La ley británica no exige ningún certificado médico para interponer este tipo de reclamos, basta con mostrar la factura de algún medicamento antidiarreico comprado en la farmacia.
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La ley británica no exige ningún certificado médico para interponer este tipo de reclamos, basta con mostrar la factura de algún medicamento antidiarreico comprado en la farmacia.
Las demandas se pueden presentar hasta tres años después del viaje.
Los costes de litigar en Reino Unido son tan altos, que las agencias de viaje prefieren llegar a acuerdos con los clientes.
Los hoteleros se rebelan
Los más perjudicados, sin embargo, son los hoteles extranjeros.
Les resulta demasiado caro ir a juicio en Reino Unido y no pueden participar en la negociación entre los turistas y las agencias, que les descuentan este dinero perdido.
Por eso, muchos se han puesto mano a la obra y estudian métodos de control sobre estos turistas.Directores de grandes hoteles mostraban esta semana en la televisión española tarjetas que registrarán cada movimiento del viajero. Este tendrá que pasarla por un lector para todo: usar el ascensor, acceder a la piscina o sentarse a tomar el desayuno.
Así buscan evitar casos como el de una pareja británica que demandó a la agencia de viaje Jet2holidays y el Hotel Gloria Palace un año después de haberse ido de vacaciones, según informó el diario de Reino Unido Daily Mail.
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Sus abogados aseguraban que habían sufrido "calambres estomacales y diarrea severa" y que esto les había obligado a quedarse en cama, "estropeando" sus vacaciones.
Sin embargo, Jet2 es una de las empresas que ha optado por
contratar detectives para lidiar con estas demandas.
En el caso de esta pareja, la compañía descubrió que había consumido 109 bebidas alcohólicas durante sus 9 días de estancia, cuando supuestamente estaban enfermos.
Penas de prisión
La ABTA ha recordado a los ciudadanos quehacer falsas denuncias como esta puede acarrear penas de prisión en Reino Unido o en el extranjero.
El organismo ha admitido que es un "problema británico" que les deja "avergonzados" y ha lanzado una campaña para pedir al Gobierno que intervenga.