Arlette
21-10-2016, 12:47 AM
Seguramente, se sientan familiarizados con metales preciosos como el oro y la plata. Este año, el metal dorado se revalorizó fuertemente luego de un retroceso debido a la fortaleza del dólar. El oro intenta volver a hacerse valer, como otras veces en el pasado, su marcado carácter de reserva de valor y de refugio en momentos de volatilidad. Su prima-hermana, la plata, también aumentó (y más que el metal dorado) por su menor precio por onza (que es la medida de peso a través de la cual se la identifica), sus crecientes aplicaciones industriales y porque la brecha de precios con el oro debería cerrarse con el tiempo debido a que es excesiva.
La fiebre del oro que fue protagonista de los mercados durante 2009 y otros períodos de marcada volatilidad podría continuar este año en diversos metales denominados “emergentes”. Estoy hablando de los metales del “grupo del platino” (“PGM” en inglés), específicamente del platino y del paladio.
¿Cuántos metales preciosos y al mismo tiempo industriales conoce Usted? El Platino y Paladio son dos metales preciosos y raros, pero también con un uso industrial a la vez. A diferencia del oro, que se destina a joyería, como valor refugio y reserva de valor, el platino y el paladio tienen principalmente un uso básicamente industrial, como por ejemplo para la fabricación de catalizadores de automóviles, previéndose un aumento de su demanda para reconstruir los stocks.
La tecnología de los catalizadores se usa para disminuir la polución producida por los autos antes de que salgan por el caño de escape, provocando determinadas reacciones sobre los gases tóxicos como el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y los hidrocarburos degradados producto de la combustión incompleta o ineficiente. Mediante acciones de oxidación y reducción, los catalizadores los transforman químicamente en compuestos no tóxicos (nitrógeno, agua y dióxido de carbono).
¿Con qué materiales se producen? Ahí está la segunda clave. Un catalizador incluye una serie de sustancias activas, como óxido de aluminio y metales que hacen las veces de catalizadores sólidos: estos son precisamente el Platino y el Paladio, así como el Rodio y retardadores específicos que regulan la acción catalítica de los mismos.
El platino es usado simbólicamente para determinar una jerarquía cuando quiere elevarse el status de determinado cliente o de determinado premio por encima del oro. Hay membresías platino, abonos platino, etc…que se basan en la rareza del metal, su escasez y su elevado precio.
Pero existe un metal que es ignorado: el paladio, que es mucho más raro que el platino. El paladio es un metal de transición del grupo del platino; blando, dúctil, maleable y poco abundante. Se parece químicamente al platino y se extrae de algunas minas de cobre y níquel. No se oxida con el aire, y es el elemento del grupo del platino de menor densidad y menor punto de fusión. Puede absorber hasta 900 veces su volumen de hidrógeno molecular, H2, a temperatura ambiente, y por eso se usa para purificarlo.
El paladio se emplea principalmente como catalizador y en joyería (aleado con oro, en lo que se conoce como oro blanco). También se usa principalmente en el campo de las comunicaciones (donde se utiliza para revestir contactos eléctricos en dispositivos de control automáticos), en odontología, para resortes no magnéticos en relojes de pulsera y de pared, para revestir espejos especiales y como emulsión fotográfica. También es usado en la fabricación de hardware informático.
Puede que el paladio haya sido ignorado hasta ahora porque es mucho más barato, o porque es más raro, pero incluso es usado para los mismos fines que el platino en la industria automotriz en la fabricación de catalizadores, pero con un ahorro del 25% en el uso del metal. Pensar que las automotrices puedan pasar del platino al paladio es motivo suficiente para comprar el metal. Hay una demanda en Europa para su sustitución por el platino en motores diésel.
Otras razones para tener en cartera paladio es que puede contener hasta 9 veces su peso en hidrógeno, lo que lo hace muy útil para aquellos que analizan la propulsión de autos en base a ese combustible. Su habilidad para reducir las emisiones también lo hace deseable para aquellas industrias que deseen reducir sus emisiones tóxicas.
La mitad del paladio que se produce proviene de Rusia y, en menor lugar, de Sudáfrica. A juzgar por lo ocurrido con el gas a Europa vía Ucrania y conociendo su idiosincrasia, podría tranquilamente pensarse en algún tipo de interrupción en la oferta a futuro.
¿Cómo exponerse al metal? Para una estrategia de “buy and hold”, es decir comprar y mantener el metal en cartera, no sólo se hace una apuesta al rebote mundial en la industria automotriz, sino también a sus atributos de metal precioso y/o reserva de valor.
¿Cómo hacerlo? Tradicionalmente, la compra física se realizó hasta ahora de dos formas: la compra de una moneda denominada Canadian o bien una barra llamada Pamp Suisse, ambos vendidos en pesos de una onza troy cada una. Se pueden comprar en Kitco.com o bien en Ebay.com. Pero Canadá ya no fabrica más esa moneda, que apenas tuvo 3 años de producción (2005-2007), y además, es considerada rara y se vende con un premio de 100 dólares respecto a su valor intrínseco. Los Pamp tienen un sobreprecio menor. También emitido por el gobierno canadiense se encuentra el Royal Canadian Mint.
Hasta hace pocos años atrás, esta estrategia se dificultaba hacerla en el mercado financiero, salvo teniendo una cuenta de futuros abierta y con margen y operando los contratos existentes en el mercado de futuros NYMEX.
Los inversores pueden comprar indirectamente acciones de alguna empresa relacionada. El problema es poder identificarlas. Si se le pide a una terminal de datos, se encontrarán miles y miles de acciones pertenecientes al grupo de empresas mineras. Pero no todas ellas producen esos minerales, ni ahí se encuentran otras empresas que sí lo producen pero que poseen otra actividad principal y deben encontrarse en otros sectores. Por lo tanto, el research realizado es extenso y minucioso. Pero atención: aunque existen muchas empresas sudafricanas, canadienses y australianas atractivas, muchas otras son emprendimientos muy chicos y no rentables a juzgar por sus beneficios.
El inversor puede exponerse a empresas que extraen, procesan y venden platino a través de una de las dos compañías sudafricanas que se destacan por su tamaño: Anglo Platinum (AGPPY US, subsidiaria del holding minero británico Anglo American) e Impala Platinum Holdings (IMPUY US). Hay empresas de menor tamaño que se especializan en dicho metal, como la canadiense Platinum Group Metals o muchas otras.
Para exponerse al paladio se pueden comprar acciones de Stillwater Mining, que posee más capitalización bursátil que la canadiense North American Palladium.
El gran avance en el pasado se dio cuando la subsidiaria estadounidense de una empresa británica, ETF Securities Ltd, creó dos nuevos ETFs en los Estados Unidos, que comenzaron a cotizar en el NYSE el primer día de enero de 2010. El primero es el que expone el inversor al Platino (PPLT), el ETFS Palladium Trust, y el segundo al Paladio (PALL), denominado ETFS Platinum Trust. PALL es el más chico de los dos ya que posee activos bajo manejo de 204 millones de dólares frente a los 516 millones de PPLT.
Por último, también existen diversos ETNs (exchange-traded index note), un tipo de instrumento más riesgoso que un ETF ya que es una deuda que emite una institución, que dice que tiene esas unidades físicas a través de una nota, en donde existe riesgo de contraparte.
Al igual que el resto de los metales, la inversión en estos dos activos es también una apuesta a la inflación, que por ahora tarda en aparecer, pero que lo hará en el mediano plazo, potenciando esta inversión.
En síntesis, la inversión en Platino y en Paladio es una apuesta a tecnologías más limpias, una apuesta a la industria automotriz, como un nuevo elemento suntuoso más, y sobre todo, una apuesta a la recuperación económica global liderada por China y el resto de los países emergentes.
Uno de los dos metales tiene que estar en los catalizadores, ya sea de motores a nafta o diésel. Si bien las ventas de autos se están recomponiendo este año, se encuentran aún lejos de sus máximos en el mundo. EE.UU. ha dejado su posición de liderazgo en manos de China, hoy el mayor fabricante de automóviles del mundo.
La fiebre del oro que fue protagonista de los mercados durante 2009 y otros períodos de marcada volatilidad podría continuar este año en diversos metales denominados “emergentes”. Estoy hablando de los metales del “grupo del platino” (“PGM” en inglés), específicamente del platino y del paladio.
¿Cuántos metales preciosos y al mismo tiempo industriales conoce Usted? El Platino y Paladio son dos metales preciosos y raros, pero también con un uso industrial a la vez. A diferencia del oro, que se destina a joyería, como valor refugio y reserva de valor, el platino y el paladio tienen principalmente un uso básicamente industrial, como por ejemplo para la fabricación de catalizadores de automóviles, previéndose un aumento de su demanda para reconstruir los stocks.
La tecnología de los catalizadores se usa para disminuir la polución producida por los autos antes de que salgan por el caño de escape, provocando determinadas reacciones sobre los gases tóxicos como el monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno y los hidrocarburos degradados producto de la combustión incompleta o ineficiente. Mediante acciones de oxidación y reducción, los catalizadores los transforman químicamente en compuestos no tóxicos (nitrógeno, agua y dióxido de carbono).
¿Con qué materiales se producen? Ahí está la segunda clave. Un catalizador incluye una serie de sustancias activas, como óxido de aluminio y metales que hacen las veces de catalizadores sólidos: estos son precisamente el Platino y el Paladio, así como el Rodio y retardadores específicos que regulan la acción catalítica de los mismos.
El platino es usado simbólicamente para determinar una jerarquía cuando quiere elevarse el status de determinado cliente o de determinado premio por encima del oro. Hay membresías platino, abonos platino, etc…que se basan en la rareza del metal, su escasez y su elevado precio.
Pero existe un metal que es ignorado: el paladio, que es mucho más raro que el platino. El paladio es un metal de transición del grupo del platino; blando, dúctil, maleable y poco abundante. Se parece químicamente al platino y se extrae de algunas minas de cobre y níquel. No se oxida con el aire, y es el elemento del grupo del platino de menor densidad y menor punto de fusión. Puede absorber hasta 900 veces su volumen de hidrógeno molecular, H2, a temperatura ambiente, y por eso se usa para purificarlo.
El paladio se emplea principalmente como catalizador y en joyería (aleado con oro, en lo que se conoce como oro blanco). También se usa principalmente en el campo de las comunicaciones (donde se utiliza para revestir contactos eléctricos en dispositivos de control automáticos), en odontología, para resortes no magnéticos en relojes de pulsera y de pared, para revestir espejos especiales y como emulsión fotográfica. También es usado en la fabricación de hardware informático.
Puede que el paladio haya sido ignorado hasta ahora porque es mucho más barato, o porque es más raro, pero incluso es usado para los mismos fines que el platino en la industria automotriz en la fabricación de catalizadores, pero con un ahorro del 25% en el uso del metal. Pensar que las automotrices puedan pasar del platino al paladio es motivo suficiente para comprar el metal. Hay una demanda en Europa para su sustitución por el platino en motores diésel.
Otras razones para tener en cartera paladio es que puede contener hasta 9 veces su peso en hidrógeno, lo que lo hace muy útil para aquellos que analizan la propulsión de autos en base a ese combustible. Su habilidad para reducir las emisiones también lo hace deseable para aquellas industrias que deseen reducir sus emisiones tóxicas.
La mitad del paladio que se produce proviene de Rusia y, en menor lugar, de Sudáfrica. A juzgar por lo ocurrido con el gas a Europa vía Ucrania y conociendo su idiosincrasia, podría tranquilamente pensarse en algún tipo de interrupción en la oferta a futuro.
¿Cómo exponerse al metal? Para una estrategia de “buy and hold”, es decir comprar y mantener el metal en cartera, no sólo se hace una apuesta al rebote mundial en la industria automotriz, sino también a sus atributos de metal precioso y/o reserva de valor.
¿Cómo hacerlo? Tradicionalmente, la compra física se realizó hasta ahora de dos formas: la compra de una moneda denominada Canadian o bien una barra llamada Pamp Suisse, ambos vendidos en pesos de una onza troy cada una. Se pueden comprar en Kitco.com o bien en Ebay.com. Pero Canadá ya no fabrica más esa moneda, que apenas tuvo 3 años de producción (2005-2007), y además, es considerada rara y se vende con un premio de 100 dólares respecto a su valor intrínseco. Los Pamp tienen un sobreprecio menor. También emitido por el gobierno canadiense se encuentra el Royal Canadian Mint.
Hasta hace pocos años atrás, esta estrategia se dificultaba hacerla en el mercado financiero, salvo teniendo una cuenta de futuros abierta y con margen y operando los contratos existentes en el mercado de futuros NYMEX.
Los inversores pueden comprar indirectamente acciones de alguna empresa relacionada. El problema es poder identificarlas. Si se le pide a una terminal de datos, se encontrarán miles y miles de acciones pertenecientes al grupo de empresas mineras. Pero no todas ellas producen esos minerales, ni ahí se encuentran otras empresas que sí lo producen pero que poseen otra actividad principal y deben encontrarse en otros sectores. Por lo tanto, el research realizado es extenso y minucioso. Pero atención: aunque existen muchas empresas sudafricanas, canadienses y australianas atractivas, muchas otras son emprendimientos muy chicos y no rentables a juzgar por sus beneficios.
El inversor puede exponerse a empresas que extraen, procesan y venden platino a través de una de las dos compañías sudafricanas que se destacan por su tamaño: Anglo Platinum (AGPPY US, subsidiaria del holding minero británico Anglo American) e Impala Platinum Holdings (IMPUY US). Hay empresas de menor tamaño que se especializan en dicho metal, como la canadiense Platinum Group Metals o muchas otras.
Para exponerse al paladio se pueden comprar acciones de Stillwater Mining, que posee más capitalización bursátil que la canadiense North American Palladium.
El gran avance en el pasado se dio cuando la subsidiaria estadounidense de una empresa británica, ETF Securities Ltd, creó dos nuevos ETFs en los Estados Unidos, que comenzaron a cotizar en el NYSE el primer día de enero de 2010. El primero es el que expone el inversor al Platino (PPLT), el ETFS Palladium Trust, y el segundo al Paladio (PALL), denominado ETFS Platinum Trust. PALL es el más chico de los dos ya que posee activos bajo manejo de 204 millones de dólares frente a los 516 millones de PPLT.
Por último, también existen diversos ETNs (exchange-traded index note), un tipo de instrumento más riesgoso que un ETF ya que es una deuda que emite una institución, que dice que tiene esas unidades físicas a través de una nota, en donde existe riesgo de contraparte.
Al igual que el resto de los metales, la inversión en estos dos activos es también una apuesta a la inflación, que por ahora tarda en aparecer, pero que lo hará en el mediano plazo, potenciando esta inversión.
En síntesis, la inversión en Platino y en Paladio es una apuesta a tecnologías más limpias, una apuesta a la industria automotriz, como un nuevo elemento suntuoso más, y sobre todo, una apuesta a la recuperación económica global liderada por China y el resto de los países emergentes.
Uno de los dos metales tiene que estar en los catalizadores, ya sea de motores a nafta o diésel. Si bien las ventas de autos se están recomponiendo este año, se encuentran aún lejos de sus máximos en el mundo. EE.UU. ha dejado su posición de liderazgo en manos de China, hoy el mayor fabricante de automóviles del mundo.