directa.
China es una inversión muy diferente a las demás en materia bursátil partiendo de la base de que el gobierno aún ejerce un fuerte control sobre las empresas, la economía en general y los medios de difusión. No es un mercado muy aceitado o líquido para bonos o incluso de tipo de cambio, ya que el Yuan aún no es una moneda convertible, no puede ser operada en los mercados de futuros ni considerada como reservas de monedas internacionales por parte de los bancos centrales.
Pero en materia bursátil en los últimos años China se ha mostrado muy dinámica, con un esfuerzo grande en dirección de una mayor interconexión con los mercados satélites como los de Hong Kong. El programa SH/HK Stock Connect tendrá dos direcciones: inversiones dirigidas hacia el mercado chino o Northbound, e inversiones de chinos hacia el mercado de Hong Kong (Southbound). El acuerdo supone un paso más en el proceso de liberalización de los mercados financieros emprendido en los últimos años por el Gobierno chino al permitir un acceso más directo de los capitales extranjeros.
Varios factores juegan a favor de la inversión en acciones chinas: menores restricciones para la apertura de cuentas por parte de los propios chinos, mayor poder adquisitivo y menores restricciones para la compra de acciones por parte de inversores extranjeros. A eso tenemos que agregar que la administradora de los índices MSCI ha iniciado los trámites para incluir en su índice de Mercados Emergentes parte de las acciones A chinas. Aún no lo ha hecho, pero MSCI ya incluye ahora a los ADRs de empresas chinas en su Índice de Mercados Emergentes.