Arlette
05-03-2018, 10:00 PM
La observación de un exoplaneta (que se encuentra fuera del Sistema Solar) a 700 años luz de la Tierra ha dado frutos luego de un equipo internacional de científicos detectara grandes cantidades de agua en su atmósfera. Se trata de WASP-39b, un planeta del tamaño de Saturno y que fue estudiado gracias a los telescopios espaciales Spitzer y Hubble.
El WASP-39b se encuentra en la constelación de Virgo. Gira alrededor de una estrella similar al Sol una vez cada cuatro días. Clasificado como un “Saturno caliente”, tiene un sistema de anillos y una temperatura que ronda los 750 grados centígrados.
Un equipo de científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Estados Unidos) ha conseguido capturar el espectro más completo de la atmósfera de este exoplaneta.
A través de este descubrimiento, los astrónomos podrán estudiar los procesos que se suceden durante la formación de los planetas, algo que continúa siendo un misterio en la actualidad.
La principal teoría de estos expertos es que el WASP-39b debió formarse muy lejos de la estrella que orbita, donde recibió el bombardeo de material que contenía pedazos de hielo, para luego continuar su camino a zonas mucho más internas de su propio sistema estelar.
"Tenemos que mirar mucho más hacia el exterior para lograr comprender nuestro propio Sistema Solar", comenta Hannah Wakeford, del Instituto de Ciencia de Telescopios Espaciales en Baltimore, Estados Unidos. "Así hemos descubierto que los exoplanetas nos muestran que la formación es mucho más completa de lo que pensábamos".
Por ahora, el interés se centra en la posibilidad de utilizar WASP-39b como una ventana de observación a cómo se generan los planetas, y según Wakeford, el lanzamiento del telescopio espacial James Webb -que reemplazará el trabajo de Hubble- permitirá conocer en mayor profundidad este exoplaneta.
El WASP-39b se encuentra en la constelación de Virgo. Gira alrededor de una estrella similar al Sol una vez cada cuatro días. Clasificado como un “Saturno caliente”, tiene un sistema de anillos y una temperatura que ronda los 750 grados centígrados.
Un equipo de científicos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (Estados Unidos) ha conseguido capturar el espectro más completo de la atmósfera de este exoplaneta.
A través de este descubrimiento, los astrónomos podrán estudiar los procesos que se suceden durante la formación de los planetas, algo que continúa siendo un misterio en la actualidad.
La principal teoría de estos expertos es que el WASP-39b debió formarse muy lejos de la estrella que orbita, donde recibió el bombardeo de material que contenía pedazos de hielo, para luego continuar su camino a zonas mucho más internas de su propio sistema estelar.
"Tenemos que mirar mucho más hacia el exterior para lograr comprender nuestro propio Sistema Solar", comenta Hannah Wakeford, del Instituto de Ciencia de Telescopios Espaciales en Baltimore, Estados Unidos. "Así hemos descubierto que los exoplanetas nos muestran que la formación es mucho más completa de lo que pensábamos".
Por ahora, el interés se centra en la posibilidad de utilizar WASP-39b como una ventana de observación a cómo se generan los planetas, y según Wakeford, el lanzamiento del telescopio espacial James Webb -que reemplazará el trabajo de Hubble- permitirá conocer en mayor profundidad este exoplaneta.