Arlette
25-10-2017, 12:02 AM
La Comisión Internacional para las Personas Desaparecidas (ICMP) ha inaugurado hoy en La Haya su nuevo laboratorio que permitirá identificar con mayor precisión, a través de muestras de ADN, a víctimas desaparecidas en conflictos, desastres naturales y emigraciones.
"Con esta tecnología de última generación podremos identificar a personas desaparecidas a partir de muestras de ADN de familiares lejanos de la víctima", ha explicado a Efe la directora de la ICMP, Kathryne Bomberger.
La responsable de la Comisión asegura que con el nuevo laboratorio se podrá "identificar a víctimas de conflictos ocurridos hace décadas y para las que ya no es posible contar con la participación de familiares directos, porque muchos han fallecido".
El nuevo laboratorio, que estará operativo a principios de 2018, ha sido desarrollado por la empresa holandesa Qiagen, líder en soluciones para diagnóstico molecular, y abarca todas las fases del proceso, desde la extracción de la muestra hasta el análisis final.
Según Bomberger, "se trata de la primera vez que este tipo de tecnología se pone al servicio de la identificación de desaparecidos, por lo que podemos decir que este laboratorio es único en el mundo".
Desde su creación en 2004, la Comisión Internacional para las Personas Desaparecidas ha logrado generar resultados sobre el ADN de más de 50.000 casos de restos óseos y ha contribuido a la identificación de cerca de 20.000 personas desaparecidas en todo el mundo.
Entre ellos se encuentran las víctimas del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004, donde colaboró en una respuesta conjunta con Interpol y otras organizaciones internacionales.
Una de las personas que pudo conocer el paradero de su hija, su nieta y su exmarido fallecidos en Tailandia es Ingrid Gudmundsson, de nacionalidad sueca.
"Cuando ocurrió el tsunami, apenas recibimos información ni de los medios suecos ni del Gobierno", relata a Efe, "mi exmarido fue identificado en febrero, mi hija en marzo y mi nieta finalmente en julio de 2005", explica.
"En el caso de mi nieta sé con seguridad que fue uno de los forenses de la ICMP (el que la identificó). Hicieron todo lo que pudieron por nosotros" concluye.
Hasta 2015, fecha en que trasladó su sede a Holanda, la organización internacional ha trabajado en Sarajevo, donde ha colaborado con las autoridades de Bosnia-Herzegovina en la identificación de la gran mayoría de los fallecidos en la guerra, incluidos el 90 % de las 8.000 víctimas del genocidio de Srebrenica.
Desde allí han asistido a otros cuarenta países, entre ellos Colombia, con el que prevé una colaboración más estrecha durante el proceso de paz, a partir del próximo año.
Durante los cincuenta años que ha durado el conflicto armado en Colombia, el Gobierno de Bogotá cifra en 120.000 a las personas desaparecidas, de las cuales cerca de 85.000 siguen sin identificar.
La ICMP trabaja en el país desde 2007 en labores de asistencia institucional y técnica, así como en la localización de fosas comunes.
Si bien los desastres naturales y los conflictos armados son los focos de atención del trabajo de la ICMP, la organización también espera colaborar con Europol en la búsqueda de personas desaparecidas por la reciente crisis migratoria en Europa.
"En el nuevo laboratorio esperamos poder analizar las muestras de inmigrantes que murieron en el Mediterráneo", entre los cuales se estima "que hay 10.000 niños", dice Bomberger y apunta que "Grecia ha rescatado 8.000 cuerpos del mar pendientes de ser identificados".
España es otro de los lugares en los que la organización desearía trabajar, si bien "la desaparición de personas durante la Guerra Civil sigue siendo un tema muy sensible, por lo que el Estado debe tomar la iniciativa, antes de que nosotros podamos asistir a los familiares que nos piden ayuda", concluye Bomberger.
"Con esta tecnología de última generación podremos identificar a personas desaparecidas a partir de muestras de ADN de familiares lejanos de la víctima", ha explicado a Efe la directora de la ICMP, Kathryne Bomberger.
La responsable de la Comisión asegura que con el nuevo laboratorio se podrá "identificar a víctimas de conflictos ocurridos hace décadas y para las que ya no es posible contar con la participación de familiares directos, porque muchos han fallecido".
El nuevo laboratorio, que estará operativo a principios de 2018, ha sido desarrollado por la empresa holandesa Qiagen, líder en soluciones para diagnóstico molecular, y abarca todas las fases del proceso, desde la extracción de la muestra hasta el análisis final.
Según Bomberger, "se trata de la primera vez que este tipo de tecnología se pone al servicio de la identificación de desaparecidos, por lo que podemos decir que este laboratorio es único en el mundo".
Desde su creación en 2004, la Comisión Internacional para las Personas Desaparecidas ha logrado generar resultados sobre el ADN de más de 50.000 casos de restos óseos y ha contribuido a la identificación de cerca de 20.000 personas desaparecidas en todo el mundo.
Entre ellos se encuentran las víctimas del tsunami que azotó el sudeste asiático en 2004, donde colaboró en una respuesta conjunta con Interpol y otras organizaciones internacionales.
Una de las personas que pudo conocer el paradero de su hija, su nieta y su exmarido fallecidos en Tailandia es Ingrid Gudmundsson, de nacionalidad sueca.
"Cuando ocurrió el tsunami, apenas recibimos información ni de los medios suecos ni del Gobierno", relata a Efe, "mi exmarido fue identificado en febrero, mi hija en marzo y mi nieta finalmente en julio de 2005", explica.
"En el caso de mi nieta sé con seguridad que fue uno de los forenses de la ICMP (el que la identificó). Hicieron todo lo que pudieron por nosotros" concluye.
Hasta 2015, fecha en que trasladó su sede a Holanda, la organización internacional ha trabajado en Sarajevo, donde ha colaborado con las autoridades de Bosnia-Herzegovina en la identificación de la gran mayoría de los fallecidos en la guerra, incluidos el 90 % de las 8.000 víctimas del genocidio de Srebrenica.
Desde allí han asistido a otros cuarenta países, entre ellos Colombia, con el que prevé una colaboración más estrecha durante el proceso de paz, a partir del próximo año.
Durante los cincuenta años que ha durado el conflicto armado en Colombia, el Gobierno de Bogotá cifra en 120.000 a las personas desaparecidas, de las cuales cerca de 85.000 siguen sin identificar.
La ICMP trabaja en el país desde 2007 en labores de asistencia institucional y técnica, así como en la localización de fosas comunes.
Si bien los desastres naturales y los conflictos armados son los focos de atención del trabajo de la ICMP, la organización también espera colaborar con Europol en la búsqueda de personas desaparecidas por la reciente crisis migratoria en Europa.
"En el nuevo laboratorio esperamos poder analizar las muestras de inmigrantes que murieron en el Mediterráneo", entre los cuales se estima "que hay 10.000 niños", dice Bomberger y apunta que "Grecia ha rescatado 8.000 cuerpos del mar pendientes de ser identificados".
España es otro de los lugares en los que la organización desearía trabajar, si bien "la desaparición de personas durante la Guerra Civil sigue siendo un tema muy sensible, por lo que el Estado debe tomar la iniciativa, antes de que nosotros podamos asistir a los familiares que nos piden ayuda", concluye Bomberger.