Arlette
13-02-2017, 11:48 PM
Una investigación llevada a cabo por los ingenieros de DeepMind, la empresa tecnológica recientemente adquirida por Google, ha llegado a interesantes conclusiones con respecto a la inteligencia artificial. Los investigadores pudieron obtener las respuestas que buscaban gracias a las pruebas que realizaron con dos videojuegos. El resultado fue compartido en YouTube.
Los ingenieros de la compañía decidieron crear ambos juegos para investigar si las redes neuronales son más propensas a cooperar o a competir para lograr un fin. El resultado aclaró que esto depende del entorno en el que operan.
En el primer ensayo, dos inteligencias artificiales (puntos rojo y azul) debían competir entre sí para conseguir manzanas (verde). La meta era obtener la mayor cantidad de estas. Tras miles de ensayos se comprobó que a medida que disminuía el alimento ambas inteligencias empezaban dispararse entre sí para poder lograr su objetivo.
En el segundo juego se trataba de analizar la capacidad de cooperación entre los actores: un grupo de lobos (puntos rojos) tenía que capturar a sus presas (puntos azules) y superar obstáculos (puntos plomos).
Los lobos recibirían más puntos si se encontraban cerca cuando cazaban. En esta ocasión las inteligencias artificiales tardaron muy poco en darse cuenta de que cooperando entre ellas podrían alcanzar mejores resultados, tal y como se aprecia en el video de YouTube.
Los estudios de DeepMind comprobaron también que las redes neuronales más complejas aprendían más rápido a cooperar o a competir, mientras que las redes de menor capacidad cognitiva tenían mayor dificultad para dominar estos comportamientos.
Estos tipos de estudios ayudan a entender cómo actúan las redes neuronales ante un incentivo, lo cual es fundamental para el futuro de la inteligencia artificial.
Los ingenieros de la compañía decidieron crear ambos juegos para investigar si las redes neuronales son más propensas a cooperar o a competir para lograr un fin. El resultado aclaró que esto depende del entorno en el que operan.
En el primer ensayo, dos inteligencias artificiales (puntos rojo y azul) debían competir entre sí para conseguir manzanas (verde). La meta era obtener la mayor cantidad de estas. Tras miles de ensayos se comprobó que a medida que disminuía el alimento ambas inteligencias empezaban dispararse entre sí para poder lograr su objetivo.
En el segundo juego se trataba de analizar la capacidad de cooperación entre los actores: un grupo de lobos (puntos rojos) tenía que capturar a sus presas (puntos azules) y superar obstáculos (puntos plomos).
Los lobos recibirían más puntos si se encontraban cerca cuando cazaban. En esta ocasión las inteligencias artificiales tardaron muy poco en darse cuenta de que cooperando entre ellas podrían alcanzar mejores resultados, tal y como se aprecia en el video de YouTube.
Los estudios de DeepMind comprobaron también que las redes neuronales más complejas aprendían más rápido a cooperar o a competir, mientras que las redes de menor capacidad cognitiva tenían mayor dificultad para dominar estos comportamientos.
Estos tipos de estudios ayudan a entender cómo actúan las redes neuronales ante un incentivo, lo cual es fundamental para el futuro de la inteligencia artificial.