La economía africana crecerá un 3,4 % en 2017 y un 4,3 % en 2018

La economía africana, que vivió un bache el pasado año, va a salir de esa ralentización con un crecimiento del 3,4 % en 2017 y del 4,3 % en 2018, según un estudio conjunto de la OCDE, el PNUD y el BAF.

El mayor dinamismo este año se dará en el este del continente, con una elevación prevista del producto interior bruto (PIB) del 5,7 %, explicaron en su informe Perspectivas Económicas en África 2017 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Africano de Desarrollo (BAF).

Las otras regiones más dinámicas serán el oeste de África, con un alza del 3,5 % y el norte, con un 3,4 %, mientras que en el África central la progresión se limitará al 2,2 % y en el sur al 1,9 %.

El ascenso del PIB en África había sido del 3,9 % en 2013, del 3,7 % en 2014 y del 3,4 % en 2015, antes de sufrir una seria ralentización en 2016, cuando quedó en el 2,2 %.

Los autores del informe destacaron que una mayor resistencia a los choques por la diversificación de la economía del continente, y para ilustrarlo señalaron que el peso de la industria en el crecimiento entre 2000 y 2010 pasó del 17 al 23 %, mientras el de la industria lo hizo del 44 al 47 %.

También hicieron hincapié en que los intercambios comerciales de África con el resto del mundo se han multiplicado por cuatro en los últimos dos decenios.

La Unión Europea continúa siendo el principal socio comercial, con un 30 % del total, mientras China supone un 15 % y los intercambios en el interior de África otro 15 %.

Uno de los problemas de los países africanos es que uno de cada cuatro depende de uno o dos productos de base que suponen al menos el 75 % de las exportaciones.

Pese a que la llamada pobreza multidimensional se redujo en 30 de los 35 países del continente entre 2005 y 2015, un 54 % de la población (544 millones de personas) seguían siendo pobres.

Para ilustrar los avances en el acceso a servicios básicos, como la electricidad, los autores del informe lo ejemplificaron señalando que mientras en 1995 un 18 % de los pueblos de Marruecos estaban conectados a la red, el porcentaje había subido al 99 % en 2015.

También comentaron que pese a un crecimiento económico "impresionante", la cuota del sector manufacturero en el PIB se redujo del 17 % en 1990 al 11 % en 2015.

Pese a todo, se esforzaron en poner el acento en las nuevas perspectivas que se abren para la industrialización de África teniendo en cuenta en primer lugar que la población allí debería pasar de los 1.200 millones de habitantes en 2015 a 2.000 millones en 2050.

Además, los productores africanos pueden beneficiarse del encarecimiento de los costos de producción en Asia y de diferentes aspectos de la "nueva revolución industrial".