El oro podría revertir su tendencia bajista a raíz de los riesgos geopolíticos
El oro ha encontrado soporte en los 1.286,00 dólares por onza troy, y construye una consolidación para una tendencia de recuperación alcista. Pero, ¿qué factores están influenciando sobre el precio del metal precioso?
La semana pasada, la divulgación de las minutas de la Reserva Federal de los Estados Unidos, al parecer sorprendió a los inversionistas, ya que se entendió que la Fed utilizó un tono más suave en sus declaraciones “dovish” (de ala blanda). Como un reflejo, la a reacción en el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años cayó hasta el 2,93%, al igual que el cruce de divisas dólar-yen (USDJPY), que se desplomo hasta el nivel de 108,95 cuando hace una semana tocaba el máximo de tres meses en 111,41 yenes por dólar. Por ahora, la volatilidad implícita está baja, en 7,31%, y el ratio 25 delta risk reversal es negativo en el -1,.02%, indica que las opciones de venta (put) están más caras que las de compra (call).
Por su parte, el par de monedas euro-dólar (EURUSD) tomó una tendencia más acentuada a la baja, debido en gran parte a que, aunque es verdad la inestabilidad en la región de la divisa común europea, Italia es ahora la tercera mayor economía de la zona y le quiere decir a Europa “buenas noches”.
La confusión está instalada: este fin de semana, el presidente italiano, Sergio Mattarella, rechazó a Paolo Savona, economista de 81 años de edad y euro escéptico de primera línea, para ser ministro de finanzas, e invitó este lunes a Carlo Cottarelli, un antiguo director del FMI (Fondo Monetario Internacional) a formar gobierno.
A los inversores no les gusta la incertidumbre política, algo que se refleja en la baja de confianza en la economía (ver datos del ZEW e IFO en Europa). El cruce de divisas sufrió presión vendedora hasta un mínimo de 1,1608, y la volatilidad implícita a un mes subió hasta el 7,55%, al igual el ratio 25 delta risk reversal, que cayó hasta -0,75%.
En los Estados Unidos continúa la tendencia de incertidumbre, con el ida y vuelta de las negociaciones con China, y con lo mismo respecto al encuentro del año entre los presidentes de los Estados Unidos y Corea de Norte.
Respecto a la economía estadounidense, esta semana se conocerán datos referentes al empleo, la confianza del consumidor, el indicador de precios de bienes y servicios incluidos en el PIB (del trimestre) y el más importante: el dato referente a la inflación, el “PCE deflator”.
La herramienta de referencia de la Fed para medir la inflación es el “PCE deflator”; es un índice que mide los precios pagados por los consumidores en bienes y servicios. Es definido como un valor de los costes personales, excluida la alimentación y la energía. Los precios incluidos en este índice son mucho menos volátiles que los precios en alimentos y energía. El objetivo de la Reserva Federal es que la inflación se ubique en el 2%, de manera que un dato por encima de ese nivel podría llevar al organismo a cambiar su política monetaria, de moderada a más agresiva.
En Europa, la semana también es muy interesante para analizar datos: al igual que los EE.UU., en la eurozona se publican datos referentes a la inflación -se estima que suba al 1,6% contra el 1,3% anterior-, y la tasa de desempleo, que según se espera, se ubicaría en el mismo nivel del 8,5%.
