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La izquierda radical y la derecha se aliaron hoy en Portugal para revocar la bajada de las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan las empresas por los trabajadores con salario mínimo que había aprobado el Gobierno socialista.
La medida, pactada por el Gobierno con las patronales y promulgada por el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, se debatió en el Parlamento a petición del marxista Bloque de Izquierda y del Partido Comunista Portugués, que no estaban de acuerdo con ella.
Tanto marxistas, comunistas y ecologistas de Los Verdes -todos ellos socios del Ejecutivo en el Parlamento- como el socialdemócrata PSD -líder de la oposición- votaron en contra, mientras que el único a favor fue el Partido Socialista.
El Gobierno portugués alcanzó un acuerdo a finales de diciembre con los sindicatos y la patronal para aumentar el salario mínimo en 2017 desde 530 a 557 euros mensuales.
A cambio, las empresas recibirían un descuento en las cotizaciones a la Seguridad Social que pagan por los trabajadores con salario mínimo, cuya tasa pasaría del 23,75 % al 22,5 %.
Ahora que la medida ha sido revocada, el Gobierno prepara alternativas para compensar a las empresas por esta subida del salario mínimo.
"El Gobierno sigue pensando que hizo un buen acuerdo de concertación social, sirviendo a los intereses del país. El Gobierno va a analizar la situación y hablar con las patronales y sindicatos", dijo el ministro de Trabajo luso, José António Vieira da Silva, tras la sesión en el Parlamento.
El primer ministro, António Costa, tiene prevista hoy una reunión de trabajo con estas entidades para analizar la situación.