El tirón de Macron amenaza a los favoritos de las presidenciales francesas
En mayo del año pasado, el entonces ministro de Economía francés Emmanuel Macron se sentó con el diputado socialista Christophe Sirugue en la ciudad siderúrgica de Le Creusot y le pidió que se uniera a su nuevo movimiento político. Dijo que no. Ocho meses después, otros dicen que sí.
Macron, un político no profesional que nunca se ha presentado a unas elecciones y confía en trascender la clásica división izquierda-derecha, parece tener de repente una oportunidad de lograr las llaves del Palacio del Elíseo y convertirse en presidente antes de cumplir los 40 años.