lily_2012
25-04-2018, 10:13 PM
Las acciones de Bank of America (BAC) acumulan una ganancia de más del 30% en el último año, impulsadas por los resultados de la compañía y las perspectivas favorables para el sector financiero de los Estados Unidos a mediano plazo.
Analizamos el potencial de estos papeles y los niveles clave de precios a seguir de cerca en los próximos meses.
Un negocio sólido en un entorno favorable
Los resultados de Bank of America para el primer trimestre de 2018 superaron las expectativas de los analistas de Wall Street. La entidad reportó 23.100 millones de dólares en facturación para el período, superando los pronósticos en 40 millones de dólares. Las ganancias por acción ascendieron a 0,62 dólares por unidad, y el dato estuvo por encima de las expectativas en 3 centavos por acción.
Lo cual es muy importante, los diferentes motores del negocio muestran una evolución favorable: el volumen de préstamos creció un 5% frente al cuarto trimestre en 2017, mientras que el volumen de depósitos se incrementó un 3%. Los activos de brokerage de la compañía se expandieron en un 18%, generando ingresos récord para Bank of America. El negocio de gestión de capital del banco mostró un crecimiento de 2.7000 millones de dólares en nuevos activos durante el trimestre.
En cuanto a niveles de rentabilidad, la entidad financiera superó en el último trimestre los niveles de referencia en la industria. El retorno sobre patrimonio neto de Bank of America fue del 10,8% en el trimestre y el retorno sobre activos fue del 1,21%.
La salud crediticia de los activos de la compañía evoluciona favorablemente: el banco reportó créditos incobrables por 911 millones de dólares en el trimestre, en niveles de 40 puntos básicos frente a sus activos. Tanto en comparación con el primer trimestre de 2017 como frente al cuarto trimestre de 2016, esto representa una mejora en los niveles de incobrabilidad que afronta la compañía.
El sector financiero en los Estados Unidos es una industria claramente madura, y las oportunidades de crecimiento no son para nada abundantes. Especialmente cuando se trata de los jugadores de mayor tamaño en el sector. Por otro lado, la dinámica económica en ese país presenta algunos vientos de cola importantes para el sector durante los próximos años.
Dado que el sector financiero es uno de los que mayor carga impositiva enfrenta, los bancos están dentro del segmento de compañías que se benefician de los recortes impositivos en mayor medida. Adicionalmente, la administración Trump se muestra favorable a avanzar en la desregulación del sector, generando oportunidades adicionales de crecimiento y rentabilidad para estas empresas. Otro aspecto favorable es el aumento en los niveles de tasas de interés en los Estados Unidos, lo cual beneficia materialmente al sector financiero al incrementar los spreads entre el costo de fondeo y la rentabilidad de los activos de las firmas.
Niveles clave de precios y valuación
Las acciones de Bank of America mantuvieron un rango lateral durante buena parte del año pasado. Hacia finales de 2017, el activo rompió al alza por encima de la resistencia de dicho rango en la zona de 25,8 dólares por unidad, y ese nivel pasó a funcionar entonces como soporte de precios. Posteriormente, los papeles marcaron nuevos máximos del año en la zona de 33 dólares por acción, para luego consolidarse en la zona de 30 dólares por unidad.
Un primer objetivo alza se encuentra entonces en el nivel cercano a los máximos del año, en la zona de 33 por acción. Un quiebre por encima de esos valores sería una señal más que positiva al respecto de la acción de precios y la vigencia de la tendencia alcista en las cotizaciones. Por otro lado, en caso de retroceso, el primer objetivo importante a mediano plazo se encuentra en la zona de 25,8 por acción, nivel que podría volver a funcionar como soporte.
La valuación de las acciones es bastante razonable. Bank of America cotiza a un ratio precio- ganancias de cerca de 12 veces las ganancias estimadas para la compañía en el año próximo. En el mismo sentido, el ratio precio-valor libros se encuentra en la zona de 1,3, lo cual representa un descuento frente a un ratio promedio de 1,5 para las empresas del sector.
El activo presenta también un potencial interesante en términos de la capacidad de distribución de capital a mediano plazo. En la medida en que se mantiene la mejora en la performance financiera del negocio, operando en una industria que no presenta grandes necesidades de reinversión, Bank of America se encuentra bien posicionado para compensar a los accionistas con dividendos y recompras de acciones en base al flujo de caja libre que genera el negocio.
En julio de 2017, la compañía incrementó los dividendos un 60%, alcanzando el 0,12 trimestral por acción. Si bien la rentabilidad por dividendos no es demasiado atractiva, en la zona de 1,6% al año, un crecimiento sostenido de los dividendos en los próximos años podría ser altamente beneficioso para los inversionistas en este banco estadounidense.
En función de estas consideraciones, una inversión en acciones de Bank of America ofrece una sólida combinación entre riesgo y retorno desde los niveles actuales de precios en caso de que la compañía logre sostener las mejoras en su performance financiera durante los próximos años.
Analizamos el potencial de estos papeles y los niveles clave de precios a seguir de cerca en los próximos meses.
Un negocio sólido en un entorno favorable
Los resultados de Bank of America para el primer trimestre de 2018 superaron las expectativas de los analistas de Wall Street. La entidad reportó 23.100 millones de dólares en facturación para el período, superando los pronósticos en 40 millones de dólares. Las ganancias por acción ascendieron a 0,62 dólares por unidad, y el dato estuvo por encima de las expectativas en 3 centavos por acción.
Lo cual es muy importante, los diferentes motores del negocio muestran una evolución favorable: el volumen de préstamos creció un 5% frente al cuarto trimestre en 2017, mientras que el volumen de depósitos se incrementó un 3%. Los activos de brokerage de la compañía se expandieron en un 18%, generando ingresos récord para Bank of America. El negocio de gestión de capital del banco mostró un crecimiento de 2.7000 millones de dólares en nuevos activos durante el trimestre.
En cuanto a niveles de rentabilidad, la entidad financiera superó en el último trimestre los niveles de referencia en la industria. El retorno sobre patrimonio neto de Bank of America fue del 10,8% en el trimestre y el retorno sobre activos fue del 1,21%.
La salud crediticia de los activos de la compañía evoluciona favorablemente: el banco reportó créditos incobrables por 911 millones de dólares en el trimestre, en niveles de 40 puntos básicos frente a sus activos. Tanto en comparación con el primer trimestre de 2017 como frente al cuarto trimestre de 2016, esto representa una mejora en los niveles de incobrabilidad que afronta la compañía.
El sector financiero en los Estados Unidos es una industria claramente madura, y las oportunidades de crecimiento no son para nada abundantes. Especialmente cuando se trata de los jugadores de mayor tamaño en el sector. Por otro lado, la dinámica económica en ese país presenta algunos vientos de cola importantes para el sector durante los próximos años.
Dado que el sector financiero es uno de los que mayor carga impositiva enfrenta, los bancos están dentro del segmento de compañías que se benefician de los recortes impositivos en mayor medida. Adicionalmente, la administración Trump se muestra favorable a avanzar en la desregulación del sector, generando oportunidades adicionales de crecimiento y rentabilidad para estas empresas. Otro aspecto favorable es el aumento en los niveles de tasas de interés en los Estados Unidos, lo cual beneficia materialmente al sector financiero al incrementar los spreads entre el costo de fondeo y la rentabilidad de los activos de las firmas.
Niveles clave de precios y valuación
Las acciones de Bank of America mantuvieron un rango lateral durante buena parte del año pasado. Hacia finales de 2017, el activo rompió al alza por encima de la resistencia de dicho rango en la zona de 25,8 dólares por unidad, y ese nivel pasó a funcionar entonces como soporte de precios. Posteriormente, los papeles marcaron nuevos máximos del año en la zona de 33 dólares por acción, para luego consolidarse en la zona de 30 dólares por unidad.
Un primer objetivo alza se encuentra entonces en el nivel cercano a los máximos del año, en la zona de 33 por acción. Un quiebre por encima de esos valores sería una señal más que positiva al respecto de la acción de precios y la vigencia de la tendencia alcista en las cotizaciones. Por otro lado, en caso de retroceso, el primer objetivo importante a mediano plazo se encuentra en la zona de 25,8 por acción, nivel que podría volver a funcionar como soporte.
La valuación de las acciones es bastante razonable. Bank of America cotiza a un ratio precio- ganancias de cerca de 12 veces las ganancias estimadas para la compañía en el año próximo. En el mismo sentido, el ratio precio-valor libros se encuentra en la zona de 1,3, lo cual representa un descuento frente a un ratio promedio de 1,5 para las empresas del sector.
El activo presenta también un potencial interesante en términos de la capacidad de distribución de capital a mediano plazo. En la medida en que se mantiene la mejora en la performance financiera del negocio, operando en una industria que no presenta grandes necesidades de reinversión, Bank of America se encuentra bien posicionado para compensar a los accionistas con dividendos y recompras de acciones en base al flujo de caja libre que genera el negocio.
En julio de 2017, la compañía incrementó los dividendos un 60%, alcanzando el 0,12 trimestral por acción. Si bien la rentabilidad por dividendos no es demasiado atractiva, en la zona de 1,6% al año, un crecimiento sostenido de los dividendos en los próximos años podría ser altamente beneficioso para los inversionistas en este banco estadounidense.
En función de estas consideraciones, una inversión en acciones de Bank of America ofrece una sólida combinación entre riesgo y retorno desde los niveles actuales de precios en caso de que la compañía logre sostener las mejoras en su performance financiera durante los próximos años.