Arlette
06-07-2016, 05:00 PM
Un año después del referéndum convocado por el Gobierno de Grecia sobre las medidas de austeridad en el que triunfó claramente el "no", el Ejecutivo vive una luna de miel con los acreedores tras aceptar las condiciones del tercer rescate, pero son numerosas las críticas entre la población helena.
El 5 de julio de 2015, en pleno pulso con los acreedores de Grecia, el Gobierno de Alexis Tsipras planteó un referéndum en el que preguntó si se debía aceptar la última propuesta de recortes de la tro**a, ante lo que la ciudadanía respondió con un rotundo "no", opción que ganó con un 61,31% de los votos.
Al día siguiente los acontecimientos se precipitaron con el cese del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis.
Su relevo fue Euclides Tsakalotos, el cual terminó por firmar, apenas un mes después, las condiciones del tercer rescate, que tendrá una duración de tres años y por el que Grecia recibirá 86.000 millones de euros.
"Voté en el referéndum para ayudar al Gobierno a obtener un mejor acuerdo pero al día siguiente el "no" se volvió "sí", se lamenta a Efe Manos, autónomo de 55 años, "no sé si se obtuvo algo mejor, no sé si era necesario, lo único que se consiguió fue castrar al pueblo".
"Participé en el referéndum porque se presentaba una cuestión fundamental y había que afrontarla, aunque el resultado no se respetó", aseguró Eliana, periodista de 28 años, "si hoy tuviera que votar, me abstendría".
María, ingeniera de 48 años que trabaja en un café, se consuela pensando que "por suerte", no se "aplicó" el resultado del referéndum aunque lamentó "todo lo que ocurrió, estos largos meses de negociación, este caos, (que) fueron una grave marcha atrás. Era una negociación que no era necesaria y el referendo un error".
Aunque no faltan los que como Stéfanos, también ingeniero de 55 años, y que voto "no" para "ayudar al Gobierno en la negociación", que cree que "se hizo mucho esfuerzo" y aunque no sabe "si el resultado fue el esperado" duda "de que se haya podido hacer algo mejor", así que si volviera a votar "lo haría de la misma forma".
Para recibir el primer tramo del tercer rescate, unos 10.300 millones de euros, Grecia tuvo que aprobar una profunda reforma de las pensiones y subir los impuestos directos e indirectos, para economizar 5.400 millones anuales que la lleven a conseguir un superávit primario en 2018 del 3,5% del Producto Interior Bruto.
De esos 10.300 millones de euros Grecia recibió ya 7.500 y espera que los acreedores le abonen otros 2.800 más después del verano.
"No participé en el referéndum", dijo a Efe Pavlos, tendero de 60 años, "creo que todo estaba decidido de antemano", que aseguró que la gente "está desesperada".
Por parte del Gobierno no se produjo hoy ni una sola declaración o reacción al respecto de este primer aniversario de la consulta, que coincide con el viaje de Alexis Tsipras y una buena parte de su Gobierno a China para estrechar lazo económicos con aquel país.
Sí se pronunció el partido izquierdista del que es líder, Syriza, al asegura que hace un año "el pueblo griego se puso en pie y dijo 'no' a ultimátums y chantajes, 'no' a la política de austeridad, 'no' a la propaganda de los medios de comunicación y la campaña de terror desatada nacional e internacionalmente".
También Yanis Varufakis, uno de los grandes valedores del "no" aseguró a través de su página web que el referéndum fue un acto "fundacional" de su movimiento político DiEM25 y conmemoró ese rechazo como "un majestuoso y gran 'sí' a una Europa democrática".
Desde el socialdemócrata Pasok, uno de los partidos que más pagó electoralmente su apoyo a los anteriores rescates, el exlíder Evánguelos Venizelos afirmó en una entrevista a una radio privada que "nunca hubo un Gobierno con una actitud tan sumisa, ahora es sí a todo, sí a todo".
Por su parte una de las escisiones de Syriza, creada tras la firma del tercer rescate, Unidad Popular (UP), reivindicó como propio el mensaje del referéndum de hace un año e hizo un llamamiento a manifestarse a las siete de la tarde hora local (16.00 GMT) frente al Parlamento.
Dimitris Stratulis, dirigente de esta formación extraparlamentaria y exministro en el gabinete de Tsipras, aseguró que "el 'no' está todavía vivo en la conciencia de las personas y de los jóvenes".
El 5 de julio de 2015, en pleno pulso con los acreedores de Grecia, el Gobierno de Alexis Tsipras planteó un referéndum en el que preguntó si se debía aceptar la última propuesta de recortes de la tro**a, ante lo que la ciudadanía respondió con un rotundo "no", opción que ganó con un 61,31% de los votos.
Al día siguiente los acontecimientos se precipitaron con el cese del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis.
Su relevo fue Euclides Tsakalotos, el cual terminó por firmar, apenas un mes después, las condiciones del tercer rescate, que tendrá una duración de tres años y por el que Grecia recibirá 86.000 millones de euros.
"Voté en el referéndum para ayudar al Gobierno a obtener un mejor acuerdo pero al día siguiente el "no" se volvió "sí", se lamenta a Efe Manos, autónomo de 55 años, "no sé si se obtuvo algo mejor, no sé si era necesario, lo único que se consiguió fue castrar al pueblo".
"Participé en el referéndum porque se presentaba una cuestión fundamental y había que afrontarla, aunque el resultado no se respetó", aseguró Eliana, periodista de 28 años, "si hoy tuviera que votar, me abstendría".
María, ingeniera de 48 años que trabaja en un café, se consuela pensando que "por suerte", no se "aplicó" el resultado del referéndum aunque lamentó "todo lo que ocurrió, estos largos meses de negociación, este caos, (que) fueron una grave marcha atrás. Era una negociación que no era necesaria y el referendo un error".
Aunque no faltan los que como Stéfanos, también ingeniero de 55 años, y que voto "no" para "ayudar al Gobierno en la negociación", que cree que "se hizo mucho esfuerzo" y aunque no sabe "si el resultado fue el esperado" duda "de que se haya podido hacer algo mejor", así que si volviera a votar "lo haría de la misma forma".
Para recibir el primer tramo del tercer rescate, unos 10.300 millones de euros, Grecia tuvo que aprobar una profunda reforma de las pensiones y subir los impuestos directos e indirectos, para economizar 5.400 millones anuales que la lleven a conseguir un superávit primario en 2018 del 3,5% del Producto Interior Bruto.
De esos 10.300 millones de euros Grecia recibió ya 7.500 y espera que los acreedores le abonen otros 2.800 más después del verano.
"No participé en el referéndum", dijo a Efe Pavlos, tendero de 60 años, "creo que todo estaba decidido de antemano", que aseguró que la gente "está desesperada".
Por parte del Gobierno no se produjo hoy ni una sola declaración o reacción al respecto de este primer aniversario de la consulta, que coincide con el viaje de Alexis Tsipras y una buena parte de su Gobierno a China para estrechar lazo económicos con aquel país.
Sí se pronunció el partido izquierdista del que es líder, Syriza, al asegura que hace un año "el pueblo griego se puso en pie y dijo 'no' a ultimátums y chantajes, 'no' a la política de austeridad, 'no' a la propaganda de los medios de comunicación y la campaña de terror desatada nacional e internacionalmente".
También Yanis Varufakis, uno de los grandes valedores del "no" aseguró a través de su página web que el referéndum fue un acto "fundacional" de su movimiento político DiEM25 y conmemoró ese rechazo como "un majestuoso y gran 'sí' a una Europa democrática".
Desde el socialdemócrata Pasok, uno de los partidos que más pagó electoralmente su apoyo a los anteriores rescates, el exlíder Evánguelos Venizelos afirmó en una entrevista a una radio privada que "nunca hubo un Gobierno con una actitud tan sumisa, ahora es sí a todo, sí a todo".
Por su parte una de las escisiones de Syriza, creada tras la firma del tercer rescate, Unidad Popular (UP), reivindicó como propio el mensaje del referéndum de hace un año e hizo un llamamiento a manifestarse a las siete de la tarde hora local (16.00 GMT) frente al Parlamento.
Dimitris Stratulis, dirigente de esta formación extraparlamentaria y exministro en el gabinete de Tsipras, aseguró que "el 'no' está todavía vivo en la conciencia de las personas y de los jóvenes".