Arlette
09-04-2018, 09:59 PM
La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, intentarán realizar una maniobra envolvente contra Donald Trump, y China se perfila como un objetivo probable de su iniciativa conjunta para evitar una guerra comercial con Estados Unidos.
Los líderes de las dos economías más grandes de Europa visitarán al presidente de EE.UU. en Washington con días de diferencia este mes mientras se acerca el 1 de mayo, último día del plazo de las propuestas de la Unión Europea para impedir que EE.UU. imponga aranceles al acero y el aluminio.
Una posible solución podría estar en las iniciativas de la Casa Blanca para forjar una “coalición comercial de los dispuestos” a hacerle frente a China por lo que EE.UU. describe como prácticas comerciales injustas.
Esta medida está ganando la preferencia del Gobierno en Berlín y de la UE, que administra las negociaciones comerciales del bloque; por su parte, un viaje bastante duro a China realizado por Macron este año podría haberlo vuelto más propenso a apoyar la idea.
La UE es solo un frente del intento estadounidense por reescribir las normas del comercio internacional.
El jueves, Trump amenazó con gravar bienes chinos por US$100.000 millones, poco después que Washington y Pekín presentaron aranceles para US$50.000 millones en productos importados de cada uno. Para la UE están en juego los aranceles a los metales que podrían entrar en vigor a partir del mes que viene, los cuales amenazan con perturbar un comercio transatlántico por el valor total de unos US$720.000 millones.
“Los europeos tendrán que tomar una decisión muy difícil: si juegan o no a ese juego”, dijo en entrevista Edward Alden, investigador sénior en Washington del Council on Foreign Relations. “La idea es radicalmente contraria a las creencias de Merkel y Macron”.
PRIORIDAD
Probablemente ambos países apunten a China. Tanto Merkel como Macron priorizan en sus políticas el inexorable auge de Pekín. En enero, al terminar una visita al país, Macron prometió buscar una mayor coordinación estratégica con los funcionarios en Berlín sobre el tema.
En el frente comercial, la UE tomó medidas concretas el jueves, cuando solicitó sumarse a una disputa de EE.UU. contra China en la Organización Mundial de Comercio por las normas discriminatorias de licenciamiento de tecnología del país asiático.
El máximo asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo el jueves que se podría llegar a un acuerdo por los aranceles de China en parte convenciendo a otras grandes economías para que denuncien al país asiático por sus prácticas comerciales injustas. “Todo el mundo sabe que China no respeta las reglas desde hace muchos años”, dijo.
SIN OPCIÓN
Europa mantiene su respeto resuelto por las normas de la OMC. Una respuesta a EE.UU. no debe contemplar “un ablandamiento o debilitamiento ante una decisión unilateral” tomada por Trump, dijo el miércoles a los periodistas en París Benjamin Griveaux, portavoz del Gobierno francés.
Los dos líderes más poderosos de la UE tratarán de “empujar a EE.UU. de vuelta a su lugar” en el sistema global de comercio, aunque Trump busque concesiones como parte de una estrategia de “dividir y conquistar” con Europa, según Alden. Pero al final, puede que a Merkel y Macron “no les quede otra que hacer esto bajo los términos de Trump”, agregó.
Los líderes de las dos economías más grandes de Europa visitarán al presidente de EE.UU. en Washington con días de diferencia este mes mientras se acerca el 1 de mayo, último día del plazo de las propuestas de la Unión Europea para impedir que EE.UU. imponga aranceles al acero y el aluminio.
Una posible solución podría estar en las iniciativas de la Casa Blanca para forjar una “coalición comercial de los dispuestos” a hacerle frente a China por lo que EE.UU. describe como prácticas comerciales injustas.
Esta medida está ganando la preferencia del Gobierno en Berlín y de la UE, que administra las negociaciones comerciales del bloque; por su parte, un viaje bastante duro a China realizado por Macron este año podría haberlo vuelto más propenso a apoyar la idea.
La UE es solo un frente del intento estadounidense por reescribir las normas del comercio internacional.
El jueves, Trump amenazó con gravar bienes chinos por US$100.000 millones, poco después que Washington y Pekín presentaron aranceles para US$50.000 millones en productos importados de cada uno. Para la UE están en juego los aranceles a los metales que podrían entrar en vigor a partir del mes que viene, los cuales amenazan con perturbar un comercio transatlántico por el valor total de unos US$720.000 millones.
“Los europeos tendrán que tomar una decisión muy difícil: si juegan o no a ese juego”, dijo en entrevista Edward Alden, investigador sénior en Washington del Council on Foreign Relations. “La idea es radicalmente contraria a las creencias de Merkel y Macron”.
PRIORIDAD
Probablemente ambos países apunten a China. Tanto Merkel como Macron priorizan en sus políticas el inexorable auge de Pekín. En enero, al terminar una visita al país, Macron prometió buscar una mayor coordinación estratégica con los funcionarios en Berlín sobre el tema.
En el frente comercial, la UE tomó medidas concretas el jueves, cuando solicitó sumarse a una disputa de EE.UU. contra China en la Organización Mundial de Comercio por las normas discriminatorias de licenciamiento de tecnología del país asiático.
El máximo asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo el jueves que se podría llegar a un acuerdo por los aranceles de China en parte convenciendo a otras grandes economías para que denuncien al país asiático por sus prácticas comerciales injustas. “Todo el mundo sabe que China no respeta las reglas desde hace muchos años”, dijo.
SIN OPCIÓN
Europa mantiene su respeto resuelto por las normas de la OMC. Una respuesta a EE.UU. no debe contemplar “un ablandamiento o debilitamiento ante una decisión unilateral” tomada por Trump, dijo el miércoles a los periodistas en París Benjamin Griveaux, portavoz del Gobierno francés.
Los dos líderes más poderosos de la UE tratarán de “empujar a EE.UU. de vuelta a su lugar” en el sistema global de comercio, aunque Trump busque concesiones como parte de una estrategia de “dividir y conquistar” con Europa, según Alden. Pero al final, puede que a Merkel y Macron “no les quede otra que hacer esto bajo los términos de Trump”, agregó.