Arlette
26-10-2017, 12:06 AM
Las emisiones tóxicas de las acerías de Taranto, en el sur de Italia, entre las zonas más contaminadas de Europa, obligaron a la alcaldía de esa ciudad a cerrar este miércoles las escuelas, una decisión sin precedentes.
"No podemos congelar la actividad de toda la ciudad, pero es necesario proteger a los más frágiles", comentó a la prensa el consejero local para la protección del medio ambiente, Rocco De Franchi.
Las escuelas que han cerrado se encuentran cerca de la acería, acusada de producir el 93 por ciento de las partículas tóxicas en Italia e investigada por causar la muerte de cientos de personas por cáncer.
Los expertos en salud aconsejaron a los residentes de la ciudad portuaria de Puglia de mantener cerradas las ventanas y evitar la práctica de deportes al aire libre debido a que los fuertes vientos que azotan la región transportan polvos nocivos provenientes de la fábrica de acero.
La acería de Ilva, la mayor planta de fabricación de acero de Europa, ha sido demandada por emanar partículas tóxicas que han causado la muerte de unas 400 personas.
En junio, un consorcio liderado por ArcelorMittal había logrado un acuerdo para reactivar Ilva por 1,8 millones y se comprometió a cumplir un programa de inversiones por 2,4 millones.
"No podemos congelar la actividad de toda la ciudad, pero es necesario proteger a los más frágiles", comentó a la prensa el consejero local para la protección del medio ambiente, Rocco De Franchi.
Las escuelas que han cerrado se encuentran cerca de la acería, acusada de producir el 93 por ciento de las partículas tóxicas en Italia e investigada por causar la muerte de cientos de personas por cáncer.
Los expertos en salud aconsejaron a los residentes de la ciudad portuaria de Puglia de mantener cerradas las ventanas y evitar la práctica de deportes al aire libre debido a que los fuertes vientos que azotan la región transportan polvos nocivos provenientes de la fábrica de acero.
La acería de Ilva, la mayor planta de fabricación de acero de Europa, ha sido demandada por emanar partículas tóxicas que han causado la muerte de unas 400 personas.
En junio, un consorcio liderado por ArcelorMittal había logrado un acuerdo para reactivar Ilva por 1,8 millones y se comprometió a cumplir un programa de inversiones por 2,4 millones.